Cinco decadas de cultura y tradicion: el legado inquebrantable de la Familia Cepeda : Entretenimiento de Puerto Rico
Escondido entre los caminos estrechos y confusos de San Mateo de Cangrejos, hay un castillo. No es un palacio rimbombante rodeado de poderosas fortificaciones. Es, mas bien, una casa. Esta pintada de blanco y consiste de dos pisos con hermosos balcones que ofrecen una vista privilegiada de su calle. Entre sus paredes se guardan los secretos de uno de los mas importantes tesoros culturales de Puerto Rico.
Aqui, tambien, se ha forjado un linaje legendario de nobleza folclorica. Cuando empezo su encomienda bajo el agua, sol y sereno de la Playita de Villa Palmeras en Santurce, Modesto Cepeda Brenes no podia imaginar la trascendencia que su reino de bomba y plena alcanzaria.
Este año, su escuela celebra su 50 aniversario. Ademas, el Dia Nacional de la Bomba, organizado por los Cepeda, celebrara su edicion numero 21.
Como todos los sabados, en el salon se estan dando clases. La maestra atiende a un grupo de niñas y, mezclando ritmos tradicionales de bomba con canciones infantiles, les repasa algunos de los movimientos basicos. Siendo la hija menor de Modesto, la maestra bien podria ser una princesa de la bomba. Se llama Brenda y, al igual que todos en su familia, baila y toca desde que tiene memoria.
Observando la clase esta su hermana mayor, Gladys Cepeda. Canta, junto a los niños, el himno que le enseñan a sus estudiantes mas jovenes.
Buenos dias, ¿como estan ustedes?
Yo bien, gracias, ¿y usted?
Yo feliz, como una lombriz,
y listo para la batalla
“En el 1973 decian que la bomba no se enseñaba y papi decia ‘en todos los paises del mundo hay escuelas para enseñarle la cultura al pais, ¿como ellos van a aprender? Todo se aprende, alguien les enseña’”, explica Gladys. “Fue ahi que entonces decidio hacer la escuela”.
La Escuela de Bomba y Plena se inicio en la decada de los 70 como una gesta con fines culturales, musicales y sobre todo educativos. Segun la familia, la escuela tuvo y tiene como mision mantener viva la musica de la bomba mediante la educacion a la niñez.
Mientras mira al grupo, Gladys rememora las palabras que han sido el lema de su padre Rafael por gran parte de su vida. “Papi siempre dice: ‘guardo mi fe y esperanza a la sombra de un niño’. Aqui lo puedes ver”.