La Iglesia no inmatricula ruinas : Entretenimiento de España
La fiebre inmatriculadora de la Iglesia catolica en España paso de largo por cientos de templos en ruina o avanzado estado de abandono. La mayor parte de ellos no tienen propietario conocido, son de titularidad publica, pertenecen a un privado o simplemente constituyen un puñado de piedras desordenadas en el medio rural.
Esa es la foto que se desprende de un examen pormenorizado de la lista roja elaborada por la organizacion cultural Hispania Nostra, el unico inventario que radiografia el estado de conservacion del patrimonio historico español.
Hay 1.375 los bienes en clara situacion de deterioro en España, y 453 de ellos son de caracter religioso
El catalogo de Hispania Nostra cifra en 1.375 los bienes en clara situacion de deterioro en España. Y 453 de ellos son de caracter religioso. Quiere decirse que uno de cada tres monumentos bajo amenaza de ruina son de raiz catolica. Se trata del grupo mayor de bienes en peligro, seguido de los edificios de caracter civil (28%), militar (22%) e industrial (12%). La lista roja de Hispania Nostra es una muestra pequeña del inmenso patrimonio arquitectonico español que se encuentra en peligro pero da una idea representativa del tipo de bienes en situacion de deterior.
Si cotejamos ese medio millar de edificios de naturaleza religiosa con el listado de inmatriculaciones publicado por el Gobierno en febrero de 2021, se verifica que en la mayoria de los casos la Iglesia catolica desistio de inscribirlos a su nombre a traves del privilegio que le permitia autocertificar la propiedad sin aportar titulos probatorios. No es una regla exacta, sin embargo. Algunos de ellos si fueron registrados a nombre de los obispos.
Es dificil identificar la razon que se esconde detras del desden de los prelados por los templos en ruina. Las organizaciones patrimonialistas estan convencidas de que la jerarquia catolica, tras la reforma de Aznar de 1998, se lanzo a registrar los edificios de culto que estuvieran bien conservados y no exigieran una inversion cuantiosa para mantenerlos. La Iglesia no inmatricula ruinas, sostienen los miembros de Recuperando, la coordinadora que agrupa a una treintena de asociaciones ciudadanas de toda España.
La inscripcion de edificios historicos en situacion de abandono comporta ademas obligaciones legales de conservacion y mantenimiento. La coordinadora Recuperando ha denunciado decenas de casos de bienes inmatriculados por la jerarquia eclesiastica justo despues de que el Estado hubiera ejecutado inversiones cuantiosas. El obispado tenia a su disposicion hasta el año 2015 un procedimiento registral sumamente facil para atribuirse monumentos y edificios historicos de enorme valor cultural. Y asi lo hicieron en miles de ejemplos.
Si cualquier edificio de naturaleza catolica es propiedad de la Iglesia, ¿por que no inmatricula monumentos en ruina?
La no inmatriculacion eclesiastica de templos en ruina, ademas, pone en entredicho el argumento empleado por los obispos para reivindicar la titularidad de bienes religiosos. Si cualquier edificio de naturaleza catolica es propiedad de la Iglesia por el mero hecho de serlo, ¿por que razon no inmatricula monumentos religiosos en estado de deterioro? No hay una respuesta clara. En miles de notas registrales, los prelados aducen como prueba de dominio la posesion desde “tiempo inmemorial”, un criterio discutible que no aplican paradojicamente en el caso de los templos ruinosos.
Edificios religiosos abandonados
La lista roja de Hispania Nostra esta plagada de edificios religiosos abandonados que no han sido inmatriculados por la Iglesia. Es el caso, por ejemplo, de la Ermita de la Virgen de los Llanos, ubicada en Hontoba (Guadalajara), que presenta un estado deplorable, ahogada por los escombros y rodeada de maleza. El templo, sin embargo, se atribuye a la “propiedad publica” en la ficha realizada por la asociacion conservacionista.
Otro tanto ocurre con la Iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepcion, situada en Lantaron (Álava), cuyas cubiertas se encuentran hundidas y exhibe multiples desperfectos en el conjunto del edificio. En este caso, se trata de un templo privado. Los casos de bienes catolicos abandonados son incontables, como por ejemplo, la Iglesia de San Sebastian (Pesquera de Ebro, Burgos), la Ermita de Santo Toribio (Oña, Burgos), el Priorato de la Quinta (Valbuena de Pisuerga), el Convento de San Miguel Arcangel (Barrio de Ladruñan, Teruel), la Iglesia de Santa Maria de Rute (Ventas Blancas, La Rioja), la Torre de El Bayo (Biota, Zaragoza), el Convento de Correxais (Vilamartin de Valdeorras, Orense), la Ermita de San Salvador (Tamaron, Burgos), el Convento de Santa Coloma (Hontoria de Cerrato, Palencia) y cientos de monumentos religiosos en grave estado de decrepitud.
“El propietario tiene el deber de conservacion, mantenimiento y custodia”, observa Jose Castillo, catedratico de Historia del Arte por la Universidad de Granada. “Es el primer responsable y asi lo marca la legislacion vigente”. Muchos de esos templos semiderruidos son rescatados por campañas ciudadanas a traves de organizaciones patrimonialistas, como es el caso de Hispania Nostra, lo que viene a demostrar, en opinion del experto granadino, que todo ese legado de caracter religioso no unicamente tiene un valor liturgico sino cultural, que se mantiene incluso despues de haber perdido su funcion originaria.
A la Iglesia catolica “nunca se le responsabiliza”
Lo que parece claro es que a la Iglesia catolica “nunca se le responsabiliza en casos de abandono del patrimonio”, a juicio de Castillo, y siempre se reclama que actue la ciudadania o la administracion publica. Y ese es un hecho, agrega el profesor, que demuestra la “excepcionalidad con que se trata en España el patrimonio eclesiastico“. En todo caso, si se constata que la Iglesia no inmatricula templos abandonados se pone de manifiesto que su interes no es estrictamente religioso sino el de “apropiarse de todos aquellos bienes que tienen un aprovechamiento turistico, cultural o de cualquier otro tipo”.
Jose Castillo defiende la dimension cultural del patrimonio religioso, mas alla de la mera funcionalidad liturgica, y es partidario de que la legislacion refuerce la proteccion de sus valores artisticos e historicos, hoy supeditados al culto y a la arbitrariedad de los obispos en la gestion de todo este inabarcable tesoro arquitectonico.
Antonio Gomez Movellan, expresidente de Europa Laica, sigue atento desde hace años a la cuestion del patrimonio religioso y las inscripciones episcopales. “La Iglesia seguro que no ha tenido interes en inmatricular edificios en ruina”, sostiene. Y otros muchos de caracter religioso estan siendo vendidos de forma discrecional por las diocesis y las ordenes catolicas de toda España. De hecho, la Conferencia Episcopal anota cada año en su memoria un capitulo de ingresos patrimoniales que ronda los 180 millones. “Le hemos preguntado muchas veces y, al parecer, corresponden a compraventa de inmuebles y rendimientos dinerarios”.
Gomez Movellan defiende que todo ese inmenso patrimonio historico de raiz religiosa es publico. “Ya en el siglo XIX todos los decretos gubernamentales consideraban ese tipo de bienes de dominio publico. No solo los gobiernos liberales democraticos sino tambien los de signo conservador”, argumenta. En su opinion, ese fue el sentido de la desamortizacion. “Eran bienes nacionales”, recalca. Y esa fue la mision de las comisiones provinciales de monumentos, que eran instrumentos publicos de gestion de todo el legado cultural construido a lo largo de los siglos por el esfuerzo comun.
“Todo cambio a partir del Concordato de 1953 firmado por Franco”, señala. Y en los Acuerdos con la Santa Sede de 1979 ya se abre la puerta a la titularidad y posesion de los bienes religiosos por la Iglesia catolica. “Ahi vino el problema. Y es una vergüenza”, asegura el expresidente de Europa Laica. Las comunidades autonomas, tras el desarrollo estatutario, consolidaron esa tendencia que, a juicio de Movellan, han alterado por completo el estatus juridico del tesoro arquitectonico español. “Mucha gente cree que, por el mero hecho de ser bienes religiosos, ya son edificios de la Iglesia. Y eso no es asi”. Lo que Gomez Movellan propone es la creacion de un consorcio publico que articule y gestione todo ese ingente patrimonio historico.