En la perturbadora mente del asesino mas famoso de Irlanda, Malcolm Macarthur : Entretenimiento de España
Para rizar el rizo, la policia le detuvo en la casa en que se refugio, la de su amigo Patrick Conolly, nada mas y nada menos que el fiscal general de Irlanda, que estaba fuera del pais y acabaria dimitiendo. Condenado a cadena perpetua, paso 30 años en prision. Su caso copo la atencion de la prensa irlandesa, de el se hicieron documentales y ‘podcast’, y sirvio de inspiracion a John Banville para el protagonista de la trilogia que inicio con ‘El libro de las pruebas’. Hoy forma parte del imaginario del pais.
Tras salir libre, en 2012, nunca hizo declaraciones publicas. Hasta que el irlandes Mark O’Connell (Kilkenny, 1979) se gano su confianza y le convencio para que hablara sobre lo que hizo. El resultado de sus entrevistas y de su investigacion es el ‘true crime’ ‘Un rastre de violència’, cuyos derechos en catalan compro Comanegra antes de ser reconocido con el Irish Book Awards al mejor libro de no ficcion de 2023 y aplaudido por autores como el propio Banville, Sally Rooney, Philippe Sands, Emmanuel Carrère o Colm Toibin.
“Dublin es una ciudad pequeña, y cuando veia a Macarthur por la calle era como un fantasma por el que sentia curiosidad. Cuando lo conoci se convirtio en algo mas inquietante: un ser humano perturbador. Y vi que no era un monstruo. Sin perder de vista el horror de los asesinatos que cometio, no quise olvidar la humanidad compleja que hay tras una infancia oscura que pudo contribuir a que fuera capaz de hacer lo que hizo”, explica por videoconferencia O’Connell sobre “un niño reprimido emocionalmente, con una madre fria, distante e insensible que luego diria ‘si tienen que colgarlo que lo hagan’, y un padre violento y alcoholico”.
O’Connell, doctor en literatura inglesa, autor de libros como ‘Como ser una maquina’ (Premio Rooney; en Capitan Swing) y colaborador de medios como ‘New Yorker’ o ‘The Guardian’, hizo su tesis sobre la ficcionalizacion del caso de Macarthur que hizo Banville, al que conocio y admira. Pero no solo eso le llevo hasta el asesino. Sus abuelos vivian al lado de la casa del fiscal general en la que este se oculto cuando O’Connell tenia tres años. Aunque ha leido “libros brillantes como ‘A sangre fria’, de Truman Capote, o ‘El adversario’, de Emmanuel Carrère“, no le interesa el ‘true crime’ como genero, asegura el escritor. Lo que le cautivo fue “la figura de una persona cultivada, de familia de clase alta y noble, muy cercana al poder hasta el punto de provocar ese escandalo politico”. Eso le permitia, apunta, hablar del pasado y presente de su pais.
“Convenci muy rapido a Macarthur para que hablara conmigo para el libro. Queria explicar sus crimenes, hablar de sus padres, su vida… Pero me di cuenta de que deberia abrirme paso entre mentiras y engaños para descubrir las verdades”, admite. “Él insistia muchisimo en que sus asesinatos no definian quien era, que aunque los hubiera cometido, no era un asesino -cuenta O’Connell-. No demostraba ni arrepentimiento ni culpa, creo que lo minimizaba. Y, aunque intentara negarlo, lamentaba lo que hizo porque le habia destruido la vida. Su razon para matarlos era que sino habria tenido que buscarse un trabajo para vivir. No captaba la magnitud moral de lo que hizo, algo que intente hacerle notar si exito”.
De hecho, añade, “utiliza terminos de expertos para describir los asesinatos: ‘el cerebro pico contra la parte interna del craneo, eso fue la clave de la muerte’. O dice: ‘ella no deberia haber vuelto al coche, no deberia haberse resistido’ o el granjero no tendria que haber querido quitarle la pistola. En realidad, creo que se sintio sobrepasado, perdio el control sobre su vida y tomo la decision absurda de robar un banco. La perdida de control es fuente de mucha violencia, sobre todo en los hombres, no hay mas que ver la violencia machista”.
Narcisista patologico
Antes de condenarlo, a Macarthur, que insistia en que estaba sano, lo examinaron psicologos y psiquiatras. “Ninguno identifico ninguna enfermedad psiquiatrica. Con los que yo hable me dijeron que el hecho de que racionalizase sus acciones sugeria cierta psicosis. Es probable que sea asi, y se podria decir que es un narcisista patologico, pero en el libro preferi una exploracion mas literaria”.
Tras leer el libro estaba enfadadisimo. Yo sabia que no le gustaria, que se sentiria traicionado