El dificil año en España de los refugiados de Ucrania: ayudas que no llegan y familias que regresan a pesar de la guerra : Entretenimiento de España
La solidaridad fue abrumadora, caotica en muchos casos. Llego a nivel social, empresarial y politico. Los anuncios de programas y proyectos se atropellaban, todo el mundo queria poner su granito de arena. La Union Europea abrio sus puertas como nunca hizo. Activo la proteccion temporal para los refugiados de Ucrania y les permitio vivir y trabajar en cualquier estado miembro de forma temporal.
Convoyes de coches, furgonetas, taxis y autobuses solidarios llegaban a las fronteras de Ucrania y la gente, sobre todo mujeres y niños, salia por miles cada dia. Mas de ocho millones de personas han escapado de la guerra hacia paises europeos tras la invasion rusa, segun el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
A España han llegado algo menos de 168.000, segun los registros del Ministerio del Interior. Es el quinto pais europeo en numero de acogidos, aunque muy lejos de la vecina Polonia, que ha recibido un millon y medio, o de Alemania, con un millon. Rumania y Moldavia, tambien fronterizos, han absorbido otra gran parte, sin contar a los ucranianos que se fueron a Bielorrusia o Rusia. Dentro de Ucrania aun hay siete millones de personas desplazadas de sus casas mientras la guerra sigue enquistada en el este y aumenta el temor a que Putin lance nuevas ofensivas.
Cuando se cumple un año de la invasion orquestada por Vladimir Putin, el balance de la gestion humanitaria realizada por España es positivo a rasgos generales, “ejemplar”, en palabras del Ministro de Inclusion, Migraciones y Seguridad Social. Aunque son muchos los ucranianos que han decidido volver a casa a medida que la situacion se calmaba en diferentes zonas del pais. Otros prefirieron irse de España y probar suerte en otros paises de la UE con mejores sistemas de acogida para refugiados, con mas posibilidades de encontrar trabajo o, simplemente, mas cerca de su pais.
Los numeros son una incognita para los ministerios implicados, para las propias ONG que gestionan las plazas de acogida y para las agencias internacionales. Solo hay 82.000 refugiados empadronados, aunque no es de todo revelador. No hace falta borrarse del padron para regresar a Ucrania, aunque si para pedir ayudas en otros pais de la UE.
Alina Korzhynska, de 32 años, y su hija Maria, de cuatro, apenas aguantaron seis meses. Huyeron de Chernigov, al norte de Ucrania, muy cerca de la frontera con Bielorrusia. La ciudad estuvo un mes cercada por los rusos y la artilleria destruyo gran parte de los edificios. Tras una semana refugiadas en su sotano, madre e hija aprovecharon un corredor humanitario para escapar. Acabaron en Lagartera, un pueblo de Toledo a una hora de Madrid que, durante meses, se convirtio en una pequeña Ucrania gracias a la solidaridad vecinal. “¿Por que vine a España? Yo no elegi un pais al que escapar simplemente porque nunca planee irme de Ucrania”, asevera Alina. Llamo a su hermana, que llevaba años en España, se subio a un coche en la frontera polaca y tres dias despues llegaba al pueblo toledano.
“Al menos 20 ucranianos acabamos alli. La gente del pueblo era maravillosa. Prepararon apartamentos gratis, limpios, listos para vivir, con todos los muebles, vajilla y ropa de cama. Crearon un fondo para los ucranianos, me dieron 400 euros para ropa y medicinas. La Cruz Roja nos daba comida una vez al mes. Nos ayudaron a obtener todos los documentos. Solo tengo palabras de agradecimiento”, dice. Pero no veia un futuro en estas condiciones. “Fue una decision meditada durante mucho tiempo. La sensacion de soledad, de estar separada de mi familia, me hacia pensar siempre en volver a casa”, explica.
No tiene ninguna queja de su paso por España, aunque tambien es cierto que no ha dependido del sistema estatal de acogida, no ha tenido que pasar por centros u hostales o buscar un alquiler. Habia un pueblo volcado en ayudarles. Aun asi, solo quedan tres familias ucranianas de las que llegaron hace un año, explica.
Respuesta rapida, gestion lenta
España respondio a la crisis rapido. En poco mas de un mes puso en marcha cuatro centros de Recepcion, Atencion y Derivacion (CREADE) en Barcelona, Malaga, Madrid y Alacant. La tediosa burocracia del asilo se redujo al minimo para los ucranianos y en un solo dia se podian realizar todos los tramites: documentos que acreditan la proteccion temporal, Numero de Identidad de Extranjero (NIE), tarjera sanitaria, orientacion… En los casos necesarios, alojamiento de emergencia en centros u hostales y entrada en la fase cero del sistema de acogida, la primera etapa del circuito de insercion y apoyo a refugiados. Las Oficinas de Extranjeria de todo el pais se pusieron a recibir y tramitar las solicitudes de Proteccion Temporal que la UE habia dispuesto y las plazas del sistema estatal de acogida fueron aumentando hasta un 150% a lo largo del año, segun el Ministerio de Inclusion, Migraciones y Seguridad Social.
Pero ha habido problemas que reconocen varias de las ONG que colaboran con el Gobierno en la gestion de plazas y centros. Sobre todo, falta de plazas de acogida temporal que han alargado la etapa con alojamientos y coberturas mas precarias y que pueden estar detras de gran parte de estos abandonos. La barrera del idioma, la dificultad para encontrar trabajo y los precios del alquiler siguen siendo los grandes retos a los que se enfrentan, explica Arturo Sanchez, responsable territorial de la ACCEM, la ONG que gestiona el CREADE de Madrid.
Unos 2.500 ucranianos habrian decidido abandonar el sistema de acogida estatal
Segun los datos del Ministerio, hasta 35.000 ucranianos han pasado por alguna fase del sistema de acogida. En verano eran 21.000 los ucranianos alojados. Unos 18.500 siguen en el sistema, que garantiza a traves de diferentes ONG la cobertura de necesidades basicas, alojamiento e insercion sociolaboral.
Segun estos datos, unas 2.500 personas habrian decidido abandonar en algun momento el sistema de acogida desde el pasado verano. La cifra subiria a 16.500 en lo que va de año., bien para volver a Ucrania o bien para mudarse a otro pais con mejores ayudas a refugiados, mas oportunidades laborales o donde el acceso a la vivienda no sea un problema tan acuciante.
Segun datos de la Seguridad Social, hasta el 31 de enero habia algo menos de 14.000 ucranianos dados de alta, el 56% mujeres.
“Una casa para nosotras solas es inaccesible con la ayuda economica que recibidos”, dice una refugiada
La hosteria y la construccion son los sectores donde mas empleo han encontrado. Diferentes ONG consultadas aseguran que los refugiados que llegan con formacion profesional o universitaria estan teniendo serias dificultades para homologar sus titulaciones en Europa, lo que unido a la barrera del idioma, les relega a empleos no cualificados y la mayoria a tiempo parcial. Esto deriva en una crisis de expectativas ante una situacion que se alarga en el tiempo mas de lo esperado y que se une los problemas para encontrar vivienda asequible.
“Encontrar casa ha sido lo mas dificil”, reconocia Irina hace pocas semanas. Tardo cinco meses en encontrar una habitacion en Madrid para ella y su hija de ocho años. Los precios y la desconfianza de los caseros para alquilar a extranjeros lo hacian “casi imposible”, recordaba. “O te dicen que ya esta alquilado o te piden una nomina que no tengo”, explica. Vivio momentos de gran desesperacion y sabe de primera mano que otras familias ucranianas han pasado o pasan por lo mismo.
“Una casa para nosotras solas es inaccesible con la ayuda economica que recibidos”, comenta. Ella esta en la segunda fase del sistema de acogida, llamada de autonomia, que incluye una subvencion durante meses para costear el alquiler. Comparte casa con otra familia ucraniana que ya llevaba tiempo en España. “Ha sido la unica forma, a traves de conocidos de otros conocidos, da mas confianza”, apunta.
“España ha hecho un gran esfuerzo, y lo agradecemos. Pero no quiero quedarme aqui. Vivo mas o menos bien por el momento, pero pienso mucho en volver. He trabajado desde los 15 años y aqui no tengo tiempo apenas para buscar empleo porque tengo que cuidar a mi hija”, sentencia. Si no fuera por ella, reconoce, ya habria regresado. Es de Leopolis, una ciudad al oeste de Ucrania, a dos horas de la frontera polaca. “Alli todo es mas tranquilo, pero no hay ningun lugar seguro ahora mismo, la guerra sigue”, señala. Quizas para verano pueda volver a casa, confia.
Atascados en centros de acogida
La mayoria de los abandonos, explican desde la Comision Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), corresponden a personas que llevaban demasiado tiempo atrapadas en la fase cero, acogida muy basica que no debe alargarse mas de 30 dias, hasta que se liberen plazas de acogida en fases posteriores, pero los plazos no se estan cumpliendo, ni con los ucranianos ni con refugiados de otros paises. En el caso de CEAR, el abandono en esta fase ha llegado al 40% entre sus acogidos, un porcentaje muy elevado, apuntan. Y la mayoria ni siquiera da aviso o explica las razones de su marcha, por lo que se hace imposible saber donde estan.
Segun los datos facilitados a Publico por ACCEM, que ha atenido a mas de 29.000 personas, entre marzo de 2022 y la primera mitad de febrero de 2023, 4.837 abandonaron voluntariamente el sistema de proteccion que ellos gestionaban, aunque no especifica la fase en la que se encontraban
“El sistema no deja de ser una proteccion social. Llega mucha gente acostumbrada a un nivel de vida determinado, autonomo, y se encuentran con que el sistema no les permite mantener su estilo, que son dependientes. Eso añade mas frustracion a la que ya genera tener que abandonar tu pais por una guerra”, resume Monica Lopez, directora de Programas de CEAR.
Sin ayudas publicas
Mas dificil aun es saber que ha sido de los refugiados acogidos por familiares o conocidos en España, que son la inmensa mayoria. Apenas un 11% de los 167.000 ucranianos que han pasado por España ha recurrido a la acogida estatal, cuyo sistema lleva años con problemas de colapso y precariedad en sus primeras etapas. Las redes familiares les ahorran el paso por centros de acogida u hostales o tener que cambiar meses despues de comunidad autonoma porque es donde hay una plaza libre. Pero el peso acaba recayendo casi en exclusiva sobre estas familias, normalmente migrantes y humildes, cuyos salones se convierten en habitaciones improvisadas durante un plazo incierto.
“Dependiamos totalmente de mi prima y la situacion era muy dificil”, recuerda una refugiada desde Alemania
Daria Tatarina, de 30 años, y su hijo David, de cuatro, pudieron escapar en mayo de Jerson, la primera gran ciudad que cayo en manos rusas, ahora reconquistada por el Ejercito ucraniano, aunque sigue castigada a diario por la artilleria rusa. El viaje fue atropellado y peligroso, pero valia la pena. En Mostoles (Madrid) les esperaba su prima Yana, que lleva decadas en España. Se instalaron en su pequeño piso, tramitaron la documentacion rapido y su hijo fue escolarizado a los pocos dias. Pero la situacion se hizo insostenible pronto. A los tres meses decidio irse a Alemania, como le recomendaron otros amigos refugiados alli.
“Tenia que hacerlo porque dependiamos totalmente de mi prima y la situacion era muy dificil. Yo apenas tenia dinero cuando nos marchamos de la noche a la mañana”, asegura. “Daba igual a donde acudieramos. Siempre habia cola y pocas respuestas. A veces recibimos ayuda de la Cruz Roja para comida, pero los servicios sociales de Mostoles no podian hacer nada por nosotros. El Estado español tampoco nos ayudo de ninguna manera”, recuerda.
Nataliia Serdyuk hace un relato similar. Paso medio año en Leganes con su hijo de apenas año y medio, aunque decidio volver a Poltava hace unos meses, cuando las tropas rusas se concentraron en el frente del este. Esta impresionada con la cobertura sanitaria gratuita que han recibido ella y su hijo, pero ahi termina su experiencia positiva. “Cuando llegamos a España nos dijeron que habia muchas ayudas, pero no encontre ninguna en los servicios sociales de mi distrito. Ni siquiera pude conseguir una tarjeta para alimentos de la Cruz Roja, e hice cola durante horas varios dias, sostiene.
No encontro plaza en guarderias publicas para su hijo, ni siquiera pudo abrir una cuenta bancaria gratuita con tarjeta. “Todos los canales de television decian que habia varios bancos que las hacian sin comisiones, pero la realidad era que tenia que ingresar cada mes al menos 500 euros en la cuenta. El salario medio en mi region es de 250 euros, no podia cumplir las condiciones ni aunque mantuviera mis ingresos habituales”, resume.
Retrasos en la ayuda de 400 euros al mes
El Ministerio de Inclusion acabo lanzando en verano una ayuda para familias ucranianas vulnerables que no estuvieran en el sistema de acogida. Eran 400 euros al mes mas cien adicionales por hijo a cargo durante un maximo de seis meses. “Nunca supe si era real o no”, comenta Daria.
La ayuda existe, el Ministerio puso 52,8 millones de euros a disposicion de las Comunidades Autonomas, encargadas de tramitarlas y ejecutarlas. Pero los plazos estan siendo desiguales. Segun el Ministerio, todavia hay dos comunidades donde no se ha empezado a tramitar. En Madrid, segun informa la Consejeria de Familia, Juventud y Politica Social, el plazo para solicitarla acabo el 31 de diciembre y se espera que empiecen a entregarse de forma retroactiva antes del 31 de marzo. Hay unas 2.600 peticiones, aunque son mas de 23.500 los refugiados que tramitaron su documentacion en esta region. Segun varias ONG consultadas, hay una importante falta de informacion accesible para el colectivo.
“Venir a Alemania ha sido la decision correcta”, concluye Daria. En pocos dias tramito su documentacion, le asignaron un piso que paga el servicio de empleo, recibe clases de aleman a las que puede asistir con su hijo y tiene cubierta la alimentacion y otros gastos. Su proximo objetivo en encontrar trabajo. Lo intento en España, pero el idioma y el cuidado de su hijo se lo impedian.
“Las diferencias entre paises en cuanto a coberturas en la acogida de refugiados esta provocando movimientos que ya empiezan a generar preocupacion en Europa”, considera Blanca Garces, experta en migraciones del CODOB, que ve muy proximo el debate en la UE sobre la movilidad entre paises, que esta restringida totalmente para el resto de los refugiados.
“Europa ha dado una respuesta de emergencia, de caracter temporal que ha funcionado tambien por la gran solidaridad popular. Pero sabemos que la guerra va a durar mas tiempo, que pueden aumentar las llegadas y que habra que pasar a un respuesta estructural donde los paises que mas acogen —Alemania y Polonia— acabaran demandando cambios en la gestion”, considera.