Sequias extremas amenazan la productividad de los pastizales en zonas aridas – este medio : Entretenimiento de Argentina
La falta aguda de humedad llegaria a reducir hasta un 50% la produccion de las especies forrajeras en estas regiones argentinas, segun la Facultad de Agronomia de la UBA. Preocupa la perdida de servicios ecosistemicos esenciales para la vida humana.
Las predicciones sobre el cambio climatico indican que los pastizales de las regiones aridas y semiaridas del planeta sufriran sequias mas frecuentes e intensas. Asi, las condiciones de aridez se agudizaran y la productividad de la vegetacion en general, y la del forraje en particular, se veran todavia mas limitadas. Un estudio de la Facultad de Agronomia de la UBA (FAUBA) realizado en diferentes pastizales desde la Patagonia hasta Cuyo genero condiciones experimentales de sequia y hallo que la productividad de las especies forrajeras se redujo, en promedio, un 50%. Advierten sobre la posible perdida de servicios ecosistemicos fundamentales para el ser humano y sobre la urgente necesidad de adaptar los manejos agropecuarios para contrarrestar los impactos de la escasez de agua.

“Las zonas aridas y semiaridas representan el 75% de la superficie de nuestro pais. Son 200 millones de hectareas, un area que equivale, por ejemplo, a 6,5 veces la provincia de Buenos Aires. Alli viven casi 5 millones de personas, y sus pastizales poseen una importancia economica enorme porque soportan gran parte de la ganaderia del pais, principalmente de ovejas y de cabras”, comento Viviana Bondaruk, docente de Ecologia en la FAUBA y becaria doctoral del CONICET en el instituto IFEVA (UBA-CONICET).
Bondaruk conto a Sobre La Tierra que los pronosticos del cambio climatico para las regiones aridas y semiaridas del planeta anticipan que ocurriran sequias cada vez mas frecuentes y agudas, lo cual puede afectar sensiblemente la produccion de alimento para el ganado. “Si la falta de agua se intensifica y los productores dejan de tener buenos pastos forrajeros, se vera comprometida su economia e, incluso, la permanencia en sus campos”.

“En mi trabajo investigue como las sequias afectan la produccion de forraje a lo largo de un gradiente de aridez. Para eso, estudie nueve sitios de pastizal desde la Patagonia hasta la Region Pampeana”, explico la investigadora.
Segun Bondaruk, todos esos sitios integran la red de colaboracion cientifica internacional llamada Drought Net, que estudia la sensibilidad de los pastizales a eventos de sequia. En cada sitio, Viviana determino como impactan las sequias en la produccion total de la vegetacion e identifico cuales eran y cuanta biomasa producian las especies forrajeras en particular.
La productividad forrajera, en picada
“Durante tres años, en todos los sitios generamos experimentalmente condiciones de sequia de acuerdo con las predicciones del cambio climatico. Dicho de otra forma, hicimos ‘llover menos’ usando unos dispositivos —a los que denominamos interceptores— que, colocados en el campo, reducen hasta el 50% de la precipitacion que cae sobre la vegetacion”, comento Viviana.

Los resultados de su trabajo, publicados en la revista Journal of Applied Ecology, indican que los sitios aridos y semiaridos fueron muy sensibles a la sequia, algo que a priori parece contraintuitivo. “Encontramos que la produccion de forraje de los pastizales de sitios aridos y semiaridos se redujo —en promedio— casi un 50% debido a la sequia, mientras que los sitios con menos limitaciones hidricas, como la Region Pampeana, practicamente no mostraron disminuciones en su productividad”.
“Por otra parte, vimos que en los pastizales aridos y semiaridos, la caida de la productividad del forraje por la sequia se debio principalmente a la reduccion de la productividad de unas pocas especies forrajeras clave. Solo por mencionar un par de ejemplos, en Rio Mayo —al SO de Chubut—, el pasto Poa ligularis redujo su productividad un 60%, y en Naposta —al SE de Buenos Aires—, el pasto Nassella neesiana, un 96%. En el futuro, estas reducciones tan severas pueden causar la desaparicion local de dichas especies”, advirtio Viviana.
Y añadio: “En siete de los nueve sitios registramos este efecto ya desde el primer año del experimento, y en cinco sitios, los impactos fueron aun mayores en el tercer año. Esto resalta cuan serias pueden ser las sequias agudas”.
Consecuencias posibles
Para Viviana Bondaruk, existe una preocupacion creciente por el futuro de esos pastizales. “Las implicancias son variadas. Lo primero que surge cuando uno piensa en años secos es mirar la vegetacion, analizar su dinamica, y recien entonces ajustar el manejo que hacen los productores del pastizal, que es su principal recurso ganadero”.

“En particular, el primer manejo que se me ocurre ajustar es la carga animal —o sea, la presion de pastoreo— para evitar una degradacion mayor de los pastizales aridos y semiaridos. Los productores tienen que pensar en como manejar los rodeos en funcion de como viene el año climatico, ya que es esencial no ‘darle con todo’ al pastizal”, indico la docente.
Por ultimo, Bondaruk hizo hincapie en que tambien es fundamental el trabajo transdisciplinario para conectar mas y mejor la generacion del conocimiento tecnico con quienes necesitan usarlo. “Un ejemplo son los sistemas de alerta climatica; es comun que esa informacion este poco conectada o directamente no le llegue a los productores. La ganaderia es una actividad clave en la Argentina, y para tomar buenas decisiones, la informacion deberia ser accesible y de calidad, sobre todo ante los cambios que se avecinan en el clima”.
Por: Pablo A. Roset (SLT-FAUBA)
