Los movimientos sociales aniquilados por Daniel Ortega en Nicaragua : Internacional de
El 26 de octubre de 2006, seis dias antes de las elecciones generales, el Frente Sandinista de Liberacion Nacional (FSLN), con Daniel Ortega como lider en la oposicion, apoyo con sus 38 votos en el Congreso la derogacion del aborto terapeutico. Ese gesto de Ortega, ejecutado por sus diputados, fue el punto de quiebra entre un partido politico que se autodefinia de izquierda y uno de los movimientos sociales mas fuertes de entonces, el feminista. Tambien marco, meses despues, el inicio de una guerra contra las mujeres y las organizaciones que luchaban por sus derechos.
El Frente Sandinista, que en 1979 lidero la ultima revolucion politica-militar de la izquierda de America Latina, sello con esa derogacion una alianza con los sectores mas conservadores del pais para ganar votos y evitar una cuarta derrota electoral de Ortega. “Votos vergonzantes”, titulo El Nuevo Diario, que en su portada destaco la “mojigateria” con la que actuaron los diputados del Partido Liberal Constitucionalista (conservador), la Alianza Liberal Nicaragüense (conservador) y el Frente Sandinista.
“Fue una embestida contra las mujeres”, recuerda la sociologa y defensora de los derechos de la mujer Maria Teresa Blandon. “El Frente Sandinista, hace mucho, dejo de ser lo que era”, añade. Con la derogacion, Nicaragua entro al club de los pocos paises en los que el aborto esta completamente prohibido.
Blandon es activista por los derechos de la mujer desde los 18 años, pero desde julio de 2022 vive un exilio forzado porque Ortega ordeno que no la dejaran entrar a su propio pais, en el contexto de una guerra contra la sociedad civil, en la que desde 2018 han desaparecido 3.106 ONG mediante la anulacion de personerias juridicas.
Las recientes acciones de Ortega contra la libertad de asociacion no son fruto de un cambio de rumbo reciente. Desde el primer momento, al calor del triunfo de la Revolucion Popular Sandinista, el lider rojinegro comenzo a desviarse por caminos torcidos a los principios de izquierda: los campesinos, la clase trabajadora, las feministas e intelectuales que vieron en el FSLN un proyecto politico esperanzador no tardaron en detectarlo, rememoran algunos protagonistas consultados para la elaboracion de este reportaje.
“La guerrilla sandinista era de izquierda, este gobierno no”, afirma a plomo Gioconda Belli. La poeta y novelista nicaragüense, de 72 años, fue perseguida y juzgada por la dictadura de Somoza por su relacion con aquel movimiento armado en los años 70, por lo que tuvo que irse al exilio. Hoy vive en España, exiliada de nuevo, perseguida por la formacion politica que una vez defendio, y de la que Ortega y su esposa Rosario Murillo, tienen el control total. “De aquel FSLN solo quedan siglas, verborrea y colores. Ahora es una agrupacion sin luces”, acusa.
Luis Carrion Cruz, exintegrante de la Direccion Nacional del partido, comparte que la Revolucion alento la creencia en una nacion mejor y en la que los movimientos sociales tendrian protagonismo. “El FSLN queria transformar la realidad, elevar la calidad de vida de la gente que tenia menos” y aposto “por un cambio de sistema, no solo de personas”, recuerda.
Gioconda Belli: “El FSLN dijo que impulsaria el pluralismo politico”
Hoy cree que el cambio pudo responder a la naturaleza militar del sandinismo. “Éramos una organizacion donde lo militar acabo siendo determinante”, señala. A la vez sostiene que la busqueda por centralizar el poder y las exigencias disciplinarias a sus cuadros origino las primeras fracturas entre el FSLN y su entorno social. En el pais llego a creerse que, hecha pedazos la dictadura de Somoza, quedaba eliminada tambien la presa que no permitia fluir la participacion politica de todos. “Como izquierda, el FSLN dijo que impulsaria el pluralismo politico”, recuerda Belli.
Cuarenta y cuatro años despues, Daniel Ortega ha usado el control del Estado para aniquilar a sus adversarios politicos. Ilegalizo partidos, secuestro a sus lideres, invento juicios para encarcelarlos y, recientemente, los desterro, sin ciudadania y sin derechos civiles. “El Frente Sandinista ya es otra historia”, afirma el opositor Luis Fley, un excomandante que combatio al sandinismo de los años 80 junto a unos 3.000 campesinos desde la llamada Contrarrevolucion, conocida como la Contra. “Los campesinos fueron los primeros en ser traicionados por Daniel Ortega”, dice el opositor. “Y desde 2018, traiciono a todo el pais”, agrega Fley, quien en el exilio lidera la Fuerza Democratica Nicaragüense (FDN).
Contra las mujeres y las organizaciones feministas
Agustina lloro con amargura. Hacia tiempo que no se sentia asi: “golpeada, impotente”. La ultima vez fue hace cinco años y dos meses, cuando Leonel, su expareja, le fracturo la muñeca derecha y le hizo sangrar del pomulo izquierdo. Esta vez el agresor no era Leonel, no lloraba de dolor ni sangraba.
“El agresor”, como ella lo llama, vive en Managua, tiene 77 años y lo conocio cuando era un guerrillero. Ella tenia 20 años. “Ese Daniel Ortega ahora es un ladron, un machista”, relata una mañana reciente, la del pasado 8 de febrero, en Matagalpa, en el norte de este pais de 130.000 kilometros cuadrados. Aquel dia comenzo mal para las mujeres en esa ciudad. Policias entraron por la fuerza y tomaron las instalaciones de la organizacion feminista Grupo Venancia, cuya personeria juridica habia sido anulada el 1 de julio de 2022, despues de 31 años de trabajo en defensa de las mujeres.
Los agentes antidisturbios del regimen rodearon la casa, rompieron candados y tiraron puertas. De esa forma, desaparecia el espacio de un grupo de mujeres a las que el Gobierno declaro enemigas, pero que Agustina reconoce como las que la salvaron de una muerte casi segura al lado de Leonel.
La ocupacion de la sede del Grupo Venancia es una estocada contra las feministas
La ocupacion de la sede del Grupo Venancia es una de las mas recientes estocadas oficialistas contra las feministas en Nicaragua. Una guerra que, segun Blandon, ya lleva años, pero se intensifico despues de 2018, con la aprobacion de normas como la Ley Especial de Agentes Extranjeros, con las que el Gobierno cerro mas de 150 organizaciones de la sociedad civil que protegian los derechos de las nicas. Segun las defensoras, detras de la persecucion sin tregua contra el movimiento feminista esta Rosario Murillo, cuyo poder es igual o mayor al de su marido, el presidente Daniel Ortega.
Dos hechos sellaron la ruptura sin reversa del feminismo con el FSLN. El primero fue la denuncia por violacion contra Daniel Ortega que hizo Zoilamerica Narvaez. El 4 de marzo de 1998, la hija mayor de Rosario Murillo acuso a su padrastro de haber abusado sexualmente de ella desde los 12 a los 19 años, y los movimientos feministas no dudaron en llevar el caso a juicio. El segundo hecho fue la penalizacion del aborto terapeutico ocho años mas tarde. El Frente Sandinista desoyo a 25 organizaciones feministas y de derechos humanos y a 21 organizaciones medicas que le pidieron oponerse a la reforma.
En el exterior, la Organizacion Panamericana de la Salud (OPS) advirtio de que la medida aumentaria la tasa de mortalidad materna en Nicaragua, que en 2006 era de 83 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. El Ministerio de Salud informo el año pasado que se habian disminuido hasta un 60% las muertes maternas, pero las feministas lo ponen en duda. En 2017, once años despues de la penalizacion del aborto y diez del Gobierno de Ortega, la mortalidad materna en Nicaragua, segun la OPS, se estimo en 98 por cada 100.000 nacidos vivos.
“Haber abolido el aborto terapeutico convierte el Frente Sandinista en una organizacion en extremo conservadora”, señala Silvio Prado, un investigador de la Red Nicaragüense por la Democracia y el Desarrollo Local.
Adios a los sindicatos
En Nicaragua, solo 24 de cada 100 ciudadanos en edad de trabajar tienen un empleo formal y 76 luchan por sobrevivir en la informalidad y el subempleo, admitio en febrero pasado Ovidio Reyes, presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Meylin Garcia: “todo esta muy caro, esto no se aguanta”
A eso se suma el costo de la vida. La cesta basica familiar cuesta 528,42 dolares, cuando hace un año eran 459,16 dolares, esto significa un aumento del 13,11%. El salario promedio oscila entre 150 y 350 dolares. Meylin Garcia cobra 8.700 cordobas (239,53 dolares) como profesora en una escuela de primaria en Nueva Segovia, menos de la mitad del costo de la canasta basica. “Todo esta muy caro, esto no se aguanta”, dice esta madre de dos niñas.
Con un panorama social tan gris, ningun sindicato en Nicaragua reclama por los bajos salarios, el desempleo y el alto costo de la vida. Entre 1990 y 2006, los sindicatos sandinistas, con Daniel Ortega como lider de la oposicion, promovieron 477 huelgas y paros violentos. Pero desde 2007, cuando Ortega regreso a la Presidencia, ni una sola protesta se ha organizado.
“Estan cooptados, como en los años de la Revolucion, son sindicatos con militancia organica”, explica Silvio Prado quien en aquella epoca integro la Asociacion Nicaragüense de Educadores de Nicaragua (Anden), afin al sandinismo. Y quien ha osado rebelarse fue purgado. Es el caso del fallecido dirigente de la Central Sandinista de Trabajadores (CST) Roberto Gonzalez, quien el 21 de agosto de 2009 le dijo publicamente a Daniel Ortega que el pais no necesitaba “chagüites” (discursos), sino trabajo, comida, salario digno y vivienda. Gonzalez llego a dirigir 284 sindicatos hasta 2011. Ese año Ortega le paso factura “a sus desvarios” y lo retiro de la lista de candidatos a diputado.
La ‘descampesinizacion’ del FSLN
En 1979, nadie puso en duda que un movimiento de izquierda habia conquistado el poder en Nicaragua. El Frente Sandinista aposto por una economia mixta, el pluralismo politico, el no alineamiento y una reforma agraria profunda. “La redistribucion de la tierra que estaba en manos de pocos antes del triunfo de la Revolucion remataba las buenas intenciones del proyecto”, recuerda la escritora y poeta Gioconda Belli.
El campo no era menos desigual que la ciudad en Nicaragua. De los ocho millones de manzanas bajo explotacion agropecuaria, por ejemplo, casi tres millones, el 36%, estaban repartidas en propiedades superiores a las 500 manzanas y en manos de muy poca gente, anota la revista Envio. [Una manzana equivale a 0,7 hectareas].
Asi, el nuevo Gobierno tenia la responsabilidad de cambiar esa realidad abrumadora en el campo: las pequeñas fincas de menos 50 manzanas solo representaban el 17,5% de la tierra en explotacion. Nueve años mas tarde, en 1988, de esos ocho millones de manzanas, el 48% integraba ya el sector beneficiado con la reforma, y producian.
Las propiedades agricolas en manos de los pocos privados se redujeron en al menos 3,7 millones de manzanas, es decir la mitad. Las grandes propiedades de mas de 500 manzanas llegaron a ser solamente medio millon de manzanas, el 6,4% del total de la epoca.
“La cuarta parte de las tierras agricolas de Nicaragua pasaron a ser explotadas de forma colectiva”
“La cuarta parte de las tierras agricolas de Nicaragua pasaron a ser explotadas de forma colectiva, en cooperativas y empresas agropecuarias estatales, de acuerdo al modelo que impulso la Revolucion”, comparte un investigador de la revista, que pide hablar bajo anonimato por encontrarse actualmente en Nicaragua y por ello podria sufrir represalias. Esos logros se debieron en gran medida a un movimiento fuerte del campesinado organizado en la Asociacion de Trabajadores del Campo (ATC), surgido a finales de 1978 y que se visibilizo mas con el triunfo revolucionario.
Pero muy pronto las cosas comenzaron a cambiar. “Los campesinos no escaparon a que el FSLN los considerara aparatos de la Revolucion, por lo que los coopto tambien”, agrega Belli. “Perdieron su autonomia y los convirtieron en activistas”.
En 1981, el Gobierno revolucionario inicio, como parte de la Reforma Agraria, la organizacion de las cooperativas, cediendo tierras al campesinado, pero sin titulos. La mayoria seguiria igual, sin tierras. “Echo a andar un regimen corporativo que dejo a los campesinos bajo mando de cooperativas, donde los liderazgos se ejercian de forma ideologica y sin autonomia. Esto genero crisis en ese movimiento”, añade Silvio Prado.
La primera secuela de este descontento es la division del campesinado. Una muy buena parte sale de la ATC y funda su propia organizacion: la Union Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG) asumio la demanda campesina insatisfecha por la tierra. “Se dan cuenta de que la organizacion no busca soluciones a sus problemas, que tenian que ver con la tierra. Eso explicaria porque mas adelante se unirian a una lucha armada, a lo que despues se conocera como La Contra, anota el exguerrillero urbano Moises Hassan.
La derrota electoral del sandinismo en 1990 tiene un poderoso impacto en las relaciones del FSLN con los movimientos sociales. El campesinado llego resquebrajado por la guerra y se produjo una desbandada en el Frente Sandinista. En 2013, los campesinos se organizaron para defender sus tierras frente a un enemigo conocido y la delirante idea del canal interoceanico que partiria en dos el pais para competir con Panama.
Ortega no dijo que el canal interoceanico afectaria a las poblaciones de 13 municipios
La magna obra, que sigue nueve años en papel, cruzaria el territorio nacional de este a oeste, con una extension total de 278 kilometros, incluido un tramo de 105 kilometros del Lago Cocibolca. Lo que ni Ortega ni sus funcionarios dijeron en publico es que afectaria a las poblaciones de 13 municipios, segun la Red por la Democracia y el Desarrollo Local. La lucha contra el canal convoco a los campesinos a integrar el llamado Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, Lago y Soberania, tambien conocido como Movimiento Campesino Anticanal.
Tras las revueltas de 2018, varios lideres campesinos fueron apresados, acusados de terrorismo y sentenciados, primero en 2019 y nuevamente en 2022. El 13 de junio del 2019, vencio el plazo de seis años para que la empresa extranjera aportara pruebas sobre la financiacion del proyecto interoceanico. Segun la Ley, pasado ese tiempo, la concesion queda suspendida y la norma deberia derogarse, pero Ortega la mantiene viva, y con ello, persiste la amenaza contra los campesinos y sus tierras.
Rebelion en las aulas
La Nicaragua de abril de 2018 unio a dos generaciones en un interes comun: jubilados y millennials se vieron en las calles entre palos, piedras y bombas lacrimogenas. De pronto, el pais ardia bajo la peticion de derogar una injusta Ley del Seguro Social para los primeros y que afectaria a los segundos al paso de los años. Ortega, autor de las reformas, se nego a escuchar y respondio con violencia con el resultado de cientos de muertos y heridos, y la exigencia paso de pedir la derogacion de una ley a que dejara el poder.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comision Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que investigo los asesinatos durante las protestas, explico en uno de sus informes que el estallido social fue el producto “de años de procesos institucionales y practicas estatales que fueron coartando la expresion ciudadana”.
La organizacion universitaria habia sido clave para la insurreccion de 1979. Para el sandinismo, la universidad era ante todo una plataforma de lucha social. “De ahi surgio lo que se conocio como Frente Estudiantil Revolucionario (FER), que el FSLN uso para proyectar hacia los barrios la lucha ideologica contra el dictador de aquellos años (Somoza)”, señala el comandante Carrion Cruz.
El movimiento estudiantil tampoco pudo escapar a la crisis surgida tras la derrota electoral del FSLN en 1990, que afecto el andamiaje de poder del Frente; una derrota condimentada por una especie de ruptura generacional de su dirigencia.
En 1990, los estudiantes todavia tenian fuerza para volver a las calles
En los primeros años de los noventa, los estudiantes todavia tenian fuerza para volver a las calles y lo hicieron para reclamar la entrega presupuestaria al fondo de becas. En 1992, paralizaron el pais durante 50 dias, siendo esta una de las huelgas mas largas. Entre 1990 y 2006, tomaron las calles casi cada año.
Durante el estallido social de abril de 2018, la Union Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEM), nacida bajo el sandinismo, se desentendio y nego estar detras de la protesta. La respuesta del Gobierno fue muerte y represion contra los estudiantes: 355 personas fueron asesinadas por policias y parapolicias, segun la CIDH. Sus informes señalan que el Estado armo a fuerzas irregulares para disparar a matar; y asi se desato una crisis que persiste hasta hoy.
La reforma de la Ley de Autonomia Universitaria excluyo de fondos estatales a dos universidades de donde provenian los estudiantes que lideraron las protestas y dejo en manos del Consejo Nacional de Universidades, institucion rectora de centros publicos, la distribucion de los fondos estatales bajo criterios discrecionales y no en cumplimiento de la ley.
El 3 de diciembre de 2018, durante el XVI Congreso de la UNEN, la dirigencia juro lealtad a Daniel Ortega y, en un hecho sin precedentes en la historia de este movimiento estudiantil, su presidente Luis Andino, pidio “sacar a las universidades enemigas de la Revolucion del presupuesto del Estado”. Ortega, por supuesto, se lo concedio.
Este reportaje forma parte de ‘Nicaragua: Sueños Robados’, un proyecto de periodismo colaborativo y coordinado por la alianza de medios Otras Miradas, con la colaboracion de Desinformemonos, de Mexico; los nicaragüenses Divergentes, Despacho 505 y Expediente Publico; Agencia Ocote, de Guatemala; y Publico, de España.