Cruzar el mundo por el Mundial: la historia de un joven que atraveso Medio Oriente para llegar a Qatar : Noticias de Argentina
Joaquin Roffe dejo suelo argentino en febrero de este año, con un unico objetivo: llegar al Mundial de Qatar a gritar los goles del seleccionado albiceleste. Si bien su idea es volver al pais, lo futbolistico nunca fue lo importante para el joven comunicador. Holanda, Jordania, Chipre, Libano, Qatar. Tras recorrer medio mundo, el joven actualmente esta alojado en el barrio de Barwa, en la ciudad de Doha, asistiendo a cuanto partido puede, descubriendo lo que, en dialogo con El Ciudadano destaco como un mundo completamente distinto, “artificial”, en comparacion al que descubrio en otros paises arabes. Algo es seguro: la inundacion de hinchas argentinos es un “volver a encontrarse con uno mismo despues de tanta soledad”.
Con solo 24 años, Joaquin puso en pausa la carrera de comunicacion social, que estudia en la Universidad de Buenos Aires, para emprender un viaje de un año que lo llevaria a presenciar, ya como destino ultimo, los goles de Messi y de Julian Álvarez en el Mundial de Futbol en Qatar. Llegar no fue sencillo. O asi lo cuenta en su diario de viaje, publicado de forma periodica en la Revista Anfibia.
La primera etapa fue la mas dura: ahorrar para el viaje. Tras viajar en febrero a Europa y pasar por varios paises, Roffe se traslado a los Paises Bajos para conseguir un trabajo de medio tiempo lavando platos en diferentes ciudades, periplo por el cual transito durante seis meses. El joven describe como “de lo menos sencillo” que se encontro en su travesia. Por tres meses, el argentino se alojo en la ciudad de Utrecht, ciudad donde Lionel Messi logro su primer titulo de campeon como integrante de la seleccion argentina, en el Mundial sub 20 de Holanda, en 2005.
“Hay dos mundos diferentes en Medio Oriente”
En su cuenta personal de Instagram, Joaquin escribe que “Durante largos meses vivis en Europa hablando un idioma que no es el tuyo, con gente que no es la tuya y una cultura que no es tuya. De repente te tomas un avion a un desierto en Medio Oriente y ahi te reencontras con tu idioma, tu gente y tu cultura”. Este texto hace alusion a dos cuestiones que Joaquin resalta de su travesia por medio mundo: por un lado, la enorme soledad que sintio durante meses en Europa, sintiendose foraneo y distante a sus allegados, y la rareza y algarabia de encontrarse con personas con las cuales comparte nacionalidad, origen, una lengua y una pasion por la camiseta albiceleste, del otro lado del mundo.
“Hay dos mundos diferentes en Medio Oriente”, sentencio Roffe, y profundizo: “Por un lado tenes dos paises como Iran e Irak, que tienen civilizaciones de miles de años y que tienen una cultura riquisima con una historia milenaria, que tienen lugares realmente encantadores, y despues tenes esta otra zona que son los Emiratos Árabes, donde esta Qatar, que son lugares cuanto menos artificiales”.
Joaquin conto a El Ciudadano que en Qatar “todo es bastante plastico”, en referencia que gran parte de los edificios, incluyendo los hoteles y los estadios, incluso el barrio donde esta alojado, fueron construidos pensando en el campeonato Mundial de futbol: “No me parece que este a la altura de los otros paises arabes”.
“Los empleados que viven aca son sobre todo de India, Pakistan y Bangladesh y vinieron para el Mundial. No vi ningun qatari, entonces es como todo muy diferente a lo que seria la otra parte de Medio Oriente”, destaco el joven hincha de 24 años.
En sus escritos, el joven advierte como la salud de los viajeros se deteriora poco a poco por la diferencia de temperatura entre lo que se vive en los hoteles, transportes y estadios, y la temperatura real de la calle: “Hace mucho calor, pero esta muy artificialmente refrigerado todo. Esta muy mal medido el aire acondicionado en todos lados, en los hoteles, en los transportes, en los estadios, esta muy frio cuando no deberia estar prendido: hay 25 grados en la calle y en los estadios esta en 16 grados: te congelas. Cuando salis, hace calor, te metes al subte y hace frio, entonces estamos todos con gripe. Esta todo el mundo resfriado aca, el aire acondicionado te liquida”, dijo Roffe.
El servicio medico en Doha es gratuito para todo aquel que presenta una Hay’ya Card, es decir, una identificacion digital personalizada, con un QR que es requerida en cada transporte, estadio o servicio. La Hay’ya Card se solicita brindando todos los datos tanto de la persona que la pide como de, al menos, una entrada para ver un partido del campeonato, y es condicion sine qua non para entrar al pais arabe. Mostrar esta identificacion es señal de gratuidad en el sistema medico, en el transporte y de que el portador vino a ver el Mundial.
En su ultima publicacion en Revista Anfibia, Roffe advierte de dos aspectos fundamentales de su experiencia en Qatar: “las voces destrozadas por la sobredosis de aires acondicionados y el aliento a la seleccion”. La afluencia de argentinos en el pequeño emirato hace de los hinchas que pudieron pagar el viaje a Qatar una comunidad que habla castellano rioplatense. “Uno se encuentra compartiendo con gente que habla tu idioma. Las tres semanas que hice viajando por Jordania, Chipre, Libano, no hable una palabra en español, era todo en ingles. Uno se va acostumbrando y de golpe se encuentra con nuestro lexico, que nos caracteriza, con los abrazos, y te reencontraste con lo que sos vos”, expreso el viajero, que espera regresar en febrero a Argentina.
Moneda por moneda
“Llegue en mayo y estuve viviendo en esa ciudad durante casi cuatro meses. Despues me mude a La Haya, pero arranque ahi en Utrecht porque me parecia que en Paises Bajos esta la posibilidad de laburar con la facilidad que te da no tener que aprender el idioma. Con hablar ingles, alcanza”. Roffe explico que en otros paises, por ejemplo Alemania o Dinamarca, si bien hay facilidades para conseguir un trabajo de medio tiempo, hay que hablar el idioma local. “Al dia siguiente yo consegui trabajo, porque realmente necesitan empleados, sobre todo en el rubro gastronomico, que es donde yo me desempeñe durante seis meses”, conto el comunicador.
“Estan desesperados por contratarte y ni siquiera te piden curriculum ni nada”. Roffe aseguro que cada entrevista de trabajo a la que fue tuvo la misma caracteristica: ir una tarde al local y ser contratado al dia siguiente. “He trabajado en muchisimos lugares, porque asi como es tan facil conseguir tambien es cierto que no son laburos idilicos. Muchas veces te dan ganas de irte al toque por diferentes motivos, el rubro gastronomico no es para nada sencillo”.
Lo que parece una constante de un lado como del otro del oceano Atlantico se convirtio en un autentico desafio para Joaquin. El joven argentino confeso que “Hay mucha competencia en el rubro”. De entre los roles que debio cumplir, Roffe consiguio trabajar de parrillero, de cocinero, ayudante de cocina, de lavaplatos, de mozo, entre otros: “Trabaje de todo un poco y en casi todos los laburos duraba poco porque realmente no es algo demasiado grato, pero bueno, yo estaba mentalizado que queria ahorrar para llegar a Qatar, asi que entrecerraba los ojos y le daba para adelante. En total en Holanda habran sido seis meses, donde tuve ocho trabajos diferentes y ninguno fue una cosa inolvidable”.
Tras tantas semanas de ser maltratado por patrones incluso mas jovenes que el, con remuneraciones por debajo de lo prometido y teniendo que, muchas veces, pelear por el cobro, llego noviembre.
El corazon del mundo
Joaquin se quedo todo el tiempo que pudo para poder ahorrar lo mas posible en Paises Bajos: “Cuando ya no aguante mas, porque el ultimo laburo ya era agotador, me fui”. El joven trabajaba de lavaplatos en La Haya en un local donde, segun sus declaraciones, llego a lavar trescientos pares de cubiertos por mediodia. Tomo un vuelo hasta su primera parada medio-oriental: Amman, capital de Jordania.
El cronista hablo de Amman como “un lugar muy lindo”, una ciudad bulliciosa, donde en un mismo bar puede juntarse una pareja de hombres de sesenta años jugando al poker, un grupo de personas rezando arrodillados en una alfombra, seguidores del Real Madrid buscando ver el partido sintonizado por television, hasta un kirguis hispanoparlante que bebe te de a sorbitos en un balcon. La actividad en la ciudad, conto Roffe, no difiere en doce horas: “No hay demasiado turismo en Amman, pero en Jordania se encuentra Petra, una de las siete maravillas del mundo, asi que hay quienes eligen pasar una noche en la capital antes de dirigirse ahi”.
Si bien Roffe se jacta en sus cronicas de ser descendiente de inmigrantes sirios en Argentina y de conservar los rasgos de sus parientes, la verdadera barrera en Jordania parecio ser el idioma: “Intente hablar con los vendedores unicamente en arabe para no parecer turista. Por suerte mis rasgos me ayudan. Esto tenia dos ventajas: practicaba el idioma y conseguia mejores precios cuando no hablaba en ingles”. Por desgracia, la emulacion llegaba hasta que le preguntaban alguna cuestion en particular, momento en que abandonaba el rudimentario arabe por el ingles: “I speak english, sorry”.
Despues de Jordania, y de haber visitado la historica ciudad de piedra, el viajero llego a la isla de Chipre. Joaquin no se adentro hasta la capital, sino que paseo por las playas del lado sur de la isla: “El primer partido del mundial me encontro en Limasol”, la segunda ciudad mas importante de la isla. El primer partido de Argentina, en Tripoli, sede del gobierno libanes.
Salvado por Messi
Segun Joaquin, la escala mas rapida y barata para llegar hasta la ciudad de Doha es un vuelo que hace escala en Beirut, capital del Libano, para despues seguir viaje: “Ahi todo el mundo hace escala. Yo decidi bajar. Estuve cuatro dias en Libano, que todos me lo desaconsejaban”, conto con entusiasmo el cronista de viajes, y siguio: “Casi todos con los que hablaba me decian que no era una gran idea ir para el Libano”.
Entre los argumentos que le daban a Joaquin estaba la “muy picante” crisis economica, politica y social que atraviesa Libano: “Hubo una especie de Corralito, hay hiperinflacion”, conto a El Ciudadano, y agrego: “La gente esta bastante desilusionada y enojada. De hecho no tienen presidente desde hace varias semanas, entonces todo el tiempo intentan en el Parlamento juntarse para decidir quien va a ser gobierno y no lo logran porque hay demasiados partidos politicos y demasiadas religiones, entonces es dificil. Ahora si caminas por Beirut te encontras con un clima cuanto menos hostil. Como viajero vi cosas que no habia visto nunca”.
El comunicador describio que en esquinas del centro de la capital se apostaban cuatro o cinco camiones repletos de militares, con armas, con alambres de pua, “en una escena que parece apocaliptica” para impedir el ingreso al centro. “Los libaneses ven eso y les parece normal, pero para mi era tremendo, era una escena que generaba miedo”.
El joven cuenta a El Ciudadano que, caminando por las calles beiruties, tuvo que consultar algo a un militar libanes, el cual reacciono de la peor manera: “Me empezo a tratar pesimo, hasta que me me pregunto de donde era, le dije que era de Argentina y se empezo a reir. Empezo a decir que amaba a Messi, bajo el arma y me empezo a hablar de futbol”.
Roffe califico al Libano como un lugar espectacular. “Dentro de todas estas problematicas, tambien es un lugar muy, muy interesante que seguramente si no fuese por el Mundial no hubiese ido y no se si algun dia volvere”
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