SLT-FAUBA: “Debemos repensar nuestros sistemas pastoriles” – este medio : Entretenimiento de Argentina
La ganaderia produce varios gases de efecto invernadero, y la urgente necesidad de cuidar el ambiente ubica al sector en el centro del debate. Desde la FAUBA analizan los problemas de la actividad y llaman a reducir las emisiones y a aumentar la fijacion de carbono.
Los efectos del cambio climatico son un problema cada vez mayor, y el sector agropecuario no es ajeno a esta realidad. Al igual que en otros paises, la ganaderia argentina emite gases de efecto invernadero (GEI) como el metano, el oxido nitroso y el dioxido de carbono, motores del calentamiento global. Desde la Facultad de Agronomia de la UBA (FAUBA) señalan que una produccion ganadera nacional mas eficiente traeria beneficios a nivel local y global. Por medio de manejos relativamente sencillos y accesibles se podrian recuperar suelos y recursos forrajeros y, al mismo tiempo, disminuir sus emisiones, satisfacer demandas de exportacion y aumentar la sustentabilidad en el largo plazo.
“Este es un tema candente, sobre todo a la luz del reciente informe del Panel Intergubernamental Sobre el Cambio Climatico. En el planeta, somos casi 8000 millones de personas que aspiramos a vivir lo mejor posible. El informe plantea la necesidad de dietas mas balanceadas, y eso incluye comer carne. En particular, la ganaderia impacta sobre el ambiente al emitir varios gases de efecto invernadero, como el dioxido de carbono, el metano y el oxido nitroso”, dijo Martin Garbulsky, docente de Forrajicultura en la FAUBA. En este marco, cabe preguntarse: ¿existe un balance de emisiones de la ganaderia argentina?
Segun Garbulsky, quien tambien es investigador del CONICET en el instituto IFEVA (UBA-CONICET), el ultimo informe de la NASA sobre cambio climatico, basado en datos satelitales, muestra para los distintos paises del mundo el balance entre las emisiones y la captacion de CO2. Sin embargo, no incluye al metano ni al oxido nitroso. La publicacion tampoco hace referencia a la ganaderia ni a ninguna otra actividad productiva en particular, dado que ese no fue el proposito del trabajo.
“Debemos ser muy cuidadosos en cuanto a los balances: no es lo mismo el de dioxido de carbono que el de todos los gases de efecto invernadero. No se trata solo de lograr una ganaderia carbono neutral, sino de que todo el sistema ganadero-pastoril capte el CO2 y los demas gases de efecto invernadero presentes en exceso en la atmosfera”, advirtio Martin. Ademas, agrego que hoy en dia, los productores ganaderos deberian preguntarse como mejorar los manejos y las ineficiencias de la actividad y, al mismo tiempo, disminuir sus emisiones.
Emisiones preocupantes
Desde su rol como Director de la Especializacion en Sistemas Pastoriles en la Escuela para Graduados de la FAUBA (EPG), Garbulsky, preocupado por las emisiones de metano, sostuvo que “uno de los problemas de la ganaderia argentina es que existen muchas vacas —sobre todo en la actividad de cria—, y que cada una emite gases, pero produce pocos terneros. Entonces, lo primero que habria que pensar es como producir la misma cantidad de terneros, o mas, con menos vacas. Eso aumentaria la eficiencia y reduciria las emisiones por kg de carne producido”.
En esta linea, Martin agrego que para que la produccion ganadera argentina y la mundial logren una menor huella de carbono, se deberian manejar mejor los recursos forrajeros; en particular, el suelo. “La idea es que fijen mas carbono y se conviertan en un gran reservorio de este elemento”.
Garbulsky tambien se refirio a la necesidad de ajustar la cantidad de animales que puede pastorear un campo. “Todavia existe una concepcion antigua de que los campos tienen una receptividad determinada y fija de animales. Eso va en contra de la variabilidad natural y climatica de los sistemas ganaderos. Hoy, usando informacion satelital disponible en Internet se pueden ajustar las cargas animales en funcion de la produccion de pasto”.
Feedlots: ineficientes y necesarios
“Si bien es deseable que los animales se engorden sobre recursos forrajeros, una parte significativa de la carne que consumimos proviene de animales engordados en feedlots —es decir, a corral—. Estos sistemas son emisores netos de metano y de oxido nitroso, y tambien de GEI que se originan a partir de los combustibles fosiles que se queman para mantener a los animales alli dentro. Sin embargo, son una herramienta fundamental para reducir los tiempos de engorde y asi producir con una menor huella ambiental”, aseguro Garbulsky.
Martin puntualizo que los feedlots poseen ciertas ineficiencias, derivadas sobre todo del poco registro de datos sobre la cantidad y la calidad de alimento que se le da a los animales, y el engorde que se logra. “A esta altura, existen sistemas de informacion digital simples y poco costosos que pueden ayudar a monitorear y manejar datos, medir eficiencias y tambien estimar las emisiones de GEI”.
Y añadio: “Ademas, hay otras dimensiones para analizar sobre los feedlots. Una es que los granos no provengan de sitios ‘habilitados’ por deforestacion, una practica que potencia las emisiones de GEI. Otra, por ejemplo, tiene que ver con la calidad de los alimentos, ya que los de mejor calidad generan menos emisiones de metano y viceversa. Incluso, seria deseable ajustar los manejos para producir los mismos kilos de carne con menos grano”.
El investigador aclaro que, de todas maneras, la Argentina esta lejos de los paises que mas GEI emiten, que son China, Europa y Estados Unidos. “Aunque a nivel mundial nosotros emitimos solo el 1% de estos gases, igualmente tenemos que ocuparnos de reducir cada vez mas los impactos de nuestra ganaderia en el ambiente. ¿Por que? Porque, por ejemplo, si nuestra carne va a ser exportada, vamos a tener que estar en condiciones de ponerle un sello de poca emision o de poca huella ambiental”.
Adelantar el futuro
“Debemos repensar nuestros sistemas pastoriles. Un punto clave sera recuperar recursos forrajeros como las pasturas de alfalfa, y para eso habra que mejorar los niveles de nutrientes en los suelos para que puedan captar el carbono atmosferico en exceso. Pero insisto, de ahora en mas, la manera en que desarrollemos la ganaderia —los manejos que apliquemos y las tecnologias que adoptemos— determinara que los suelos funcionen o no como reservorios de carbono”, enfatizo Garbulsky.
Por ultimo, el docente de la FAUBA hizo hincapie que aunque el contexto economico-social a menudo juega en contra, existen alternativas de manejo como las mencionadas, relativamente accesibles y sencillas, para disminuir el impacto de la ganaderia en el ambiente. “Por un lado, es muy importante no confrontar y mirar hacia dentro de la ganaderia sin aferrarnos a cualquier numero que diga que la Argentina es verde. Por otro lado, es fundamental capacitarse. En la Especializacion en la EPG, estos temas se discuten permanentemente, y creo que es la forma de trascender a los ambitos productivos, a los academicos y a la sociedad entera”.
POR: PABLO ROSET (SLT-FAUBA)