El visitante mas inesperado en una escalada donde se llega a la cima o se muere en el intento : Deportes de España
La larga historia del alpinismo no seria completo si no hablaramos de la escalada en roca. La primera ascension del Mont Blanc en el verano de 1786 y la posterior conquista de las cimas de los demas picos de los Alpes no termino con los retos sino dejo aun mas puertas abiertas: las de las enormes paredes verticales de rocas de gran dificultad.
La hazaña de Alex Honnold
Alexander (Alex) Huber, licenciado en fisica y escalador profesional aleman, hermano del otro gran escalador Thomas Huber, es otro de aquellos deportistas quienes – junto a otras modalidades de escalada y tambien al alpinismo en las grandes montañas – ha cultivado esta disciplina a nivel maestral. Es uno de los mejores escaladores del mundo.

Un punto de no retorno
En la primavera de 2004 Alex Huber estuvo en uno de sus lugares favoritos de escalada: la Cascada de Schleier de los Montes del Kaiser, que se encuentra en los Alpes Orientales en la provincia de Tirol, Austria. Un año antes, en 2003, habia escalado en solo integral la via Opportunist (8b) un logro muy grande por la dificultad tecnica de aquella via. Pero Huber quiso ir a mas alla. Sentia que necesitaba experimentar su limite y se propuso algo mas dificil, la via Kommunist (8b+) de 22 metros, que tenia un desplome fuerte y que requeria una escalada atletica. La parte mas dificil se presentaria diez metros por encima de un gran bloque de roca. Huber sabia que no iria sobrado en esta ascension en solo integral, ya que anteriormente le habia costado escalar Kommunist incluso de manera tradicional. Pero “el estimulo seguia alli, la busqueda consciente del limite absoluto”, relato.

Dos dias mas tarde su segundo intento termino igual. Entonces decidio examinar que era lo que tendria que cambiar en su mente, y como podria llegar a un estado psicologico que le permitiera darle a la via – y a si mismo – una tercera y ultima oportunidad. Paso dos semanas infernales con una lucha interior.
Un testigo inesperado
Entonces a Huber se le ocurrio de repente una idea para no sentirse incomodo al ser observado tan fijamente y de manera ”ajena” durante la escalada. Se acerco al senderista y le dio la camara para que ese tuviera una tarea y de alguna manera participara de forma activa en la ascension. Huber pidio al hombre que grabara toda la ascension. El senderista acepto entusiasmado dicho encargo.
Una vez, en una entrevista en Alemania un periodista pregunto a Alex Huber si tenia algun amuleto para sus ascensiones, a lo que Huber respondio: ” El amuleto mas importante es mi cerebro, siempre tengo este amuleto conmigo. Me lo dieron mis padres y voy a intentar conservarlo hasta el final de mi vida.”
