Yo fui santa – Juan Luis Cano : Entretenimiento de España
Juan Luis Cano
Editorial: Menoscuarto
Año: 2023
Sinopsis: Nos encontramos en un pueblo minero en los años en los que el carbon todavia era un reclamo para buscar trabajo y la mina proporcionaba sustento a muchas familias. Una niña que crece en un hogar en el que los recursos y, sobre todo, el apego brillan por su ausencia, se ve atrapada en el epicentro de un fraude del que no tiene nada que ver.
Sin comerlo ni beberlo pasa a protagonizar un enredo que cada vez se va a ir haciendo mas y mas complicado sin que ella pueda hacer nada por evitarlo. Personajes cada vez mas estramboticos se van uniendo a esta pantomima que con el paso de las paginas se va haciendo totalmente insostenible y tramposa.
Por que recomendamos ‘Yo fui santa’, de Juan Luis Cano
Lo primero con lo que nos topamos al abrir las paginas de este libro es con un ambiente represivo. Una atmosfera que impregna toda la novela y que tiene un doble proposito. Por un lado entendemos el marco en el que la protagonista de la obra tiene que vivir y hace que empaticemos con ella enseguida. Por otra, el ambiente que se respira en las paginas de este libro oprime tanto que hay una sensacion de desasosiego que nos acompaña en sus paginas y no nos suelta. Maxime, cuando la protagonista de ‘Yo fui santa’ es una preadolescente.
Llega un punto en el libro en el que a la chica, que no puede hacer sino buscar con su hermano pequeño una via de escape para tanta miseria, le hacen participe de una espiral de mentiras y de una historia fraudulenta sin que la pobre pueda hacer nada para salir de ella. Es una engañifa urdida justo en el unico sitio al que los dos acudian para intentar ser un poco felices. Pero ni eso les conceden.
Con mucho humor negro y cierto toque de costumbrismo, la historia se va complicando cada vez mas hasta el punto de que parece imposible que exista una salida digna para todos. Esta novela subraya el como la desesperacion y la vida miserable hacen que se pueda alargar y complicar una mentira. Hasta el punto de implicar a quienes menos culpa tienen de toda esta situacion: los niños.