La alimentacion saludable: un derecho pendiente para las personas con discapacidad – este medio : Entretenimiento de Argentina
Mas de 1 millon y medio de personas en Argentina cuentan con Certificado Único de Discapacidad (CUD) y el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires propone reflexionar sobre el derecho a la alimentacion saludable de este grupo poblacional.
Cuando se habla de “discapacidad” no deberia pensarse en ningun tipo de disfuncionalidad en particular. El termino es muy amplio y hace referencia a una serie extensa de condiciones, que pueden incluir compromisos fisicos, mentales, intelectuales, auditivos, visuales, viscerales o incluso un conjunto de ellos.
Segun el Registro Nacional de Personas con Discapacidad, mas de 1 millon y medio de personas en Argentina cuentan actualmente con Certificado Único de Discapacidad (CUD), el documento publico que se les otorga a quienes tienen una deficiencia fisica, intelectual, motriz, psicosocial, visceral o sensorial de largo plazo que acredita dicha condicion y mediante el cual acceden a la cobertura integral que preve la ley.
Las personas con discapacidad pueden nacer con ellas o adquirirlas en algun momento de su vida por accidente o debido a alguna enfermedad pudiendo ser alteraciones transitorias o cronicas. Las repercusiones funcionales tambien son muy variadas pudiendo impactar en la motricidad, el lenguaje, el aprendizaje, entre muchas otras cosas, incluso la alimentacion.
“En lineas generales las personas con discapacidad no tienen requerimientos nutricionales especiales en lo referido a energia o micronutrientes, pero si pueden necesitar ciertas adaptaciones en su alimentacion en funcion a sus posibilidades”, explico la licenciada en Nutricion (MP 3238), Clara Torreira, matriculada en Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
“Cada vez son mas las y los nutricionistas que se especializan en esta area y que acompañan a las familias ofreciendo herramientas de adecuacion muy valiosas que impactan en el estado nutricional y en la calidad de vida”, señalo Torreira. Y agrego: “Debido a que las realidades pueden ser muy diversas, no podemos dar recomendaciones generalizadas porque en todos los casos el acompañamiento debe ser individualizado y ajustado a cada familia”.
No es lo mismo abordar bebes, niños, niñas o adolescentes, personas adultas o adultas mayores ya que cada uno de esos grupos etarios tienen sus caracteristicas y necesidades nutricionales particulares.
La nutricionista destaco que “tenemos que tener en cuenta el tipo de discapacidad y cuales son las potencialidades en cada caso. Las afectaciones pueden ser desde leves, requiriendo minimas intervenciones como podria ser, por ejemplo, una adaptacion transitoria en la consistencia de los alimentos en una persona mayor que tuvo un ACV, hasta situaciones mas graves en las que la ingesta oral esta contraindicada y requiera una modalidad de alimentacion artificial permanente como puede ser el soporte nutricional enteral por sonda o boton gastrico en niños con encefalopatias cronicas”.
Una cuestion crucial en el abordaje de la discapacidad es el contexto social en el que vive cada familia. No es lo mismo tener cobertura de salud y terapias de rehabilitacion, acceso a agua potable y alimentos, contar con un trabajo estable y tareas de cuidado repartidas, a no tener nada de eso. “En todos los casos en los que la discapacidad interfiera de alguna manera en la alimentacion las y los nutricionistas podemos ofrecer alternativas para que los niños y niñas crezcan y se desarrollen como es esperado para su edad o que las personas adultas puedan mantener o recuperar su estado nutricional”.
En ese sentido, el rol de las y los nutricionistas en el equipo de salud es fundamental para lograr un abordaje integral de las personas con discapacidad, sin embargo actualmente estos profesionales no estan incluidos dentro de las prestaciones que ofrece el Certificado Único de Discapacidad. Desde el Colegio de Nutricionistas bonaerenses consideran que es algo a revisar y debatir. La alimentacion es un derecho y la sociedad debe trabajar para garantizar que las personas con discapacidades puedan alimentarse de manera adecuada y saludable.