Djokovic, ganador de Wimbledon, se despega de Federer y estrecha el cerco con Nadal en Grand Slams : Deportes de Colombia
El serbio Novak Djokovic, que ya suma 21 Grand Slams, estrecho este domingo el cerco con Rafael Nadal, lider de la clasificacion historica con 22, y se despega de Roger Federer, que acumula 20.
El de Belgrado conquisto este domingo su septimo Wimbledon en la final ante Nick Kyrgios, al que supero en cuatro sets.
Con este titulo en Londres, Djokovic suma 21 Grandes, nueve de ellos en Australia, dos en Roland Garros, siete Wimbledon y tres US Open.
Solo le aventaja en la clasificacion historica Nadal, que acumula dos Abiertos de Australia, catorce Roland Garros, dos Wimbledon y cuatro US Open, y por detras queda Federer con 20 y Pete Sampras, con 14.
El 2022 comenzo con un triple empate entre los tres miembros del ‘Big Three’. Lo rompio Nadal con las victorias en Australia y Roland Garros, poniendo un historico 22 en el marcador. Djokovic, que no pudo participar en Australia al ser deportado, cayo en los cuartos de final de Paris, y se alzo con el triunfo en Wimbledon. Esta en duda si podra participar en agosto en el US Open, ya que Estados Unidos no deja entrar al pais a no vacunados.
Federer, por su parte, no juega desde Wimbledon 2021 y tiene planeada su vuelta al circuito para finales de año, con la disputa de la Laver Cup y el torneo de Basilea. El ultimo Grand Slam que logro el suizo fue en Melbourne en 2018.
Entre monologos externos, reproches a su banquillo y locuras de Nick Kyrgios, Novak Djokovic, en un papel secundario en el show del australiano, inmortalizo su septimo Wimbledon (4-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (3)).
El serbio, que no se dejo enredar por un Kyrgios al que le duro el tenis set y medio, iguala los registros en el All England Club de William Renshaw y Pete Sampras, con siete titulos, y se queda a uno de Federer y a dos de Martina Navratilova.
Sin una final de brillo, sin necesitar su mejor tenis en ninguna etapa del torneo, Djokovic, gran favorito hace 14 dias, consolida su liderazgo en la superficie y suma 27 encuentros sin perder en Wimbledon, mas de cinco años sin probar la derrota.
Rival durante un set
El champan, los gorros para protegerse del sol, los principes en la grada… Todo estaba preparado para una sesion de cohetes en la Catedral del tenis, una exhibicion entre el jugador que todo el mundo esperaba que estuviera en este partido y la gran sorpresa del torneo.
Kyrgios, con su andar pasivo, imperterrito ante el partido mas importante de su vida. “Dale a un hombre una mascara y te mostrara su verdadero ser”, tiene escrito el australiano en una pierna. Su mascara, la de finalista de Wimbledon, su ser, el del tenista que aparecio en el primer set del partido por el titulo. Un Kyrgios tranquilo, sin emociones, con un servicio en el que los primeros volaban a 219 kilometros por hora y los segundos a 125.
Un tenista capaz de apresar en seis juegos saques con cuchara, dejadas, voleas, golpes por debajo de las piernas y cortados a ras de suelo. Durante media hora, el mejor Kyrgios de su carrera estuvo sobre el tapete de Wimbledon. Le valio para superar a Djokovic y ganar un set.
La incognita era si podria mantener el nivel y, sobre todo, si Djokovic no elevaria el suyo. La respuesta era sencilla y no tardo en llegar. A Kyrgios se le borro el repertorio, dejo de hacer todo lo que hace bien, es decir, lo mas inesperado, y entro en el juego de intercambios de Djokovic, en el que no tenia nada que ganar.
Perdio terreno, convirtio el encuentro en algo anodino y comenzo una batalla consigo mismo y con su banquillo. Empezaron los dialogos internos, los gritos a su palco y las miradas incomodas del principe Guillermo y su hijo George, espectadores de lujo del volcan a punto de explotar.
Djokovic, sin un nivel acorde a su tenis, neutralizo la sorpresa y salvo cuatro bolas de ‘break’ cuando sirvio para poner el 1-1 en el marcador. Hasta en siete finales de Grand Slam ha remontado un set en contra. Aqui buscaba la octava.
Llego el circo
Cuando mas igualado estaba el partido, mas proclive era Kyrgios a comenzar el espectaculo. Para mediados del tercer set, su cafetera ya estaba a punto de explotar. Le cayo la primera advertencia por maldecir al publico al cometer una doble falta, despues de un grito de una aficionada entre el primer y el segundo servicio. “Es la que parece que se ha bebido 700 copas”, le dijo al juez.
Las conversaciones con su gente pasaron a ser tambien con el arbitro. Su locura se iba extendiendo poco a poco a cada vez mas elementos de la pista, focalizando toda la atencion y dejando a Djokovic en un segundo plano.
Él era el actor protagonista y absorbia todos los papeles de la pelicula. Con 4-4 en el tercero, al australiano se le escapo un 40-0, levantado magistralmente por Djokovic. Pero ninguna camara apuntaba al serbio; todas estaban con Kyrgios, enfrentado con su banquillo, al que felicito tras una doble falta y un reves a la red con el que entrego el parcial.
Como en el segundo set, cuando desperdicio un 0-40, Kyrgios tiraba ahora un 40-0 que le costaba otro parcial y, de alguna forma, el partido.
Con 2-1 ya a favor y la final bajo control, Djokovic se fue al baño diez minutos y dejo solo a Kyrgios hablando en su silla. Un monologo que le sirvio para tranquilizarse, para recuperar su servicio y para estabilizar el encuentro.
El cuarto set, sin oportunidades con los servicios, se encamino al ‘tie break’. Una doble falta de Kyrgios, nada mas empezar, allano el camino de Djokovic, que puso el 2-0 con una volea sencilla, pero estrello una derecha a media pista en la red que devolvio la vida al australiano.
Pero el solo se la quito. Cuatro errores seguidos colocaron el 6-1 a favor de un Djokovic de perfil bajo, que aprovecho su tercer punto de partido y sello su septimo titulo en Londres. Se agacho a la hierba y probo su sabor, ese que tan bien conoce ya.
El de Belgrado suma 27 victorias consecutivas en Wimbledon, cuatro trofeos seguidos, los mismos que logro Pete Sampras y a uno de los cinco de Federer y Bjorn Borg. Numeros que le colocan como uno de los mejores de la historia de esta superficie.