Los angeles del verano: justos de efectivos en Asturias : Noticias de España
Por fin. Tras dos veranos marcados por las limitaciones para frenar la covid, llega un periodo estival en el que se ha vuelto a la normalidad al recuperar los festivales, macrofiestas y tradiciones propias de la epoca. Y eso se conjuga con las bonitas playas y el paisaje montañoso que convierte a la region en un destino unico. Todos esos factores contribuyen a que quien venga a Asturias tenga muchas opciones para disfrutar, pero nadie debe olvidarse de tener presente los multiples peligros que, pacientes e impasibles, esperan a que alguien cometa un error para convertir un dia festivo en una tragedia. Por ello, 800 policias locales, 1.300 agentes de la Guardia Civil, 1.000 de la Policia Nacional, 80 bomberos, 1.100 socorristas, 500 tecnicos de ambulancia y 20 miembros del Grupo de Rescate e Intervencion en Montaña velaran por la seguridad de todos los asturianos y los visitantes durante este verano. Y aunque cada cuerpo tenga sus propias reivindicaciones, hay un denominador comun: «Nos faltan efectivos».
En el caso de los policias, su queja es muy conocida. En las zonas turisticas, la poblacion se multiplica. Los refuerzos son, a ojos de los propios agentes, pocos y, ademas, los tres cuerpos con representacion en la region solo cuentan con un tercio de sus plantillas en un turno dado, a causa de los calendarios de vacaciones y descansos. «Muchas veces la gente nos acusa de permitir los botellones en las fiestas. Simplemente es que no tenemos medios suficientes para disolverlos y, mientras no se sobrepasen los limites, es preferible no intervenir y centrarnos en cuestiones mas importantes», señala Ildelfonso Rodriguez, del Sindicato Independiente de Policia Local de Asturias (Sipla). Abel Rodriguez, secretario del sindicato policial Jupol, recuerda que «actuar con menos efectivos de los necesarios, lejos de garantizar la seguridad, puede provocar problemas mayores».
Normalmente, en las grandes aglomeraciones, segun señala Ildefonso, «hay grupos exaltados que no saben lo que es el respeto». Aunque esto se debe a la falta de educacion, considera necesario que se endurezca la pena por atentar contra la autoridad, una figura que incluye mucho mas que la violencia. «En Reino Unido, nadie se plantea la desobediencia, porque la broma sale mucho mas cara», afirma. En este sentido, Roberto Estrada, portavoz de Justicia para la Guardia Civil (Jucil), insiste en que los agentes «estamos para ayudar y velar por la convivencia y la seguridad de todos, y no para perjudicar a nadie». Sin embargo, muchas veces los ciudadanos no tienen esa percepcion. Por ejemplo, cuando llueve fuerte en las fiestas, la gente se trata de cubrir donde pueda y, entre el listado de opciones, muchos lo hacen debajo del escenario. La policia siempre advierte del peligro que entraña porque, en el improbable caso de que el escenario ceda, se produciria una catastrofe, pero muchos son reacios a salir y eso obliga a los agentes a ser mas contundentes.
En el caso de los socorristas, el problema se agrava al no tener capacidad de proponer para sancion, «algo que seria fundamental». Esto provoca que la bandera roja, con significado de prohibido el baño, suponga un reto para algunos bañistas que, lejos de obedecer, buscan cualquier despiste de los socorristas para refrescarse. En muchos arenales de la region, y delimitada entre dos banderas clavadas a la orilla del agua, se establece una zona de baño. «A veces, aunque deberiamos poner la roja, cambiamos al color amarillo para que la gente tenga un espacio en el que meterse al agua. Al fin y al cabo, lo van a hacer igual y es preferible que sea de forma vigilada», afirma uno de los socorristas del equipo de Castrillon. Pese a todo, hay gente que tambien ignora esa indicacion. En una playa como la de Salinas, todo el tiempo tienen que estar advirtiendo a la gente de que se esta bañando en una zona prohibida. «Esto siempre es dificil, pero con 24 socorristas, en lugar de los 36 que deberiamos de ser, resulta casi imposible», señala el equipo.
De la falta de personal tambien se quejan los bomberos. «En Asturias, la poblacion durante el verano se multiplica, y somos menos que nunca para cumplir con nuestra funcion», señala Juan Carlos Gonzalez, ‘Cuni’, el nuevo presidente de la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales. A esto se añade que en verano hay un enemigo adicional: los incendios forestales. En funcion de la gravedad de los mismos, tiene que acudir a la emergencia personal de diversos parques de bomberos. Sin embargo, muchas veces se recurre a horas extras y jornadas eternas «que sacamos adelante gracias al gran esfuerzo de todos los profesionales».
Mas satisfecho esta Javier Álvarez, presidente del Comite de Empresa de Transinsa. Las emergencias sanitarias ascienden durante el verano a causa del aumento de la poblacion por la llegada del turismo y «por los golpes de calor, pero, conscientes de este incremento de atenciones, aplicamos los refuerzos suficientes». Añade que desempeñan una labor clave «porque esta en juego la vida de los demas».
Ademas, durante los ultimos veranos tambien ha ascendido el numero de personas que se decantan por la montaña para pasar sus vacaciones y, en consecuencia, «el numero de rescates a causa de gente con escasa preparacion y comportamiento negligente». Asi lo señala Pablo Villabrille, jefe del Greim en Cangas de Onis, que insiste en que en la mayoria de las ocasiones, «los accidentes son evitables». Ademas, en funcion de la complejidad del rescate, en caso de que se precise de mas personal, se pide ayuda al de otras autonomias en zonas limitrofes.