Cartas de amor con mucho arte : Entretenimiento de España
«No estes triste –pinta y vive–. Yo te adoro con toda mi vida». Frida Kahlo escribia estas entregadas lineas a su amado Diego Rivera en enero de 1948. «Su ausencia se me hace insoportable. Pongo su regreso entre los mas dulces deseos que pueda formular», escribia en agosto de 1822 Theodore Gericault a su idolatrada Madame Trouillard. Son solo una par de muestras de las 34 cartas repletas de amor y juicios esteticos que una quincena de genios de la pintura redacto a los largo de los dos ultimos dos siglos y que el Thyssen expone ahora junto algunas de sus mejores obras.
Unas misivas a menudo acompañadas de bocetos y dibujos que revelan la intimidad y los anhelos esteticos y vitales de sus autores. Cartas manuscritas de maestros de la pintura que colecciona la francesa Anne-Marie Springer y que el museo exhibe hasta el 25 de septiembre repartidas por varias de sus salas. Son las joyas mas valiosas de la coleccion de cartas y postales firmadas por pintores como Delacroix, Degas, Manet, Monet, Matisse, Cezanne, Van Gogh, Gauguin, Leger, Pisarro, Juan Gris, Egon Schiele, Frida Kahlo o Lucien Freud y que se exponen por primera vez en España.
«La escritura de muchas de estas cartas es tan reveladora como las pinturas de sus autores y nos desvelan realidades que ignoramos», coinciden el director artistico del Thyssen, Guillermo Solana, y la dueña de las cartas. «Hay piezas espectaculares por su contenido. Son cartas de una honradez magnifica y al leerlas podemos sentir las tripas de los artistas», dice orgullosa su propietaria.
Ha seleccionado las cartas Clara Marcellan, comisaria de la muestra y conservadora de pintura moderna del Thyssen, que ha respetado el criterio que dio origen a esta coleccion tan singular, limitada al principio a las cartas de amor. «Pero en ellas encontramos tambien la expresion de ideas –que los pintores ilustran a veces con pequeños bocetos–, inseguridades, la defensa de su arte, la celebracion de triunfos, detalles del proceso creativo de una obra, referencias a acontecimientos historicos y una gran variedad de sentimientos que nos acercan a la vida y personalidad de los artistas y una forma diferente», resume la comisaria.
Cuidada caligrafia
Sabemos asi que Delacroix encuentra la felicidad «en estar satisfecho con uno mismo», como le escribe a Josephine Forget. Que Van Gogh, con cuidada caligrafia, ya se consideraba fuera de si cuando llego a Arles, donde se sintio mas que feliz. «El bello sol de aqui, en pleno verano. Te golpea la cabeza y no dudo de que uno acaba volviendose chiflado. Pero como ya lo estaba antes, no hago mas que disfrutar de el», escribe el inestable pintor del pelo rojo a Émile Bernard en agosto de 1888. Tambien describe ‘Los descargadores en Arles’, la obra que estaba pintando y junto a la cual se exhibe su carta.
Gauguin, tambien con una pulcra y apretada caligrafia, redacta un manifiesto estetico en la misiva que envia desde Tahiti en 1899 a su amigo William Molard, en respuesta a las criticas nada favorables de Andre Fontainas en el ‘Mercure de Fance’. «El Tamesis era oro puro» describe Monet a Alice Hoschende, su segunda esposa en febrero de 1901, a quien hara participe de sus dificultades en Londres y Noruega. Matisse relata a su esposa sus viajes por Marruecos con infinidad de bocetos y Juan Gris relata en sus cartas a Josette, su mujer, los pormenores de su trabajo para los ballets de Diaghilev.
Atencion especial merecen la cartas escritas en tiempo de guerra por Egon Schiele, Fernand Leger, Gala –esposa y musa de Dali– o Max Pechstein. «Me han destinado al Regimiento 75, al ‘servicio de vigilancia’», informa Egon Schiele a Edhit Harms, su futura esposa, en junio de 1915. «Los obuses pasan sobe mi cabeza», relata Leger a Jeanne Lohy en enero del mismo año. «No te pasees por los bosques, por ningun lado donde podrian matarte o hacer prisionero», ruega a Gala a su primer marido, Paul Éluard en noviembre de 1916, en plano fragor de la I Guerra Mundial.
Anne-Marie Springer empezo a coleccionar cartas amor en 1994, tras el nacimiento de su hija «para poder dejarle un legado de palabras cuando el correo electronico y los SMS comenzaban a amenazar a la escritura». En la actualidad son mas de 2000 las piezas que atesora en su coleccion. La mas antigua data del siglo XV y la mas reciente de los años 1970. La primera carta que llamo su atencion fue una firmada por un joven Napoleon Bonaparte para su mujer, Josefina. Luego adquirio cientos de misivas, alguna tan curiosas cono una en la que una amante de Victor Hugo reclamaba al escritor que le devolviera sus bragas.
En los ultimos años Springer ha ampliando su interes inicial por la correspondencia romantica hacia temas diversos, como la historia, la literatura, los espectaculos la musica y todas las artes en general. Se ha centrado en cartas de pintores en las que destaca «la coherencia entre su arte y su pensamiento». Asegura que encuentra e ellas evidentes correspondencias entre el estilo pictorico y la caligrafia, mas que patente en el caso de Egon Schiele.