La odisea de un joven que sobrevivio a la tragedia de Melilla: “Nos gasearon y devolvieron a Marruecos” : Noticias de España
“A veces a pata, a veces en coche” y acompañado de otros migrantes, el joven llego a Egipto y consiguio sobrevivir un tiempo haciendo trabajos manuales. Pero el Gobierno egipcio lo queria deportar y se vio obligado a huir una vez mas. “No podia volver y tenia esperanzas de una vida mejor, asi que decidi marcharme a Libia con algunos compañeros”, explica. Una vez mas, las expectativas se rompieron. Una travesia complicada, con escasos viveres y condiciones extremas de frio y calor, llevo a Malek a un pais que no le dio la bienvenida.
En Argelia vivio camuflado en el bosque durante el dia y buscando comida durante la noche, un preambulo de lo que le ocurrio al entrar a Marruecos en marzo de 2022. Tras su llegada, pasaron tres meses “de miseria” antes de que Malek formase parte de una de las mayores tragedias migratorias de los ultimos años.
El intento de pasar a España y la devolucion en caliente
Finalmente, “casi 2.000 personas” bajaron de los montes en direccion a la frontera del barrio chino de Nador. Esta cifra, la que aporta Malek, coincide con las estimaciones de la ONU y Amnistia Internacional. En el camino, asegura Malek, la Policia les ataco, pero no logro pararles y consiguieron acceder a la valla. El espacio cerrado que separaba el muro pegado a Marruecos del que daba paso a España fue el escenario de las terribles escenas que trascendieron a los medios, las mismas que Malek vivio en sus propias carnes.
“Cuando cruzamos la frontera, nos gasearon y perdimos la consciencia”, asegura el joven. “Fuimos apalizados y nos devolvieron a Marruecos. Acto seguido, la Policia nos traslado a una prision”. El migrante sudanes llego a la carcel marroqui totalmente inconsciente, lo que explica, segun dice, que no le dieran una paliza. El resto de sus compañeros no tuvieron la misma suerte, cuenta Malek: “En la prision, los policias apalizaban a los migrantes, en ocasiones utilizando martillos hasta matarlos”.
El joven paso un solo dia en aquella prision, luego lo llevaron a Beni Melal, en el centro del pais, y finalmente acabo en Casablanca. Sigue sin poder contactar con sus familiares, viviendo en “condiciones miserables”, con dificultades para encontrar algo que comer y con esperanzas de lograr acceder a España para convertirse en abogado. “Voy a intentar cruzar la frontera de nuevo”, afirma Malek al final de la conversacion.