palo de mango de la plaza Alfonso Lopez llego a 85 años : Entretenimiento de Colombia
Hace muchos años en la cancion ‘Ausencia sentimental’ el compositor Rafael Manjarrez Mendoza, lleno de la mas absoluta nostalgia por no poder estar presente en el Festival de la Leyenda Vallenata, pregunto si el palo de mango estaba en la plaza igual, y la respuesta fue afirmativa.
Y lo mejor de todo es que hace 85 años, 7 de agosto de 1937, el ganadero y agricultor vallenato Eloy Quintero Baute, por iniciativa propia y unido a sus amigos Luis Suarez Gonzalez, Transito Estrada Barreto, Braulio Nieves Sanchez, Rafael Cordoba Guillen y Antonio Caballero, decidio sembrar tres palos de mango en la plaza Alfonso Lopez de Valledupar.
Las especies frutales fueron traidas de la finca ‘Belgica’, ubicada en el camino viejo que conduce a La Paz, Cesar, pero con el paso de los dias, y a pesar de la dedicacion, pego uno solo y a ese le pusieron todo el empeño para que creciera sin ningun contratiempo.
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El cuidado del pequeño arbol consistio en echarle abono-estiercol de chivo, caliza y cisco de madera, y regarlo con agua diariamente, tarea que se turnaba el grupo de amigos; con el paso del tiempo lo vieron robustecerse, hasta alcanzar hoy tres metros de grosor y 20 de altura, aproximadamente.
El palo de mango se la ha pasado creciendo, dando frutos y, en ese lugar de la plaza, ha servido durante muchos años como punto de referencia a quienes se ponen citas de negocios, encuentros amorosos, lugar de tertulias y fue por años el termometro para los grandes personajes de la vida publica colombiana, cuando en las campañas politicas median fuerzas. Si la manifestacion llegaba o pasaba del palo de mango, asi se media el grado de aceptacion.
Este famoso arbol marco la pauta durante 36 versiones del Festival de la Leyenda Vallenata (1968 a 2003), y fue testigo de la coronacion de muchos ganadores en sus distintas categorias. En ese sentido las notas de los acordeones tambien lo alimentaron.
De igual manera, Consuelo Araujonoguera dijo en su momento. “Si el palo de mango hablara, tendria que empezar a contar las lagrimas que hemos derramado, las iras que he cogido, las injusticias que han cometido, los insultos que nos han proferido; pero tambien, el palo de mango terminaria cantando ‘El amor, amor’, para decirles a todos que el Festival de la Leyenda Vallenata es una institucion, que gracias a Dios ya esta consolidada, que es como un tren al que hay que prenderle la maquina y camina solo, y que ademas representa la mas grande unidad, la fraternidad y la convivencia de un pais cansado de duelos y afonico de largos llantos”.
El palo de mango es el unico del mundo que hace 10 años con motivo de su cumpleaños recibio una serenata que tuvo resonancia nacional e internacional. La serenata fue promovida por la Fundacion Festival de la Leyenda Vallenata estando a cargo del Rey Vallenato Fernando Rangel Molina, y los verseadores Andres Beleño y Jose Felix Ariza.
Con acordeon, caja, guacharaca y unos versos se le agradecio por haber sido testigo de las mas grandes batallas musicales, esas que libraron los juglares nacidos en el corazon de Macondo y que tuvieron la sapiencia precisa para cantarle al mundo: Ay debajo del palo e’ mango donde yo quiero abrazarte, y al oido preguntarte, ¿negra que te esta pasando?
Son 85 años que el palo de mango lleva adornando la plaza mas importante de Valledupar. Ese palo crecio como cualquier otro, pero con el paso del tiempo ha sido la insignia de una ciudad que se acostumbro desde la tarima Francisco El Hombre a darle serenatas con acordeon, que lo tiene como sitio de encuentro, de referencia y donde los amores han tenido su epicentro provocando las primeras frases llenas del mas bello sentimiento al compas de besos y caricias.
Las historias de amores son mas dulces que los propios frutos del famoso arbol. Precisamente Erasmo Diaz, cuenta que cito en el palo de mango una noche de mediados de septiembre de hace 20 años a una encantadora joven. “Era mi primer encuentro con Ana, quien hoy es mi compañera. Sentados a un costado del famoso palo de mango le solte mi repertorio sentimental y le di el primer beso. Eso nunca se me olvida porque desde ese momento arranco la historia de los dos”.
Los ojos se le iluminaron haciendo posible que fuera la prueba fehaciente de que el sentimiento hace milagros cuando dos seres se ponen de acuerdo en lo fundamental que es el amor, al lado de la sombra de un arbol que fue testigo del inicio de una relacion que hoy tiene varios retoños.
Despues que el palo de mango tuvo reconocimiento nacional, que los aires de los acordeones pasaron por sus ramas y que a su alrededor muchas personas arreglaron su mundo a golpe de palabras, le llegaron sus males y comenzo a deteriorarse al afectarlo algunas plagas.
Entonces aparecio el periodista Crispin Eduardo Rodriguez Pinedo, creando la Asociacion Protectora del Palo de Mango, cuya intencion basica era que tuviera el mantenimiento adecuado y las autoridades le prestaran la atencion requerida, como sucedio hace algunos años cuando estuvo a punto de morir.
“Siempre fui contertulio en el palo de mango. De esta manera me hice el proposito de conocer su historia, averiguar por su suerte y crear la asociacion que en corto tiempo arrojo buenos resultados, especialmente cuando el palo se cundio de varias plagas. Toco movernos, se consiguio el mantenimiento, el cuido adecuado y se repuso en menos de lo esperabamos. Ahora, no se esta secando; esta bien y naturalmente se le nota el paso de los años, pero no es para alarmarse, sigue firme y dando la mejor sombra”, indico el periodista Crispin Eduardo Rodriguez.
La brisa continua meciendo las ramas del famoso palo que con su verdor y cargado de frutos ve pasar los segundos, minutos, las horas, y sigue de pie desde aquella vez cuando Eloy Quintero Baute y seis jovenes vallenatos decidieron ponerlo a crecer y brindarle los cuidados que se requieren para llegar a sumar 85 años de gloria.