Sylvia Villafañe: el arte como escudo y herramienta de sanacion : Entretenimiento de Puerto Rico
Empezo como un reto que se impuso a si misma. Para una madre recientemente soltera, el mundo puede ser un lugar atemorizante, mas aun en la decada de 1990. Estudio educacion, pero durante la mayor parte de su vida habia sido ama de casa. Sus opciones parecian limitadas. Pero armada con su pasion por el arte, su habilidad innata para las ventas y una voluntad inquebrantable, Sylvia Villafañe se convirtio en galerista.
La Galeria Petrus, en Santurce, no siempre fue la reconocida sede de grandes artistas que es hoy. Sus comienzos fueron mucho mas modestos y trabajosos.
“En realidad yo no queria poner una galeria. Yo lo que queria era tener una oficina cerca del colegio donde estudiaba mi niña, que en esa oficina yo iba a vender arte a mis personas cercanas”, explica Sylvia, sentada en una mesa en el edificio que ella misma ha convertido en uno de los espacios mas importantes de la escena de arte local.
“Alquilo este lugar pequeño en la avenida Andalucia, en Puerto Nuevo. En ese tiempo esta avenida era famosa porque se inundaba. El sitio mas bonito que habia era el estudio de Willie Sepulveda, y me establezco alli. Él fue el que me llevo a hacer que fuera una galeria”, dice, rememorando al detalle sus dificiles primeros pasos.
Sylvia es una mujer de personalidad alegre y caracter fuerte. Se carga a si misma con mucha seguridad, a pesar de no ser de gran estatura. Este dia viste de negro, acentuando su presencia contra las paredes blancas de su galeria. Lleva el pelo corto con tonos de rubio y enmarcan su rostro un par de espejuelos cuadrados de montura gruesa y oscura. Usa anillos con piedras enormes en cada mano que contrastan con su vestuario. Piensa y viste como galerista. Firme, pero calida.
Su ingreso al mundo de las artes estuvo plagado de momentos fuertes que la han convertido en la respetada galerista que es hoy. Pero incluso dentro de esos momentos, han habido rayos de luz que le han mostrado el camino. Uno de esos rayos llego temprano en su carrera.
“Da la casualidad que me conecto con un señor que tenia una imprenta que se llamaba Elmendorf. Yo fui para que me hiciera mis tarjetas y nos hicimos muy amigos, y el comenzo a enviarme artistas. Y el primer artista que me envio fue Miguel Trelles”. Los demas fueron llegando poco a poco. Hoy dia, ha representado a algunos de los nombres mas grandes del arte contemporaneo en Puerto Rico. Solo algunos: Martin Garcia Rivera, Rafael Rivera Rosa, Antonio Martorell, Elizam Escobar, Carlos Davila Rinaldi, Olga Albizu y Marta Perez.
Sylvia dice que ve su gestion como una liberacion de mujer. Tambien reflexiona sobre como ha cambiado el mundo para las mujeres y los nuevos roles que estas han asumido en la sociedad, en parte gracias al trabajo de su generacion. “Rompimos esquemas, no nos dejamos atar. Creemos en la liberacion de la mujer y el emprendimiento en la mujer. Y combatimos silenciosamente la violencia psicologica”, explica.
Y añade: “Veniamos de una generacion donde si no te casabas virgen decian que el velo se te caia cuando fueras al altar. En eso nos criamos y se rompieron todos esos estigmas. Lo que esta haciendo la mujer hoy dia, a todas las que hemos pasado todo eso, nos llena, nos nutre, y es bien importante que otras mujeres tengan el valor de hacerlo”.
LABOR FILANTRÓPICA
Su gesta no se limita a la curaduria y venta del arte, sin embargo. Sylvia tambien ha estado muy presente en la filantropia con iniciativas como Adopta Ahora, una entidad sin fines de lucro que promueve la adopcion de niños y adolescentes entre 6 y 17 años. Una de las misiones de este proyecto es brindar a los niños y jovenes un contacto temprano con las artes y la cultura a traves de talleres.
“Tenemos talleres de fotografia, de buenos modales, de pintura, de dibujo, talleres de literatura y todo lo que sea cultura”, sostiene. “Yo creo que es esencial para todo ser humano el arte y la cultura porque te sana”.
El proyecto ha logrado conectar a varias familias con niños de distintas edades. De hecho, cada cierto tiempo algunos padres le envian fotografias y mensajes detallando los logros y el crecimiento de sus hijos. “Nuestro proposito es que cuando esos niños salgan al mundo, sean profesionales, puedan usar estas mismas herramientas que les estamos dando y que cuando ellos tengan sus hijos tambien les den estas herramientas de sanacion”, narra.
Por su parte, Sylvia tiene muy claro cual ha sido el rol mas importante que han jugado las artes en su vida. “El arte ha sido un escudo para mi, para poder desarrollarme como ser humano”.
Su esperanza es ver a mas mujeres rompiendo barreras y abriendo paso para una existencia mas justa y equitativa. “La mujer boricua es fuerte, y las veo en su desarrollo, y veo que podemos dejar una huella bien grande. Y es importante porque las niñas de hoy no van a tener que pasar por lo que por nosotras pasamos”.
Ese legado es mas grande que cualquiera de las obras de arte que cuelgan de sus paredes.