La fe de Argentina consigue un Mundial y hace llorar a Francia : Deportes de España
Los penaltis remataron un partido vibrante, con continuos cambios de guion, muertes subitas y resurrecciones inesperadas. Mientras que Argentina, con mayor o menor acierto, siempre fue un equipo entusiasta y esperanzado, Francia ofrecio tres o cuatro caras, inconstante, guadianesca, a veces fragil y a veces demoledora. De nuevo el Dibu Martinez fue esencial en la tanda definitiva y su parada a Tchouameni acabo dandole la tercera estrella a su pais. Fue un triunfo de fe, de ilusion, de optimismo, de rabia. La Copa Jules Rimet vuelve a La Pampa despues de 36 años y Messi ya ha encontrado su sitio al lado de Maradona.
Argentina se merendo a Francia en la primera parte. El equipo de Deschamps, cuando canta La Marsellesa, parece un acorazado indestructible, con toda esa imponente panoplia de futbolistas de buen pie y enorme potencia. Sin embargo, en cuanto el arbitro polaco pito el inicio del encuentro, resultaron ser alfeñiques melindrosos y asustadizos que no sabian como contrarrestar el entusiasmo argentino. Comenzaron presionando arriba, pero enseguida se replegaron y dejaron el campo libre a la seleccion albiceleste. Scaloni sorprendio en el once inicial al apostar por Di Maria y el Fideo se convirtio en un puñal afilado que rajaba la zaga francesa una y otra vez. En el minuto 22, tras recibir un balon en el borde del area, le hizo un recorte a Dembele que dejo al delantero del Barcelona buscando la cintura por el cesped. En lugar de asumir con inteligencia su humillacion, a Dembele se le cruzaron los cables y trabo a Di Maria delante del arbitro, que decreto penalti.
3
Argentina
Dibu Martinez; Molina (Montiel, m.91), Romero, Otamendi, Tagliafico (Dybala, m. 120); Di Maria (Acuña. m.64), De Paul (Paredes, m. 102), Enzo Fernandez, Mac Allister (Pezzela, m. 116); Messi y Julian Álvarez (Lautaro Martinez, m. 102)
3
Francia
Lloris; Kounde (Disasi, m. 120), Varane, Upamecano, Theo Hernandez (Camavinga, m. 71); Tchouameni, Griezmann (Coman, m. 71), Rabiot (Fofana, m. 95); Dembele (Kolo Muani, m. 41), Giroud (Thuram, m. 41)y Mbappe
-
Goles
1-0, m.23. Messi (p.). 2-0, m.36. Di Maria. 2-1, m. 80. Mbappe (p.). 2-2, m. 81, Mbappe. 3-2, m. 109 Messi, 3-3, m. 118, Mbappe -
Penaltis
Mbappe (gol), Messi (gol), Coman (para), Dybala (gol), Tchouamieni (fuera), Paredes (gol), Kolo Muani (gol), Montiel (gol) -
Árbitro
Sczymon Marziniak (Polonia). Amonesto a Enzo Fernandez, Rabiot, Thuram, Giroud, Acuña, Paredes, Montiel y Damian Martinez -
Estadio
Lusail. Final de la Copa del Mundo. Lleno. Amplisima mayoria de aficionados argentinos en las gradas.
Messi cogio el balon, lo acaricio y lo puso en el punto de los once metros. Hugo Lloris, en la porteria, lo miraba fijamente, como tratando de hechizarlo. Leo no se inmuto. Mientras el guardameta frances se derrumbaba hacia su derecha, Messi ajustaba su disparo y mandaba la pelota al otro lado, con delicadeza, sin estridencias, con la insolencia de quien se sabe mejor que nadie y es capaz de dominar la presion de una final del Mundial, de un estadio lleno, de miles de gargantas gritando su nombre. El primer gol argentino subio al marcador.
Uno hubiera esperado una reaccion furibunda de Francia, que tiene soldados como para formar un temible batallon, pero sus jugadores siguieron en el partido como anonadados, sin saber muy bien que hacer, pasando la aguja sin hilo, tapando agujeros como si fueran un equipo menor e irrelevante, el tipico Tercera al que le cae un grande en la Copa del Rey. Argentina si que sabia a lo que jugaba. En ocasiones sus futbolistas pueden pecar de imprecision, pero este grupo suple sus defectos con un empuje arrollador y una fe incombustible en la victoria.
Todavia estaban los franceses lamiendose las heridas cuando los jugadores argentinos se inventaron una jugada que parecian haberla ensayado por la noche con la consola. A un toque se enredaron Messi, Julian Álvarez, Mac Allister y Di Maria, que, solo ante Lloris, coloco el segundo tanto en el marcador. Los franceses no salian de su estupor. Quiza pensaban que esta final tambien la iban a ganar sin esfuerzo, por pura ley de la gravedad, como de costumbre.
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A Deschamps, que no tuvo arrestos para plantear un partido valiente, se le ocurrio entonces señalar con el dedo y cambiar a Dembele y Giroud tres minutos antes de terminar la primera parte. El veterano ariete se retiro caminando a paso de hormiga, con cara de pocas bromas, visiblemente molesto con su entrenador, a quien dio la mano a regañadientes.
En la segunda parte, viendo que la estrella se les escapaba, los franceses no tuvieron mas remedio que proponer algo, pero a estas alturas Argentina ya habia entrado en trance y se aplicaba con fervor tanto a las tareas defensivas como al contragolpe. A Mbappe no le salian bien ni las galopadas mientras que sus rivales parecian disponer de un deposito suplementario de energia. Scaloni decidio entonces retirar a Di Maria, que se llevo una ovacion atronadora del estadio. Cuando todos los ojos estaban puestos en Messi y en sus pellizcos de magia, fue el Fideo quien desequilibro el partido con su verticalidad por la banda izquierda.
Deschamps decidio rascarse los bolsillos a ver que encontraba por ahi. Metio mas madera en el horno y sus suplentes le respondieron. Primero Otamendi le hizo un penalti a Kolo Muani que anoto Mbappe. Y unos segundos mas tarde el propio Mbappe, que se habia pasado 80 minutos en estado de angustia, recogio un buen pase interior de Coman y fusilo al Dibu Martinez con la furia de los desesperados. En dos minutos Francia habia igualado un partido ingrato que se le habia puesto muy cuesta arriba. Tienen los galos tanta dinamita arriba que no les importa jugar con fuego porque los que se queman, al final, suelen ser los demas.
Dramatico desenlace
Argentina acuso el golpe y su fe flaqueo por unos minutos. Animado por el empuje de Coman, a Mbappe parecio que le habian dado vitaminas y se convirtio en una amenaza palpable para la zaga albiceleste. Sin embargo, fue Lloris el que impidio que Messi anotase el tanto definitivo al desviar un disparo durisimo, aunque centrado, del diez rosarino, que ya se veia festejando el titulo al borde mismo de la prorroga.
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Al tiempo extra llego mejor Francia. No solo habia recibido la inyeccion moral de los dos goles seguidos en el minuto 80 sino que sus delanteros, especialmente Coman y Kolo Muani, habian salido del banquillo con ganas de demostrar que en la tropa gala, ademas del general Mbappe, hay soldados eficaces en quienes se puede confiar. Argentina no se descompuso, pero en los rostros de sus futbolistas se marcaban las huellas del agotamiento y Scaloni se vio obligado a retirar a Rodrigo de Paul, su lugarteniente en el campo, que se habia quedado sin resuello. Pese a todo, la tropa sudamericana se lanzo a por la porteria de Lloris. Estuvo a punto de conseguir el tercero con dos disparos consecutivos de Lautaro y de Montiel con aroma de gol que los defensas franceses despejaron agonicamente. Finalmente, el premio por el que tanto habian pujado les llego en el minuto 109, cuando Messi empujo a gol un balon que habia repelido Hugo Lloris.
El partido parecia terminado, pero en realidad se acelero hasta el infarto. Francia nunca entrega las armas y, ademas, condimenta sus guisos con una pizquita de suerte. La que se necesita para que un balon de Mbappe golpee en el antebrazo de Montiel y el arbitro señale penalti. El delantero parisino fusilo al Dibu Martinez y cerro un empate con pinta de definitivo. Una conclusion que pudo variar de no ser por una excepcional parada del portero argentino a tiro de Kolo Muani. Messi debera agradecer buena parte de su Mundial a los reflejos de su guardameta.
Los penaltis, finalmente, entregaron la Copa al equipo que mas habia hecho por conseguirla. Messi y sus compañeros, botando de alegria, lo celebraron junto a su hinchada. Kempes y Maradona ya tienen compañia en el olimpo argentino. Y a Menotti y a Bilardo se une ahora Scaloni, un hombre que, sin estridencias ni verborrea, ha sabido formar un grupo unido y enfervorizado.