Terremoto en Marruecos: “Le cayo la casa encima, murio sola” : Internacional de
El terremoto de magnitud 7 que sacudio la region septentrional marroqui de Marrakech a las 23.11 hora local a las 23.21 del pasado viernes (22.11 GMT) ha tenido consecuencias devastadoras. Hasta el momento son 2.681 victimas mortales y mas de 2.501 heridos. En las aldeas cercanas a las zonas del epicentro se repiten los dramas personales y familiares.
Amina Ait Abdula cenaba con su marido y su hija de 11 años cuando escucharon un ruido raro, segun recoge Efe en una cronica firmada por Maria Traspaderne. Una gran brecha fue recorriendo las paredes del salon y, en un momento, todo se hundio. Su marido murio en el acto, pero su hija no. La escucho llamarla hasta que su voz callo.
El pueblo de Amina, Targa, estaba en una zona inaccesible hasta el domingo. La carretera de montaña que la une con Marrakech se bloqueo con montones de piedras desprendidas de las laderas e hicieron falta 13 horas de trabajo para abrir paso.
Caida la noche, la carretera reabierta es un reguero de vehiculos particulares, ambulancias y camiones de diferentes cuerpos de seguridad que se turnan para ir cruzando los tramos mas estrechos, de un carril, abiertos gracias a la labor de los militares.
Sin ganas de vivir
En ese tiempo de aislamiento, en Targa los vecinos desescombraron lo que pudieron, como pudieron, y consiguieron sacar a Amina del hueco en el que habia quedado encerrada, sin ganas ya de vivir.
Ella lo cuenta casi dos dias despues rodeada de mujeres, cubierta con una manta y recostada en la esquina de una tienda hecha de palos, alfombras y asientos fabricados con paquetes de paja forrados. Sus ojos, perdidos.
“Estaba llena escombros y, cuando deje de oir a mi hija, no queria quitarmelos, solo morir. Me decia: no tengo nada, como voy a vivir sin ellos”.
Pero sus dos hijos, que viven en Marrakech, no perdieron la esperanza y siguieron llamando al movil. Hasta que ella lo cogio y, alertados, unos hombres del pueblo la llamaron desde fuera.
Al escuchar sus voces, se zafo de las rocas que la aplastaban hasta el pecho, del cable de electricidad que le rodeaba el cuello y consiguio salir por el techo derrumbado. Nada mas salir, se desmayo y es incapaz de recordar cuanto tiempo paso hasta ese momento.
“Ahora se ha ido”
Amina recuerda ahora a su niña Meriem, que no queria separarse nunca de ella. Se nego a ir a un colegio interno para no despegarse de su lado, estuvo 15 dias llorando hasta que consiguio quedarse en casa. “Ahora se ha ido y me ha dejado”, dice con un hilo de voz.
“Estaba llena escombros y, cuando deje de oir a mi hija, no queria quitarmelos, solo morir”
En los escombros de las 80 casas de Targa se quedaron 20 personas. Los vecinos encontraron 17 cuerpos, sus tumbas recien excavadas son ahora testigo de ello. Tres personas, explican, siguen sepultadas.
Junto a Amina estan Fatima, de 30 años, y su hermana. Comparten pena con el resto de mujeres. Ellas, que viven en Marrakech, han perdido a su madre. “Naci y creci aqui hasta los 10 años. Viviamos las tres en Marrakech, pero poco antes del terremoto mi madre se vino aqui para recoger nueces, es la temporada”, recuerda.
“Le cayo la casa encima, murio sola. Paso toda la noche bajo los escombros y la sacaron al dia siguiente”.
El pueblo “no tiene futuro”
Para Fatima, el pueblo “no tiene futuro” y la ayuda es ahora vital. Hay pequeños que se han quedado huerfanos de padre o madre, apunta. “Los niños estan mentalmente destrozados“.
Aunque comparten tienda, te y pan en improvisadas cocinas al aire libre, la compañia no es suficiente. “No hemos conseguido tranquilizarnos unos a otros”, dice Fatima, y mira a su alrededor.
“Se me ha muerto mi madre y todavia era joven. Esta mujer (dice señalando a Amina) ha perdido a su marido, a su hija, yo he perdido tambien a mi primo y a las mujeres de dos de mis primos. Es una catastrofe en mayusculas”.