Nueva exhibicion muestra el lado tierno y navideño de Myrna Baez : Entretenimiento de Puerto Rico
Aunque la obra artistica de Myrna Baez se ha distinguido por la belleza y la complejidad de sus desnudos y sus paisajes, una nueva exhibicion revela uno de los lados pocos conocidos de una de las grandes maestras del arte puertorriqueño.
Y es que en su intimidad, Baez era una persona un poco mas excentrica y mucho mas sensible de lo que la vastedad de su obra podria llevar a pensar. Durante una gran parte de su vida, Myrna Baez se dedico a coleccionar objetos en miniatura de todo tipo, desde animales y muñecos, hasta pequeñas casas coloridas. Todo esto servia un proposito especial mas adelante, sin embargo, porque en lugar de poner un tipico arbol de Navidad, Baez creaba una pequeña ciudad simulando una colina campesina llena de luces y de color.
Partiendo de esta tradicion personal del artista, una exhibicion titulada “Myrna Baez, la Navidad y el paisaje”, inauguro en la SalaFAR de la Fundacion Ángel Ramos. Utilizando elementos de sus obras, al igual que varias de sus pinturas, el equipo a cargo de la exposicion ha recreado un tipo de paisaje criollo en el que figuran las casitas y miniaturas coleccionadas por Baez, como en un tipo de villa navideña.
“Ella nunca puso un arbol de Navidad, porque eso es una tradicion mas foranea. Ella tambien estudio en España, donde se hacen belenes para la epoca navideña. Pero ella tampoco era tan catolica, era creyente, pero no estaba activa en ninguna religion, mas bien, estaba activa en la politica. Y entonces eso hizo que ella decidiera hacer este pueblito criollo. Si, habia el elemento por la navidad, claramente, del Belen, pero no estaba resaltado. Y por eso es que nosotros hicimos esto, pusimos parte de la coleccion, el nacimiento, en un lugar que un poco funcionara por el color, con el paisaje”, explico la curadora de la exhibicion, Margarita Fernandez Zavala.

Aunque solo las pinturas son en realidad obra de la artista, este despliegue de su coleccion personal de artesanias ofrece una nueva mirada a la vida personal de Baez y a sus formas de ver el mundo. Las composiciones para las piezas fueron trabajadas con mucho cuidado y honrando las propias practicas de la artista cuando decoraba su hogar con sus “embelecos”. Sobre todas las cosas, sobresale de esta exhibicion una celebracion muy privada y muy dulce de los aspectos mas nostalgicos y tradicionales de la puertorriqueñidad.
“Hay una voz y hay una narrativa bien nuestra en todo lo que ella coleccionaba y eso lo que hicimos respetar”, dijo Fernandez Zavala.
Esta exhibicion navideña surge tambien de una colaboracion con el Museo de Arte de la Universidad Ana G. Mendez, dirigido por Irene Esteves Amador, quien tambien coordina la SalaFAR.
“Queremos destacar la valia de cada una de estas piezas, no solo las casas, tambien las tallas, aqui hay tallas incluso de unos talladores muy importantes, porque Myrna no iba por estas ferias de artesanos, por estos pulgueros, recogiendo cualquier cosa. Myrna tenia un ojo muy educado, y no solo el ojo, tenia conocimiento y escogia piezas desde ese conocimiento”, sostuvo Esteves Amador.
La exhibicion inauguro el 13 de diciembre y estara disponible al publico hasta finales del mes de enero. Cabe destacar la belleza del delicado montaje de las piezas, que estuvo a cargo de Aaron Salabarrias y Juan Fernando Morales.

“Para mi, la gran fortaleza, contribucion, que tiene esta exhibicion, es que nos da acceso a un lado bien personal de la artista, de la mano de su obra. Ella es la mejor artista puertorriqueña de todos los tiempos, sobre todo mujer, y que podamos ver este otro angulo, que estamos entrando en la casa de Myrna, en buena medida. Me parece que deberiamos hacer mas exhibiciones en donde podamos tener acceso a esos otros angulos de nuestros artistas”, opino la coordinadora de la SalaFAR.
Para la curadora, Fernandez Zavala, quien fue amiga de la artista y ha dedicado gran parte de su vida a estudiar su trabajo, esta exhibicion es una oportunidad especial para ver un lado de Myrna Baez nunca antes visto.
“La gente la encontraba aspera, ella inmensa, bien alta, porque ella pertenece a una generacion en la que ella brillo por derecho propio, asi que la ternura se la guardo, porque esas cosas se le endilgan a las mujeres y a los hombres no. Asi que de pronto ya estamos libres de enseñar todas sus facetas. La Myrna privada, la Myrna juguetona”, dijo.

