La biografia definitiva de Josep Pla: 1.536 paginas y diez años para acercarse a una vida «insondable» : Entretenimiento de España
Uno de los primeros obstaculos que ha tenido que superar es que la literatura planiana es, ante todo, una reflexion sobre la identidad, la personal y la colectiva. «Es dificil contar la vida de un escritor que se ha dedicado a contar su vida, es un autor que se ha literaturizado y automitificado mucho», reconoce, señalando que ha tenido que deshacer el juego de espejos construido por Pla a partir de autorretratos o autoentrevistas para sacar el entramado, porque «Pla era y no era» y «siempre esta rodeado por una leyenda literaria ideada por el mismo».
“La furtividad lo define como escritor, no solo le gustaban las cosas clandestinas, como el contrabando o el espionaje, sino que incluso su obra mas relevante es la simulacion de un dietario de juventud“, continua.
“Sin olvidar nunca que fue un gran escritor”, ha querido “dar la vista a la documentacion ya los hechos”, “siendo honesto” y escribiendo a partir de lo que podia confirmar y “poniendo todos los interrogantes sobre la mesa”.
‘Un cor furtiu. Vida de Josep Pla’. Autora Perea, fotografiada en Barcelona a mediados de los años 40. / EPC
Una de las primeras sorpresas ha sido comprobar que, mientras estaba vivo, Josep Pla intento que, al menos cuatro autores -entre ellos Manuel Ibañez Escofet y Baltasar Porcel- le escribieran la biografia. No salio adelante, asegura, porque «no necesitaba un biografo, sino un transcriptor de la version biografica que el mismo queria fijar para la posteridad».
La guerra de Pla
La posicion de Josep Pla durante la Guerra Civil y los años posteriores es uno de los periodos que mas ha trabajado el biografo, que ha podido reconstruir como vivio el conflicto a partir de cuatro cuartillas manuscritas ineditas en las que apunto todos los lugares de Francia, Suiza e Italia donde estuvieron con su pareja, Adi Enberg, entre julio de 1936 y enero del 39.
Teniendo en cuenta que es una epoca sobre la que Pla no escribio nunca, el biografo se ha basado en el itinerario que traza el autor y se ha dado cuenta de que la pareja no pasa nunca mas de una semana entera en el mismo sitio. «¿Huyen? ¿Tenian una mision? ¿Escribian? No lo sabemos», admite, aunque si ha podido constatar que es el padre de Enberg, el consul de Dinamarca en Barcelona, quien financia todos estos viajes y no Francesc Cambo, como se habia dicho siempre.
Uno de los documentos mas relevantes que ha podido consultar el biografo, sin embargo, es una agenda personal de 1944 donde el ampurdanes apunto a la gente que veia cada dia. Estos encuentros incluian quimicos y altos directivos de una multinacional del corcho, miembros de la Oficina de Servicios Estrategicos, la precursora de la CIA, a la que invito a Llofriu, o varios encuentros, en Barcelona y Madrid, con representantes del I9 , los servicios secretos britanicos de inteligencia, encargados de organizar la evasion de soldados aliados desde el Rosellon.
Todo apunta, señala Xavier Pla, que el escritor y su hermano Pedro formaban parte de una red de evasion y de contraespionaje a favor de los aliados, llamada Pat O’Leary, que operaba desde L’Escala, donde tenia un piso.
Dar «voz propia» a las mujeres de su vida
La idea que atraviesa todo el libro es el corazon del titulo, porque «Josep Pla no era una figura antisentimental que nos ha llegado», señala Xavier Pla, sino «una persona que amo mucho y se hizo querer», y de hecho, todas las relaciones de amistad y amorosas que tuvo se mantuvieron a lo largo del tiempo.
Gracias sobre todo a la correspondencia, pero tambien haciendo trabajo de detective en las redes sociales, el especialista ha podido «dar voz propia» a las parejas de Pla, mujeres que pese a no aparecer de forma explicita en su obra, son imprescindibles para entender su vida. Es el caso de Adi Enberg, con quien consolido “una pareja moderna y anticonvencional, porque estaban juntos pese a vivir separados”, Lilian Hirsch, Aurora Perea o Consuelo Robles, de quien ha podido rescatar una entrevista registrada en 1973.
Sin embargo, uno de los pasajes mas especiales de ‘Un cor furtiu’ es «una preciosa relacion de amor virtual» que un Pla ya sexagenario establecio con Luz, una joven de buena familia de Buenos Aires a la que conocio volviendo de America del Sur en marzo de 1958. Establecieron un vinculo epistolar y ella llego a visitar el Mas Pla. «El lector vera el corazon escondido del escritor, porque son unas cartas de gran delicadeza y sensibilidad que reconcilian con el Pla maduro», apunta el biografo.
