Los Quilmes, de aquella caminata eterna al conurbano a las ruinas que hoy atrapan al viajero – este medio : Entretenimiento de Argentina
Se trata de un lugar unico y con una historia muy rica en la provincia de Tucuman. Ese pueblo originario le dio sentido, ademas, al distrito bonaerense.
En el año 1665 el Ejercito encabezado por Francisco de Mercado y Villacorta invadio a los pueblos que se encontraban en el Valle de Calchaqui, en el norte del pais, y logro, tras el sitio de Quilmes, la rendicion de todos sus pueblos, representados por el cacique Martin Iquin.
A pesar de haber defendido su territorio con fortalezas de piedra llamadas “pucaras” (similares a un castillo), y utilizar hondas, arcos, flechas y garrotes rompecabezas, provocando aludes de piedra para derribar a los invasores, no pudieron vencer al invasor. Copiando a la costumbre incaica, los denominados “conquistadores” españoles terminaron las rebeliones de este pueblo, desarraigando a todas las tribus de sus tierras ancestrales.
Los Quilmes quedaron desnaturalizados en Salta, Tucuman, Cordoba, Santa Fe y mayoritariamente en el puerto de Buenos Aires, donde se formo con ellos la “Reduccion de Exaltacion de la Santa Cruz” de los Quilmes, que dio origen luego a la ciudad actual de Quilmes en el conurbano bonaerense.
Sin embargo, el destierro fue un duro castigo para los leales al cacique Iquin. Si bien les perdonaron la vida, los obligaron a ese traslado masivo hacia Buenos Aires. Caminaron 1.350 kilometros encadenados, y de acuerdo a lo que cuenta la historia, de los mas de 2.000 que partieron, solo llegaron algo mas de 700. Estos pocos, enfrentaron enfermedades como viruela, tifus y peste bubonica. Y a eso se sumo el destrato y la obligacion a hacer trabajos muy diferentes a los que estaban acostumbrados: construccion, labores en la calera, o carga y descarga de navios en el puerto de la ciudad.
Fueron unas 200 familias que se establecieron alrededor de la capilla original, en medio de ranchos de barro y paja. Muchos de ellos, lejos de tener una postura pasiva ante el proceso de dominacion, buscaron formas de resistir a la opresion colonial. No obstante, fueron incapaces de frenar los procesos de desarticulacion socio-etnica originados tras la relocalizacion de las comunidades en la zona del Gran Buenos Aires.
En el año 1780, la zona fue dividida en tres partes: Quilmes (que llegaba hasta Ensenada y comprendia las actuales Avellaneda, Lomas de Zamora, Florencio Varela, Berazategui y La Plata), Magdalena y San Vicente, y estas dos ultimas pasaron a ser partidos. En 1784 la “Parroquia de Quilmes” se constituyo en partido de Quilmes, subdividido en seis cuarteles.
Hacia 1812, con algo mas de un siglo de existencia, la reduccion de la “Exaltacion de la Cruz de los indios Quilmes”, fue extinguida por decreto del Gobierno “revolucionario de mayo”. Fue alli cuando se creo formalmente la localidad bonaerense.
Rescate del pasado
Hoy, a 1.350 kilometros de ese distrito del conurbano, el turista puede hacer un viaje al pasado indigena y meterse de lleno en un mundo fascinante. A las Ruinas de Quilmes, como se las conoce popularmente, se puede llegar desde la salteña Cafayate o bien desde la localidad tucumana de Amaicha del Valle, el pueblo que tiene 360 dias de sol al año, y que sabe resguardar como pocos la cultura de sus pobladores originarios.
Alli, el paisaje de las Sierras y el cordon Calchaqui cautiva al visitante y habla por si solo, aunque cuesta imaginar que en el 800 D.C. los Quilmes estuvieron en la region y fueron uno de los asentamientos prehispanicos mas importantes de los pueblos Calchaquies. Pertenecen a la Nacion Diaguita, fueron cazadores y guerreros en la defensa de su territorio. En el siglo XVII llegaron a ser 3.000 habitantes en el area urbana y 10.000 en los alrededores, y fueron descubiertas por el arqueologo Juan Bautista Ambrosetti en 1897.
La expansion inca paso por estas tierras y dejo su impronta en la arquitectura, en algunas costumbres y en el idioma, el quechua. En la falda del cerro, se advierten las bases de las primitivas viviendas que supieron tener techos de cardon, algarrobo y paja, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados, sobre la cornisa; y hacia el sur, una gran represa que era empleada para regadio y canchones aterrazados para el cultivo.
Tras la ocupacion española iniciada en el año 1535, esta region fue el ultimo bastion de resistencia de los pueblos de los Valles Calchaquies que duro 130 años y que se plasmo en tres grandes levantamientos. Pero “la derrota” llego 1665, y alli los mas de 2.000 pobladores quilmes caminaron, encadenados, hasta la orilla del Rio de la Plata. (DIB) FD

