Sofia Pinto, jugadora de squash, y su mama, protagonistas de hermosa escena en los Juegos Nacionales : Deportes de Colombia
Detras de la puerta de la cancha de squash del coliseo de la Universidad del Quindio, en una esquina se escucha un grito que dice: “disfruta del momento, de lo que estas haciendo”, viene de la boca de Patricia Combita, quien con total atencion sigue cada movimiento que realiza su hija, Sofia Pinto, quien representa a Cundinamarca en el torneo de los XXII Juegos Nacionales.
Siguiente a esas palabras se escucha desde su telefono:
“¿Como va? ¿Que paso?” Junto con ella esta toda la familia unida, en una videollamada, viendo su participacion en sus segundos juegos.
Sofia Pinto cae derrotada. Catalina Pelaez, experiencia y pulso firme, un simbolo del squash femenino en Colombia, la vence por tres games a cero (11-6, 11-4 y 11-4).
Una enseñanza mas en la vida de la joven squashista que representa a Cundinamarca. Esta vez frente a una de sus idolos. Sale cabizbaja y su mama es la primera en darle animos, en auparla. La familia se convierte en el primer consorte y, tambien, en la gasolina de un atleta. Fue por doña Patricia Combita, que Sofia Pinto llego al squash a la edad de 12 años.
“Comence en el tenis, pero mi mama, quien tambien practico squash, me direcciono y fue un deporte que me termino enamorando por su velocidad e intensidad”, dice.
Despues de adecuar su swing, el camino la llevo a participar en diferentes campeonatos nacionales y suramericanos, la experiencia fue llegando hasta que las puertas de un primer torneo grande se le abrieron: los Juegos Nacionales de Bolivar, en 2019.
“Fui la junior de la delegacion y estuve en la competencia por equipos, en la cual logramos la medalla de bronce”.
En cada paso, su mama esta ahi, la acompaña, la asesora. “Se ha convertido en mi mayor apoyo junto con mi papa (David Pinto). Estan en todo, para lo que necesite, me ayudan a ponerme en pie, cuando mas abajo me siento. Igual que toda mi familia, ellos nunca me han dejado sola, siempre estan conectados en cada paso que doy”, resalta.
Y es que su mama es un ejemplo a seguir: fue atleta de baloncesto y participo con Cundinamarca en los Juegos Nacionales que se llevaron a cabo en Villavicencio en 1984. Para 2004, cuando ya practicaba squash, fue seleccionada para los juegos que se llevaron a cabo en Bogota, pero con cuatro meses de embarazo tuvo que declinar su participacion.
Gracias al deporte, Sofia Pinto tuvo la oportunidad de estudiar en Estados Unidos.
Antes de graduarse de bachillerato, sus padres la presentaron en un US Open junior, que se juega del 13 al 20 de diciembre en diferentes estados
y fue alli donde un coach la vio y la recluto para la universidad de Chatham, en Pittsburgh, Pensilvania, en la cual tiene una beca por rendimiento deportivo y academico.
Perder es parte del juego, las derrotas son las que forman a los jugadores, los llenan de experiencias y los invita a deconstruirse para mejorar, para llevar su juego a otro nivel y despues de caer contra Catalina Pelaez, la tristeza por la derrota duro unos minutos: analisis, introspeccion y levantar cabeza. Los juegos continuan y para Sofia Pinto estos se convierten en momentos invaluables, que disfruta en familia y practicando el deporte de sus amores: el squash.