Liberland: viaje a un micropais de anarcocapitalistas, megalomanos y ‘criptobros’ : Internacional de
Cuesta comenzar a escribir este articulo sin pensar, aunque sea durante unos pocos segundos, que no lo vale. Que Liberland no es mas que una anecdota que no trasciende su condicion.
Algo asi pensaron los periodistas y documentalistas Timothee Demeillers y Gregoire Osoha poco antes de desembarcar en Liberland por primera vez. Mas de un lustro despues, sin embargo, publican en castellano Viaje a Liberland (La Caja Books), un libro que bien podria llamarse Viaje a una fantasia.
La Republica de Liberland ocupa apenas 7 kilometros cuadrados. Iza su bandera a orillas del rio Danubio, en un terreno boscoso que hace frontera entre Serbia y Croacia. Liberland se asienta en una de esas rarezas de terra nullius -tierra de nadie- que existen en el mundo.
Gornja Siga, nombre del barrizal, no fue reclamada por ninguno de los implicados en las guerras que asolaron la region en la descomposicion yugoslava, a finales del siglo pasado.
A esta pequeña verdad se confio Vit Jedlička, politico de origen checo, para proclamar la ribera como nacion soberana y a el mismo como presidente en 2015. Lo hizo en el aniversario de Thomas Jefferson, el 13 de abril, con los votos de su novia, Jana, y un amigo de la infancia que lo acompaño en ese primer envite colonizador.
Liberland pretende ser un pais sin impuestos, financiado con aportaciones voluntarias
No era la primera vez que alguien apostaba por fundar asi un pais. Otros intentos previos fueron la Republica de Minerva, creada por un multimillonario en un arrecife del Oceano Pacifico, o el Principado de Sealand, en una plataforma marina.
Vive y deja vivir es aun hoy el lema de Liberland. La bandera que Jedlička clava aquel abril en el terruño se compone de un fondo amarillo con un escudo, atravesado por una franja negra. En ella predominan los colores del libertarismo norteamericano.
La idea que sostiene la iniciativa es, aparentemente, simple: Liberland pretende ser un pais sin impuestos, financiado con aportaciones voluntarias.
Un paraiso fiscal extremadamente orgulloso de serlo. Un Estado creado de la nada que eleva las ideas del anarcocapitalismo: la inviolabilidad absoluta de la propiedad privada y la falta de intervencion estatal. Y que, ademas, lo hace entre dos Estados con fuertes identidades nacionales, paises que aun estan negociando con su pasado.
En la primavera de 2015, el interes por la nueva republica desborda las redes. Las reacciones de los Estados vecinos llegan con apuro. Serbia sentencia que se trata de un “acto frivolo”. Croacia se demora un poco mas en pronunciarse hasta que, ante la evidencia de que Liberland no es un meme de Reddit, la cataloga como “provocacion menor”.
Aun asi, la Policia croata despliega efectivos en lanchas que procuran tirar para atras a aquellos que intentan alcanzar Gornja Siga, bajo amenaza de detencion. Un hecho que algunos aprovechan para conseguir una foto que apuntale la supuesta legitimidad de esta micronacion inexistente.
Vit Jedlička y un grupo de amigos comienzan a recibir centenares de miles de peticiones de ciudadania. Como respuesta, invitan a la gente a hacer donaciones al proyecto. Asi comienza la andadura de Liberland: con transferencias de Paypal y una decena de convencidos estableciendo contactos durante catorce horas diarias.
Timothee Demeillers y Gregoire Osoha escuchan hablar de Liberland poco antes de su primer aniversario, mientras hacen un reportaje sobre la estela de la guerra en Vukovar, Croacia.
Los periodistas pronto entienden que aquello va mas alla del antojo de un excentrico
“Deberiais ir a visitar Liberland, asi os distraeriais un poco de vuestras investigaciones, son tan deprimentes”, les dice una conocida. No lo dudan demasiado y, poco tiempo despues, se citan con el presidente a la orilla del Danubio.
Jedlička aparece en la ribera conduciendo un deportivo, embutido en un traje gris oscuro. El presidente cruza con ellos en barca hasta el terruño.
Tras esa toma de contacto, los periodistas se sumergen durante meses en las redes de los defensores del proyecto. Pronto entienden que aquello, que les parecia “una broma”, va mas alla del antojo de un excentrico.
“Nos dimos cuenta de que habia un significado mas profundo. Que esas ideas tenian mucho mas impacto en Europa de lo que pensabamos. Aunque no se definan puramente como libertarias, son el tipo de ideas que alimentan el discurso de muchos partidos de extrema derecha. Por eso pensamos que detras de Liberland habia una historia que decia algo sobre nuestro tiempo”, explica Demeillers.
Liberland tambien abriga a defensores de diferentes teorias conspiranoicas y negacionismos. En Viaje a Liberland, la supuesta ministra de Justicia del pais asegura, ante el desconcierto de los dos periodistas, que el asedio de Sarajevo ocurrio “al reves” de como se cuenta. Un tipo afirma que el mundo se va a pique por el avance del ecofascismo y los derechos LGTBI+. Jedlička dice no creer en el calentamiento global.
“Muchas personas con las que nos hemos ido encontrando son muy escepticos con la informacion oficial y los Estados”, apunta Demeillers. “Es normal en un proyecto asi. Creo que hay una conexion entre las teorias conspiranoicas y este pensamiento libertario, ya que en esencia suelen creer en informaciones alternativas”, añade Osoha.
En 2017, se contabilizan un total de 480.000 solicitudes de ciudadania de Liberland, segun sus impulsores. Algunas de ellas son peticiones de ciudadanos de paises inestables. Otras vienen de gente desencantada que vislumbra la promesa de una libertad de interpretaciones variables. Y, como es de esperar, Liberland atrae a convencidos de las criptomonedas, siempre a la caza de terrenos virgenes de impuestos.
En busca de reconocimiento
Vit Jedlička, rubio y siempre de traje, parece un personaje de un comic de DC. Publicista checo, graduado en economicas, integra el Partido de Ciudadanos Libres en su pais natal. Una organizacion que aboga por la privatizacion absoluta, la disminucion de los impuestos y la salida de la Union Europea.
Jedlička asiste a salones de criptomonedas y da conferencias en foros de euroescepticos y ‘think tanks’ de extrema derecha
Al fragor de esas ideas, y tras estrellar sus ambiciones contra la realidad de su pais, Jedlička decide subir la apuesta. Cuenta entonces con poco mas de treinta años.
Cuando la idea de crear un pais se extiende por su cabeza, Jedlička investiga los lugares en los que podria asentarse. Sopesa algunas parcelas en la Antartida y en África, pero el territorio balcanico de Gornja Siga le parece mas comodo.
No se sabe con precision a que se dedica Jedlička para pagar las facturas aparte de la absorbente tarea de ser presidente.
“Él actua como tal, se cree el proyecto. Al mismo tiempo, siempre esta ocupado. Usa a la gente para sus intereses. Si le interesa, en algun momento te mentira. Si no le convienes, desapareceras de su mundo. Por otro lado, es como un niño, no se da cuenta de lo loco que es lo que esta haciendo. Y una de las cosas que mas me ha sorprendido es su poco carisma”, perfila Demeillers.
La falta de encanto no le ha impedido recorrer varios continentes en busca de apoyos politicos e inversion. Jedlička asiste a salones de criptomonedas y da conferencias en foros de euroescepticos y think tanks de extrema derecha. Se planta frente a personajillos de la esfera conservadora, con la eterna aspiracion de estrechar la mano de algun jefe de Estado.
En septiembre de 2015, participa en la convencion Freedom Fest en Las Vegas. Dos años mas tarde, gracias a Thomas D. Wall, un conocido libertario que se codea con grandes nombres del Tea Party, Jedlička consigue asistir al discurso inaugural de Trump en las escaleras del Capitolio.
Jedlička tambien hace giras por Europa y llega a dar una conferencia en el ya extinto Grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa del Parlamento Europeo. Entre otros, lo formaban partidos como la Liga Norte, el UKIP, o el Partido Nacional Eslovaco.
Timothee Demeillers: “Liberland es una marca que juega con la imagen de un Estado, con la idea de nacion”
Pero estas rondas diplomaticas no bastan para existir. Liberland intenta participar en La Copa Mundial de Futbol de naciones y Estados no reconocidos, en la que se dan cita naciones como Abjasia, Laponia o Rutenia Subcarpatica. Tambien establece contactos con el Gobierno de Somalilandia, un territorio con reconocimiento limitado en el Cuerno de África.
Y, aunque el liston de las ideas extrañas esta alto, Liberland participa en Miss Europe Continental 2018, un concurso de belleza en el que, sospechosamente, gana la modelo Miss Liberland. Mas tarde se descubrira que el concurso es una estafa y que, tiempo atras, habian detenido a sus impulsores por proxenetismo.
Poco a poco, los entusiastas de la iniciativa van desertando. Por ella han desfilado todo tipo de personajes oscuros y megalomanos: desde Niklas Nikolsajsen, el fundador de la empresa Bitcoin Suisse AG que intento apropiarse de una parte del terreno de Liberland, pasando por un tal Yoshi Livo, que presuntamente estafo a decenas de personas, hasta Roger Ver, el llamado “Jesus del Bitcoin”.
Hoy, en Gornja Siga no queda nadie excepto algun curioso y los pescadores del barrizal. Ocho años despues de su proclamacion como nacion soberana, hay quien considera que Liberland no es mas que una burda estafa.
“A mi me gustaria decir que no lo es porque es un proyecto privado y la gente que aporta dinero no pregunta que se hace con el. Seria un fraude si se mintiera, pero no es el caso, al menos lo que nosotros hemos visto”, apunta Osoha.
“Liberland es una marca que juega con la imagen de un Estado, con la idea de nacion. Juega con las fantasias de la gente, asi que, en parte, si, es un fraude”, contrasta Demeillers.
Las ultimas noticias de la pagina web de Liberland, de este mismo julio, parecen anuncios de un campamento de verano. Ofrece una “Rescue Mission: An Upcoming Liberland Adventure”, que incluye un entrenamiento en survivalismo, la practica de diversos deportes y un torneo de ajedrez.
No esta mal pensado. Liberland siempre puede reconvertirse en una empresa que prometa, en plena naturaleza, un parentesis en la realidad. Mientras tanto, Vit Jedlička seguira defendiendo las bondades de las criptomonedas alli donde le dejen.