Lo que pensamos y sentimos afecta a la microbiota (y viceversa) : Trending de Colombia
Vivimos en un mundo mayoritariamente microbiano, repleto de microorganismos. En terminos numericos, dentro y sobre nosotros viven de 10 a 100 trillones de microorganismos, con los que mantenemos una relacion simbiotica.
Con semejante cifra, no es de extrañar que su existencia afecte, incluso, a como pensamos, sentimos o enfermamos.
La importancia del equilibrio
Los principales lugares de colonizacion microbiana humana son la piel, las vias respiratorias, el tracto urogenital, los ojos y el tracto gastrointestinal. Principalmente, la mayoria de nuestros «colonos» residen en el intestino, que ademas es la poblacion bacteriana mejor caracterizada.
Si algo caracteriza a la microbiota intestinal humana es su enorme diversidad. Madura y se modifica a lo largo de nuestros ciclos vitales (infancia, adolescencia, adultez, vejez), y es una llave fundamental para proteger nuestra salud. En adultos sanos el 70-75 % de esa fauna microbiana corresponde a los grupos Firmicutes y Bacteroidetes, seguido en menor medida por concentraciones de Actinobacteria, Fusobacteria, Proteobacteria y Verrucomicrobia.
Tomado y modificado de Cryan et al (2019). Physiol Rev
Para gozar de buena salud, es necesario conseguir un estado de lo que los expertos llaman eubiosis de nuestra microbiota. Es decir, de equilibrio en la proporcion de la cantidad y tipo de estas bacterias.
De hecho, la descompensacion de la microbiota se asocia a una gran variedad de patologias cronicas inflamatorias como la enfermedad del sindrome de intestino irritable, el cancer de colon y la diabetes, ademas de patologias neurologicas o psiquiatricas.
La relacion bidireccional entre la microbiota y nuestro cerebro
La manera de nacer (parto vaginal o por cesarea) influye en la cantidad y tipo de bacterias que forman nuestra microbiota. Pero tambien existen muchos otros factores que influyen en su composicion desde los primeros años de vida: uso de antibioticos, tipo de alimentacion (lactancia materna o no), exposicion a estresores ambientales, infecciones y, por supuesto, nuestra propia genetica.
La interaccion entre todos estos factores no deja indiferente al cerebro. La microbiota repercute en procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria, en procesos emocionales (por ejemplo, en nuestra gestion del estres), o en nuestra conducta social. De hecho, hay estudios recientes que analizan el papel de la disbiosis intestinal en patologias como el trastorno del espectro autista.
¿Y por que ocurre esto? Las razones son multiples, porque tambien existen multiples vias de comunicacion entre cerebro y microbiota intestinal:
1. Por un lado se comunican a traves del sistema inmunitario. Éste se activa por la microbiota y libera citoquinas que circulan por el torrente sanguineo e influyen a traves de la barrera hematoencefalica sobre el sistema nervioso central.
2. Ademas, se relacionan a traves del metabolismo del triptofano, que incluye a la vez moleculas fabricadas por los microbios (acidos grasos de cadena corta) y neurotransmisores (por ejemplo GABA, noradrenalina, dopamina y serotononina).
3. Finalmente, el intestino estimula directamente al nervio vago, que es nuestra principal via de comunicacion directa con el sistema nervioso central.
La microbiota se asocia a como nos sentimos, pensamos y nos comportamos
Los estudios realizados con animales carentes de microbiota, los denominados germ free, han resultado muy reveladores para este campo. Un estudio liderado por la investigadora irlandesa Pauline Luczynski demostro que la ausencia de microorganismos en el intestino provoca cambios en la respuesta al estres (mayor reactividad) y deja a las neuronas mas desprotegidas. Ademas de que afecta a la sociabilidad y a la cognicion.
Otros estudios con animales sin microbiota han detectado en sus cerebros menor cantidad de dopamina, lo que ha abierto interesantes lineas de investigacion en la busqueda de la patogenia de la enfermedad de parkinson.
Si sabemos que las funciones cognitivas, emocionales y conductuales se ven afectadas por la alteracion en la microbiota intestinal, ¿podriamos promover el equilibrio y asi intervenir en patologias como ansiedad, depresion, trastorno del espectro autista, enfermedad de Alzheimer o parkinson?
Esta pregunta ha sido planteada en detalle por investigadores en los ultimos años. De ahi surgio el termino de psicobiotico, utilizado por primera vez en 2013 haciendo referencia a los probioticos. Actualmente dicho concepto se ha ampliado a los prebioticos y a los postbioticos.
Hasta la fecha, hay datos incongruentes en la investigacion en humanos, debido a la diferencias entre estudios en la cuantificacion de la cepa de bacteria y dosis consumida de psicobioticos, a la diferencia en la edad de los participantes, asi como a las diferencias propias entre la microbiota de cada paciente. Todo ello hace que aun estemos en una etapa inicial en el estudio de los psicobioticos como suplementos en patologias del sistema nervioso central.
Cancer cerebral y microbiota
La regulacion del eje intestino-cerebro es de una de las terapias que se esta estudiando aplicar en cancer cerebral. El glioblastoma (GBM) es el tipo de tumor cerebral mas frecuente y agresivo en adultos. En este tipo de cancer, los estudios indican diferencias entre las bacterias de pacientes con GBM respecto a los individuos control.
En el futuro proximo se aspira a que la modulacion de bacterias (a traves de transplantes fecales, nutricion, etc.) sea una de las estrategias coadyuvantes para el tratamiento del cancer cerebral, junto a la neurocirugia, la quimioterapia y el empleo de otros farmacos. Dietas como la cetogenica o sus variantes tambien estan siendo analizadas, asi como la dieta MIND (que es una mezcla de dieta mediterranea y la dieta DASH, que esta enfocada en retrasar la degeneracion neuronal).
Por ahora, la evidencia sugiere que la dieta mediterranea puede ser un tratamiento complementario eficaz para otras patologias como la depresion, en parte debido a la forma en que cambia nuestra microbiota, aumentando los microbios que promueven la salud (p. ej., F. prausnitzii, Bifidobacterium spp.). Ademas, en estudios recientes se ha identificado que algunos probioticos, como las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, pueden reducir la gravedad de los sintomas depresivos (en comparacion con el placebo) cuando se toman durante varias semanas.
Este articulo ha sido publicado en The Conversation.