La mezcla de supremacismo blanco y facil acceso a las armas es muy peligrosa : Internacional de
Antes del millon de mujeres existio el millon de madres. Y todo empezo por una: Shannon Watts, con cinco hijos y «activista por accidente». El 14 de diciembre de 2012 se quedo horrorizada frente al televisor al ver que un joven armado habia entrado a tiros en el colegio de Sandy Hook (Newtown, Connecticut), no muy lejos de donde ella misma habia nacido. «Como madre, me resulto insufrible saber que veinte niños y seis educadores habian sido masacrados en la santidad de un colegio de primaria de Estados Unidos», recuerda. «¿Como podemos permitir que eso ocurra, precisamente en el lugar donde los niños deberian sentirse mas seguros?».
Toda una decada de activismo despues, otra
masacre escolar de las mismas caracteristicas volvio a sacudir al pais el mes pasado en Uvalde (Texas). Sandy Hook ha quedado en la historia como la segunda peor masacre escolar en cuanto a numero de victimas, despues de la Universidad de Virginia Tech, pero fue la unica que arranco lagrimas publicamente a un presidente, Barack Obama. Las victimas tenian 6 y 7 años. Sus cuerpecillos quedaron destrozados por las rafagas de balas que descargo Adam Lanza con un Bushmaster XM-15 semiautomatico, un rifle de asalto en la linea del AR-15 que el mes pasado uso Salvador Ramos para matar a diecinueve niños y dos profesoras en Uvalde. «Diseñado para superar todas las expectativas», presume el fabricante. En efecto. El orificio que deja es tan descomunal que las funerarias necesitaron emplear las mejores tecnicas de tanopraxia para reconstruir los cadaveres antes de enseñarselos a sus padres.
Aquel dia de 2012 Shannon se sento delante del ordenador y abrio un grupo de Facebook bajo el nombre de ‘Moms Demands Action’ (Las madres piden accion). Aquello corrio como la polvora. «No soy ninguna experta en redes sociales, solo tenia 75 amigos en Facebook», recuerda. «Mi cuenta de Twitter ni siquiera estaba activa. Pero sabia en mi corazon que millones de madres estaban sintiendo lo mismo que yo: miedo, frustracion, hartazgo».
«No queremos mas pesames»
Su mensaje era simple: «Ya no queremos mas pesames y oraciones de nuestros politicos. Queremos accion. Queremos cambios reales. Queremos politicas que mantengan a salvo a nuestras familias», escribio. Hoy su movimiento tiene ocho millones de seguidores, tres mas que la poderosa Asociacion Nacional del Rifle (NRA), de la que se ha convertido en su peor pesadilla. «Estan sufriendo una hemorragia de poder politico y de dolares», cuenta satisfecha. «Mi historia favorita es que el año pasado intentaron declararse en bancarrota y no les dejaron. Se gastaron una fortuna en abogados. Ahora estan consumidos en luchas intestinas. Me encantaria ver la cara de los politicos a los que han mandado cheques cuando intenten cobrarlos. Igual esta vez somos nosotros los que tenemos que enviarle nuestro pesame y nuestras oraciones», sonrie.
De hecho, ahora es a ella a la que vienen a pedir apoyo los politicos democratas que necesitan votos. «Les hemos dejado claro que si defienden nuestra seguridad, les guardaremos las espaldas, pero si se oponen, les quitaremos el trabajo. Y esto ha sido una sorpresa para los que llevaban decadas votando en favor de propuestas del lobby armamentistico». Cuando empezo, el 25% de los congresistas democratas recibia la maxima calificacion que otorga la NRA, la A. Hoy, ninguno. Es, con todo, demasiado tarde, porque ella misma reconoce que «la agenda de la NRA se ha trasladado a la ultraderecha del pais. Ahora ni siquiera necesitan a la NRA. Vive en la ultraderecha, que esta creando milicias armadas», cuenta con preocupacion. «Un estudio revela que el 22% de los legisladores republicanos pertenece a grupos como los Proud Boys o QAnon. La mezcla de supremacismo blanco y facil acceso a las armas es muy peligrosa».
Si todo eso ha sido un seismo para la politica estadounidense, mas aun para su vida personal. Nunca penso que diez años despues de Sandy Hook estaria aun luchando por leyes de control de armas. El horror de esa masacre infantil abrio una ventana de oportunidad, con el senador democrata mas conservador, Joe Manchin, y su amigo republicano, Patrick Toomey, al frente de una iniciativa bipartidista para vetar los rifles de asalto y requerir permisos de armas, entre otras medidas. «Yo era muy ingenua», reconoce. «De verdad creia que el camino estaba despejado y que en cuestion de semanas o meses aprobarian la legislacion y volveriamos a nuestra vidas cotidianas. Todavia me acuerdo de ese dia de 2013 en el que vi la votacion desde la galeria del Senado. Perdimos por seis votos. Me quede en shock, devastada».
Diez años de revolucion
De como recogio los pedazos de esa ilusion rota y continuo la lucha a lo largo de una decada, logrando importantes cambios que pueden perderse tras los titulares de tantos tiroteos masivos, da para escribir un manual de activismo y ganar premios con el. ‘El Correo’ la entrevisto en Austin (Texas), donde explico su experiencia a toda una generacion de organizadores que acudio a la cumbre de Arena, un grupo creado tras la victoria de Donald Trump en 2016 que entrena a jovenes de todo el pais para luchar por las causas progresistas que les apasionen.
La derrota legislativa de 2013 le enseño a Watts la leccion mas importante. «Descubrimos que nuestro trabajo no acababa necesariamente en el Congreso, sino que empieza en los parlamentos estatales, en los concejos municipales y hasta en los consejos escolares», les conto. «Si el Congreso nos cierra la puerta, tenemos que entrar por la ventana».
Se habian enfrentado a uno de los lobbies mas poderosos del pais, el de las armas. Y para cambiarlo tendrian que competir con su mismo arsenal, el dinero. Empezaron boicoteando Starbucks, que prohibia entrar con patinete pero permitia hacerlo con un AR-15. «Creamos la etiqueta de #SkipStarbucksSaturday y les demostramos que los sabados nos tomariamos el cafe en casa o con sus competidores hasta que prohibieran la entrada de rifles de asalto». Luego fueron a por la cadena de hipermercados Target. Uno por uno fueron cambiando la cultura del pais a traves de su poder como consumidores. Despues de todo son las madres las que mas peso tienen en la cesta de la compra. Algunos ejecutivos les dijeron a la cara que nunca cambiarian esa politica, como los de la cadena Kroger, a la que expusieron en vallas publicitarias. Les llevo cinco años, pero tras la masacre del instituto Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde Nikolas Cruz mato a 17 compañeros de instituto con un fusil AR-15, Kroger cedio.
Cada masacre es una derrota. Esta madre de 51 años conoce mejor que nadie la frustracion y el desaliento que trae cada tiroteo masivo, pero esta decidida a continuar en la lucha con un metodo que denomina «gradual e incansable», conto a los activistas de Arena. «Les demostramos que las madres tenemos mucha memoria cuando estan en juego las vidas de nuestros seres queridos». Y si, a ella tambien le dan ganas de tirar la toalla cuando ve a otro joven como Robert Crimo cargarse a siete personas en el desfile del 4 de julio de Highland Park (Illinois), disparando desde una azotea con un rifle de asalto. «¿Pero cual es la alternativa? Costo cien años de activismo que las mujeres obtuvieran el derecho al voto. Casi medio siglo, hasta que el Supremo reconocio el derecho de los matrimonios homosexuales. Y a las Madres Contra los Conductores Ebrios, veinte años lograr que se redujera el nivel de alcohol permitido a nivel federal. ¡Imaginate si cualquiera de ellos se hubiera rendido al cabo de una decada! Va a llevar generaciones lograr todos los cambios que queremos, pero se que tenemos los pies firmemente plantados en la historia, y no nos moveran».