“The Whale” plasma las multiples prisiones de un hombre : Entretenimiento de Puerto Rico
Con el comienzo de la temporada de galardones en la industria del cine, no hay duda que la interpretacion de Brendan Fraser en “The Whale” definitivamente va estar dominando la conversacion para la categoria de Mejor Actor.
Al igual que cuando Nicole Kidman altero las facciones de su cara para interpretar a Virginia Wolf en “The Hours”, aqui el actor utiliza maquillaje protesico para interpretar a un profesor de literatura que ha puesto su salud en riesgo con mas de 500 libras de sobrepeso. La transformacion fisica es indiscutiblemente impresionante, pero no es la razon principal por la cual el trabajo del actor debe ser celebrado.
La magia particular de esta interpretacion la carga Fraser en sus ojos cada vez que esta en pantalla en esta pelicula. Como el actor comunica la inocencia de alguien que ha sido quebrantado por una letania de traumas es la razon principal para ver este filme. De hecho, su interpretacion es el ancla de lo que definitivamente ha sido construido como un torbellino dramatico intenso y lacerante. Resulta curioso como en esta ocasion la direccion de Darren Aronofsky (“Mother!“, “The Wrestler”, “Black Swan”, “Requiem for a Dream”) no logra que el material pierda su esencia teatral.
El libreto de Samuel D. Hunter, quien esta a cargo de adaptar su obra de teatro, construye la trama alrededor de la ultima semana de vida del protagonista. El publico conoce a Charlie (Fraser) en el momento en que su cuerpo le deja saber que no va a poder seguir lidiando con su obesidad morbosa. Despues de haber sufrido una tragedia personal, el protagonista ha estado encerrado en su apartamento por los ultimos cinco años literalmente tratando de escapar sus demonios comiendo en exceso. Una vez le queda claro que sus dias estan contados, Charlie hace un esfuerzo por reconectar con la hija (Sandie Sink) que abandono cuando termino su matrimonio.
La trama fluctua entre sus conversaciones con ella, con la enfermera que lo ha cuidado todos estos años (Hong Chau) y con el misionero (Ty Simpkins) que esta convencido que puede salvar su alma.
Aunque Aronofsky sabe que el poder de su filme reside en el talento de sus actores, hay algunas imperfecciones del guion que limitan su impacto. Con excepcion de Liz (Chau), quien esta atrapada entre tratar de salvar a Charlie y ser la persona que facilita sus malos habitos alimenticios, ninguno de los otros personajes secundarios tienen la complejidad que Fraser logra darle al rol protagonico. Llega un momento donde el filme se siente como una sesion maratonica de todos los personajes en pantalla eviscerando emocionalmente a Charlie.
Aun asi, el trabajo de Fraser es impecable y el climax emocional del filme valida la estrategia de Aronofsky detras de la camara. Es fascinante como lo que deberia ser una tragedia logra ser un momento triunfal donde un hombre logra trascender su sufrimiento en un acto de fe inquebrantable.