Jugar con fuego quema a los tigres de papel : Internacional de
Una de las muchas y muy vociferantes advertencias de China contra el viaje de Nancy Pelosi a Taiwan es que Estados Unidos estaba «jugando con fuego». Al margen de la oportunidad de la visita, que se ha convertido en un pulso entre las dos superpotencias, Pekin ha elevado sus amenazas al tono mas belicoso y ha movilizado a su Ejercito. Como nada une mas que un enemigo comun, el regimen del Partido Comunista ha inflamado las ansias nacionalistas por la recuperacion de esta isla que considera parte de su territorio, pero que es independiente ‘de facto’ y cuenta con su propio Gobierno elegido democraticamente. Todo ello para asustar a Pelosi y que no se atreviera a emprender un viaje que finalmente ha hecho, lo que supone un rotundo fracaso de la intimidatoria retorica china.
A pesar de las amenazas de que «habria consecuencias», el avion de la delegacion de la Camara de Representantes de EE UU entro y salio de Taiwan sin problemas. Nancy Pelosi no solo se reunio con su presidenta, Tsai Ing-wen, sino tambien con disidentes chinos, y añadio otra muesca mas a su largo historial de enfrentamientos con Pekin. Ademas de denunciar la represion en Xinjiang y el Tibet, es famoso su video de 1991 en la plaza de Tiananmen. En una visita oficial junto a otros dos congresistas, protagonizo ante las camaras de television un sonado incidente al desplegar una pancarta en honor de las victimas de la masacre con la que el regimen habia aplastado dos años antes las masivas protestas estudiantiles reclamando democracia. Mientras la Policia detenia a los periodistas que grabaron la escena, los congresistas se marchaban tranquilamente gracias a su inmunidad diplomatica.
Suspendidas las importaciones
Victoriosa tras este nuevo duelo con Pekin, Pelosi ya esta en Corea del Sur y acabara su gira asiatica en Japon. Desde alli contemplara esta crisis tras haber reforzado su figura politica y, de paso, impulsado a la Administracion Biden de cara a las elecciones parciales legislativas de noviembre, como apuntaba este martes David Alandete desde Washington.
Intentando salvar la cara, la primera represalia de Pekin sera llevar a cabo hasta el domingo unas maniobras militares con municion real alrededor de Taiwan, que incluyen por primera vez a su costa oriental y parecen un bloqueo como el que se sospecha que habria en caso de invasion. Curiosamente, dichas maniobras no empiezan hasta hoy, jueves, una vez que Pelosi se ha ido de la isla. De igual modo, e imponiendo uno de sus consabidos boicots economicos en caso de crisis, las autoridades chinas han suspendido la importacion de varios citricos y pescados taiwaneses y prohibido la exportacion de arena a la isla.
A pesar de la tension por las maniobras, con el consiguiente riesgo de que ocurra un accidente, la visita de Pelosi no desatara la Tercera Guerra Mundial, como podia temerse tras leer la propaganda china. Buena prueba de la expectacion generada es que tanto la red social Weibo, la mas popular de China, como el portal Flightradar24 de seguimiento de aviones, se cayeron varias veces el martes comentando y observando el vuelo de Pelosi a Taiwan. Cuando los internautas chinos se dieron cuenta de que era inevitable, la excitacion dejo paso a la indignacion, la rabia y al humor mas resignado.
Tras la marcha de Pelosi, podria haber protestas organizadas por el Partido Comunista frente a la Embajada estadounidense en Pekin, como ocurrio en 2005 y 2012 ante la de Japon a cuenta de las disputadas islas Senkaku (Diaoyu, en mandarin), pero la tension acabara apagandose al cabo de unos dias. Como todo apunta a que Pekin tendra que tragarse el viaje de Pelosi a Taiwan, en muchos chinos ya cunde esa sensacion de derrota porque la prensa estatal les habia dicho que el Ejercito no se iba a quedar de brazos cruzados. Los animos estaban tan exaltados que los medios oficiales incluso habian desempolvado arengas de Mao llamando «tigres de papel» a los «imperialistas americanos».
Envalentonados por estas proclamas, mas subidas de tono que de costumbre, muchos chinos pensaban que era el momento de dar una leccion militar a la Casa Blanca impidiendo el viaje de Pelosi. Pero estan decepcionados porque creen que la respuesta de su Gobierno se ha quedado solo en palabras. Y es que prender unos sentimientos tan ardientes como el nacionalismo si que es jugar con fuego y puede quemar al presidente Xi Jinping, quien pretendia hacer un alarde de fuerza ante Estados Unidos antes de perpetuarse en el poder en otoño. Como bien sabia hasta Mao, nada arde mas que un «tigre de papel».