“Mami era un angel”: despiden a Ruddy’s Martinez y celebran su legado de amor : Entretenimiento de Puerto Rico
Parece dormida. Esta acostada en una caja de blanco y sus manos cruzadas descansan sobre su vientre. Sus pomulos filosos han sido exaltados con maquillaje, dandole ese brillo perfecto que siempre tenia a su rostro. Las pestañas que lleva sobre sus ojos cerrados son tan largas y curvas que las puntas casi tocan los parpados. Al lado de la caja, los dos maniquies que hacen guardia exhiben algunos de los fabulosos vestidos que solia coser con sus propias manos, y en las esquinas, el feretro lleva medallas con la palabra “mama”.
Casi como un susurro, proviniendo de pequeños televisores que repiten imagenes de la vida de Ruddy’s Martinez, por toda la funeraria suena la iconica voz de Isabel Pantoja, la imitacion que la hizo una estrella.
“Perdona si te hago llorar,
perdona si te hago sufrir.
Pero es que no esta en mis manos,
pero es que no esta en mis manos.
Me he enamorado.
Me he enamorado, me enamore…”
Cuando Catalina Tyrrell Martinez entra a la sala, no puede contener los sollozos. Vestida completamente de negro, trae el pelo recogido y un par de gafas grandes y cuadradas esconden al mundo sus ojos llorosos. Varias personas corren a consolarla, y mientras mira el cuerpo de su madre, solo repite las palabras “quedo bella”, una y otra vez.
“Yo conoci a Mami Ruddy’s hace cuatro años. Literalmente fue mi angel. La conoci durante una preparacion para mi primer concurso internacional. Uno de los vestuarios no me sirvio y tenia esta amiga que la conocia, que me dijo que me podia ayudar”, explica, despues.
Catalina habia escuchado de Mami Ruddy’s por mucho tiempo y, de hecho, vivian en el mismo edificio, pero por la timidez y el respeto que sentia por una de las figuras mas trascendentales del transformismo puertorriqueño nunca se habia atrevido a hablarle, hasta que surgio esta oportunidad.
“Y cuando me hizo la ropa, pues ahi conectamos bien bonito. Y surgio la amistad. Entonces, antes de ella empezar a coserme, ella me mira y me dice: ‘Coco, a ti te van a respetar y tu vas a ser mi hija’. Y yo me quede en shock”, explica.

Mami Ruddy’s parecia tener ese don de ayudar a las personas a encontrar sus destinos. Como si tuviera los dotes de una pitonisa, podia señalarte con el dedo y adivinar breves ventanas del futuro. Pero mas alla de la magia habitual, en su casa se enseñaban valores: la valentia, el coraje, el luchar por los sueños, no dejarse hacer daño de nada ni de nadie, en fin, vivir plenamente.
“Yo no se si ella me salvo o yo la salve a ella, pero fue un complemento muy bonito. Hace un mes estabamos en uno de los lugares donde estabamos show, estabamos bien ricas ya. Y ella me dice, ‘Coco, ven aca’. Y yo voy a donde ella me dice, ‘yo decia que en esta vida a mi lo me faltaba era morir y estar presa, pero tu me has enseñado muchisimo. Y yo te agradezco tanto, tu me has enseñado tanto como yo te he enseñado a ti, yo estoy bien orgullosa de ti y te amo’”, cuenta Catalina y su voz se vuelve a quebrar en un sollozo.
“Y esas palabras las voy a tener siempre, siempre en mi corazon”, dice, logrando extraer sus palabras del taco que parece amarrarle la garganta.
Mami Ruddy’s sabia hacer magia de muchas maneras, pero quizas ninguna tan poderosa como su habilidad para propagar el cariño.

“Veiamos ese refugio de una mama, en todos los sentidos, porque quizas nuestros papas nos juzgan o quieran que nosotros seamos de alguna manera. Pero ella era ese modelo a seguir que a pesar de que era de la misma comunidad, nunca nos juntaba, nunca hubo rechazo”, dice Catalina, antes de despedirse para acompañar a su familia.
Catalina es una de las incontables personas a las que Ruddy’s Martinez convirtio en su familia. Es la chiquita de la Casa Martinez, explica, pues, fue la ultima en entrar a ese reino de fantasia en el que las almas perdidas llegaban y encontraban alimento para el cuerpo y para el alma.
Joe Alameda tambien se crio en la casa de Mami Ruddy’s. Era solo un adolescente cuando la conocio en un show en el que se presentaba. Fue alli que, con sus dotes de bruja y hechicera, Ruddy’s lo señalo y le dijo “tu vas para casa, a ti yo te voy a criar”.
“Yo llegue hace 30 años a casa de Mami Ruddy’s, cuando ella me rescato a mi de muchas situaciones por las que estaba pasando cuando era adolescente. Y cuando llegue a esa casa fue cuando me encontre, descubri, y en realidad me senti muy feliz, porque a mi me dieron todo en esa casa. Me dieron desde mi mesada, hasta compraron mis libros y me fue encaminando y me fue llevando a lo que hoy en dia yo soy”, explica Joe, quien es hoy peluquero y acompaño a Ruddy’s hasta sus ultimos dias.
Joe es un hombre timido, de pelo larguisimo y bien cuidado. Habla en un tono bajo y en su rostro se pueden ver las huellas dejadas por la pena y el dolor.
“Para mi, no era la mama de show, no era mi mama del ambiente, si no era una mama de verdad. Ella me encamino y me enseño mucho”, dice. “Mami era un angel, siempre ella estuvo para todo el mundo”.

Con dulzura y sacrificio, Ruddy’s logro forjar una familia llena de personas que solo buscaban su espacio en un mundo que muchas veces puede ser increiblemente cruel. Ruddy’s lo sabia. Ese era su secreto. En un mundo lleno de crueldad, apostaba siempre al amor.
Su familia biologica esta consciente de la importancia de su trabajo. Laura Martinez es sobrina de Ruddy’s, y su dinamica era un tanto diferente.
“Para mi es tio Ruddy. Nunca me permitio decirle algo diferente, porque como tengo una tia, siempre me decia que le dijera a titi”, dice. “Pero para mi no habia una diferencia. Tal y como era en el escenario, asi era persona. Lo unico diferente es que no tenia los trajes, las prendas, el pelo, pero Mami Ruddy’s es Mami Ruddy’s en todos lados, no importa donde sea, siempre igual de regia, siempre igual de amable”.
Su relacion con Ruddy’s tambien era una llena de ternura y cariño. Pero para Laura, la perdida simboliza algo mucho mas grande que su propio dolor.
“Yo no lo visualizo tanto para mi, esto ha sido bien fuerte para lo que es la comunidad. Honestamente, yo sufro mas, no tanto ni por mi, sino por la perdida que todo el mundo ha tenido, porque no es solamente familia para mi, es familia, para todos”, explica.
—¿Y cual crees que es su legado?
“Bueno, yo siento que la palabra legado queda bien bajita comparado con lo que es ella”.
Las palabras de “Asi fue”, en la voz de Isabel Pantoja, resuenan, otra vez, por toda la funeraria.

