‘Osebol’, el fascinante libro de 800 paginas que da voz a un pueblo sueco donde nunca pasa nada : Entretenimiento de España
Autora: Marit Kapla
Traductora: Carmen Montes Cano
Editorial: Capitan Swing
Año de publicacion original: 2020
Cuando llego a Osebol por primera vez, Lars “tenia un runrun en los oidos todo el tiempo”. Pensaba que podia ser la instalacion electrica. Reviso cables y postes de la luz. Pero al final se dio cuenta: “Lo que oigo es el silencio. Llevaba 20 años sin oirlo en Estocolmo”.
Otros, los que llevan toda la vida en el pueblo, recuerdan otros tiempos. Como Hans, que trabajaba en la fabrica de conglomerados de madera. “Madre mia, como han dejado la fabrica”, dice. “Hicieron agujeros en las paredes y sacaron las cosas de alli, todo fuera. Fue terrible la cantidad de gente que tuvo que irse”.
Las voces de los nadie
Son solo dos ejemplos. Dos de las voces captadas por la periodista y escritora sueca Marit Kapla en Osebol. Un libro que amplifica lo que tienen que decir personas invisibles habitualmente. Gente de pueblo, de un diminuto pueblo perdido en el norte de Suecia, rodeado de bosques y de frio, donde rara vez pasa algo reseñable.
Y al fondo, como contexto inerte, el pueblo de Osebol viendo avanzar la vida despacio
Ella, que nacio alli, decidio entrevistar a todos sus vecinos. Los casi 80 que habitan el pueblo en invierno. Y ellos les contaron su historia. La de su familia, la de sus casas. La historia de sus trabajos, de sus parejas y de sus hijos. De como llegaron y se fueron y al fondo, como contexto inerte, el pueblo de Osebol viendo avanzar la vida despacio, como las aguas del rio Klara que le baña.
Pero en vez de crear un relato a partir de esos testimonios, Kapla decidio que las voces de sus vecinos fueran todo el libro. Sin artificios. Asi, convirtio las respuestas de los habitantes de Osebol en pequeños poemas intrascendentes. Historias de represion sovietica o nazi. Cuentos sobre la construccion de casas de madera, firmes y duraderas. Explicaciones sobre profesiones obsoletas. Todo dotado, a golpe de tabulador, de un ritmo lento, pausado. El ritmo de quien te habla al calor de su hogar, tomando una taza de te mientras mira por la ventana.
La lectura como paseo
Todo ello hace que leer Osebol sea una experiencia unica. Como pasear por sus calles llenas de nieve, escuchando el ruido del viento jugar con las ramas de los pinos. Un placer lento y profundo, inspirador a ratos, triste en ocasiones, incomodo a veces, por los dramas de las poblaciones rurales que van perdiendo habitantes y servicios. Porque ese paseo hiela el alma al ver a los que se quedan atras.
Somos testigos de un tiempo en el que el progreso pisotea a los mas mayores, abandonandolos en sus hogares vacios
Somos testigos de un tiempo en el que el progreso, ese estupido animal de carga sin corazon que el ser humano ha adiestrado para beneficio de unos pocos, pisotea a los mas mayores, abandonandolos en sus hogares vacios, alejandolos de sus propias familias, de sus amigos y sumiendoles en una profunda tristeza. Y lo unico que podemos hacer, como aqui Marit Kapla, es dejar constancia de su derrota.
VÍDEO | Bienvenidos al pueblo de la Suecia vaciada en el que sus vecinos tienen mucho que decir (aunque no le importe a nadie)
