La izquierda española, de la solidaridad con la Nicaragua sandinista al desencanto : Internacional de
La Revolucion Sandinista genero en 1979 una extraordinaria ola de entusiasmo en la izquierda mundial. El Frente Sandinista de Liberacion Nacional (FSLN) ponia fin a la sangrienta saga dictatorial de los Somoza y se embarcaba en una profunda transformacion social del pais con el respaldo mayoritario de la poblacion. Gracias a las redes de solidaridad que el Frente habia ido tejiendo en España, miles de cooperantes se movilizaron en los años 80 para colaborar a pie de obra en un proceso revolucionario en marcha.
Pero a raiz de la derrota electoral del FSLN en 1990 y de las divisiones internas, el apoyo exterior fue diluyendose. El regreso al poder de Daniel Ortega en 2007 y sus alianzas con los sectores mas retrogrados de la Iglesia y la derecha marcarian un punto de inflexion en la mirada de la izquierda internacional hacia un regimen que se situaba ya en las antipodas del ideario sandinista.
Impregnado de un rancio misticismo esoterico, el tandem conformado por Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, adopto un programa socialista y cristiano que, en la practica, abrazaba las politicas neoliberales mientras aplastaba cualquier forma de disidencia interna.
La brutal represion de las protestas de abril de 2018 (en las que murieron mas de 300 manifestantes, segun la Asociacion Nicaragüense Pro Derechos Humanos) o la reciente expulsion de 222 presos politicos del pais configuran una manera de gobernar totalmente contraria a los valores de justicia social que preconizaba el sandinismo.
“La deriva autoritaria ha ido haciendo mella en la percepcion de la izquierda”
Esa deriva autoritaria ha ido haciendo mella en la percepcion de Nicaragua por parte de la izquierda española. El desencanto ha dado paso en los ultimos tiempos a la critica y la condena por los abusos de un gobierno al que ya no se le puede tildar de izquierdas, como expresan antiguos cooperantes y varios referentes politicos del arco progresista español consultados para la elaboracion de este reportaje.
Las redes de solidaridad vascas
A Clara Murguialday le duele Nicaragua. Equipada con una guitarra y una mochila se planto en el pais centroamericano sin billete de vuelta. Corria el mes de julio de 1980, un tiempo de fervor revolucionario. Hoy, a esta feminista vasca le aterran las noticias que llegan de un pais amordazado: “Callarse es un acto de cobardia”, expresa en una entrevista en su Euskadi natal junto a sus antiguos compañeros de lucha.
Autora del libro Nicaragua, revolucion y feminismo'(1977-1989), Murguialday recuerda que la Revolucion Sandinista avanzaba ya en sus inicios con algunas contradicciones: “Cuando empece a hacer activismo feminista con otras mujeres tuve muchos encontronazos. Luego, con la guerra de la Contra (la guerrilla antisandinista financiada por Washington), la cosa se puso peor: prietas las filas, prietas las ideas”, señala.
“Hablabamos entre nosotras, pero callamos las criticas. Estabamos en guerra y no queriamos causar daños a la revolucion. Entonces consideramos que lo que nos correspondia era callarnos, pero fue una mala decision. De aquellos silencios y de lo tolerantes que fuimos vinieron estos lodos”, lamenta.
A Clara ya no le quedan en Nicaragua compañeras del sueño revolucionario de los años 80. Ahora estan exiliadas, expulsadas, declaradas enemigas por el regimen. Forman parte de esa inmensa diaspora nicaragüense que anda dispersa por medio mundo.
Unos 10.000 vascos y navarros fueron a Nicaragua a colaborar con la revolucion
Alrededor de 10.000 cooperantes vascos y navarros pisaron tierra nicaragüense en los años 80 para colaborar con la Revolucion Sandinista. Fue la corriente brigadista mas numerosa de Europa. Victor Santiago Pozas, militante del desaparecido Movimiento Comunista Vasco (EMK, por sus siglas en euskera), fue uno de ellos.
Acababa de terminar la carrera de Filosofia y se habia matriculado en Periodismo cuando surgio la posibilidad de desplazarse a Nicaragua para participar en el programa de alfabetizacion emprendido por la Junta de Reconstruccion Nacional. “Aquello fue un modelo de revolucion para el mundo –explica–. Muchos dejamos unos años preciosos de nuestra vida alli y la verdad es que no lo cambiaria por nada”.
La Nicaragua actual no tiene nada que ver con aquel proceso revolucionario en el que participo: “Las politicas economicas han sido neoliberales, las relaciones con Estados Unidos han sido muy buenas. De la revolucion no queda mas que el nombre“, se lamenta este antiguo brigadista vasco. En su catalogo de decepciones figura tambien la decision de Ortega de prohibir el aborto terapeutico en 2007 y, mas recientemente, la represion de las protestas de 2018.
Maribi Lamas, ligada en los años 80 a grupos cristianos de base, coincidio con Santiago en aquella Nicaragua libre del yugo somocista. “En mi vida hay un antes y un despues”, confiesa con un nudo en la garganta. En Nicaragua se caso, alli nacio su hijo y alli mataron a su compañero en una emboscada de la Contra: “Él dio la vida por lo que el creia, pero no era esto”. Lamas tambien se involucro en cuerpo y alma con los planes de alfabetizacion del Ministerio de Educacion: “Se estaba formando un nuevo pais desde cero y yo era parte de esa historia”, relata.
Muchos de aquellos que participaron en la construccion de una nueva Nicaragua no dejan de asombrarse con los tintes dictatoriales del regimen de Ortega. “¿Como es posible que alguna gente que formo parte de este proceso revolucionario tan interesante haya derivado en un autoritarismo tan bestial, hasta el punto de quitarse de encima a cualquiera que le haga un minimo de sombra o discuta sus medidas? ¿Como se puede expatriar a los que han estado contigo en la lucha?”, se pregunta Luis Guridi, exdirector del Instituto Hegoa y excooperante vasco que trabajo en el Ministerio de Comercio Interior de Nicaragua en aquella decada.
Desenmascarando a Ortega
El desencanto con Nicaragua ha ido cocinandose a fuego lento. No solo entre aquellos jovenes idealistas que han visto como se desvanecia aquel sueño. La izquierda institucional española, con alguna excepcion, tambien se ha ido distanciando de Ortega a medida que el otrora lider revolucionario iba transmutando en un dirigente sin escrupulos capaz de pactar con Dios y con el diablo con tal de aferrarse al poder.
El eurodiputado Miguel Urban, de la formacion Anticapitalistas, cree que hoy ya no es correcto hablar de sandinismo en Nicaragua: “No hay nada que se parezca a la revolucion sandinista de 1979 o si lo hay, esta en el exilio o en la carcel. De lo que se puede hablar ahora –explica– es de un regimen autoritario, el de Ortega-Murillo, que ha pervertido una propuesta politica solo para sus intereses como clan. Unos intereses que nada tienen que ver con los fundacionales de la Revolucion Sandinista y que ademas han abrazado de una forma despiadada tambien las politicas neoliberales”.
“No hay nada que se parezca a la Revolucion Sandinista de 1979”
Para Urban –uno de los miembros fundadores de Podemos en 2014–, la izquierda se enfrenta a un dilema frente a una Nicaragua en la que se persigue al movimiento feminista o a los estudiantes.
“El desastre politico que supone la perversion total de lo que seria la idea del sandinismo que tantos hemos apoyado y con el que nos hemos criado politicamente, esta siendo utilizado por la derecha para atacar los proyectos politicos de otros paises progresistas de America Latina que nada tienen que ver con lo que supone ahora mismo el regimen de Ortega-Murillo” sostiene.
A su juicio, “si la izquierda no hace una clara ruptura con ese regimen dictatorial, estaremos dejandoselo en bandeja a la derecha y a la extrema derecha para que ataquen a otros paises progresistas”.
Queda todavia un sector de la izquierda, en opinion del eurodiputado, que sigue mirando con “las gafas de la Guerra Fria”. “Hay esa vision de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, sostiene. Por eso, considera imprescindible denunciar el falso antiimperialismo del binomio Ortega-Murillo.
Luis Nieto, portavoz de Podemos-Madrid, coincide con Urban en la necesidad de que la izquierda sea capaz de desenmascarar a la pareja presidencial: “A mi me legitima el hecho de poder acusar a Estados Unidos de la intervencion en Irak o en otros paises para decir a continuacion que en Nicaragua las posiciones de Ortega no son antiimperialistas, sino que su gobierno, y sus hijos, hacen negocios con Estados Unidos”.
Nieto, quien expresa a titulo personal su malestar con un regimen que ha perdido toda la esencia del sandinismo, recalo en la zona del rio San Juan (sur de Nicaragua) a mediados de los años 80 como miembro de un comite de solidaridad. Permanecio en el pais dos años y medio y, como muchos otros simpatizantes de la revolucion, quedo desolado cuando el FSLN perdio las elecciones en 1990. La guerra impuesta por Washington habia logrado erosionar la gran sintonia del sandinismo con la poblacion.
“Yo llegue a Nicaragua a los 23 años. Como otra mucha gente, ibamos a ayudar, a ser solidarios, a vivir aquella experiencia que nos habian contado. A pesar de estar en una guerra, a pesar de ver gente perdiendo la vida, en ese temor a la guerra afloraba ilusion y entusiasmo“, señala.
“Aquello no era un libro perfecto, te encontrabas con una realidad contradictoria, con problemas de genero, pero teniamos claro que era un proceso popular, de cambio y de justicia social –recuerda Nieto–. A mi me golpea particularmente la piñata (corrupcion del sandinismo). Ahi te das cuenta de que algunos comandantes o gente de los ministerios se constituyen en una elite economica y eso les lleva a corromperse mientras el pueblo lo esta pasando mal”.
El PCE, una condena con matices
Sin mostrarse condescendiente con el regimen de Ortega, Manu Pineda, responsable de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España (PCE) y diputado en el Parlamento Europeo, estima que, de la misma manera que se debe condenar al presidente nicaragüense por perseguir a los disidentes, desde Europa tambien se deberia poner mas enfasis en denunciar los desmanes cometidos en otros paises, como en la Colombia de los expresidentes Álvaro Uribe e Ivan Duque.
“Es logico que denunciemos medidas autoritarias tambien cuando son responsabilidad de alguien que puede estar mas cercano a nuestra orbita politica. Tenemos que ser coherentes. Pero deberiamos huir del maniqueismo, huir del blanco y negro, porque resulta que Ortega ha conseguido reducir de forma brutal la pobreza. Y, segun la ONU, Nicaragua es el quinto pais en cuestiones de equidad de genero, aunque yo no comparta algunas de sus politicas, por ejemplo, relativas al aborto”.
“Los que persiguen a Ortega esconden lo que han hecho Duque, Uribe o Bolsonaro”
Pineda, que se ha opuesto a las condenas del Parlamento Europeo a Ortega, matiza que en sus intervenciones no defiende a Ortega ni sus medidas autoritarias: “Lo que si vengo a denunciar es la hipocresia de los que persiguen a Ortega porque hace esto mal y esconden lo que han hecho Duque y Uribe (en Colombia) o Jair Bolsonaro (en Brasil). Hay un doble rasero. No estoy eludiendo la condena a las actitudes de Ortega, lo que pido es un poco de coherencia”, afirma.
“Hubo un tiempo en que cada dos plenos, habia una condena contra Nicaragua. Y el problema es que yo creo que [a Ortega] no se le castiga por sus errores, sino por sus aciertos. O sea, no se le castiga porque este llevando a cabo una persecucion contra las mujeres que abortan ni por esa traicion a los principios del sandinismo, se le esta castigando por mantenerse en el ALBA (la alianza bolivariana creada en tiempos de Hugo Chavez) junto a Cuba y Venezuela”, añade Pineda.
¿Cual es el camino?
El Gobierno Ortega-Murillo ejerce un ferreo control sobre todas las aristas del Estado y cuenta con el apoyo de la cupula militar y policial. Hace un año y medio, la pareja presidencial renovo su mandato al imponerse con mas del 76% de los votos en unas elecciones sin observadores internacionales y con la oposicion maniatada en la carcel o en el exilio. Esa fortaleza del regimen dificulta cualquier accion politica o diplomatica que la comunidad internacional pueda plantear para democratizar el pais.
El Grupo de Puebla –un foro politico integrado por lideres progresistas de Latinoamerica, España y Portugal, y al que pertenece el expresidente Jose Luis Rodriguez Zapatero– expreso recientemente su condena al despojo de la nacionalidad de los presos politicos expulsados de Nicaragua y de otro centenar de exiliados.
“El PSOE ya se movio expulsando al partido de Ortega de la Internacional Socialista”
Hana Jalloul, secretaria de Politica Internacional del PSOE, ve muy significativo que el Grupo de Puebla se haya posicionado contra Ortega: “El PSOE ya se movio expulsando al partido de Ortega de la Internacional Socialista en 2019 y ahora es bueno que se sumen otros. El presidente Rodriguez Zapatero tiene ademas un gran peso en la izquierda latinoamericana. Su opinion es muy respetada y el siempre ha sido muy critico con Ortega”, afirma.
Dado que las sanciones economicas contra regimenes autoritarios perjudican principalmente a la poblacion civil, las iniciativas politicas deberian abrirse camino. Aunque cada pais latinoamericano vive una realidad distinta, hay en la region sobrados ejemplos de procesos negociadores con mediacion regional o internacional. En Mexico se han vuelto a sentar en una mesa representantes del Gobierno y la oposicion venezolanos para tratar de alcanzar un acuerdo. Pero,¿como podria articularse esa via de dialogo para Nicaragua que defienden personalidades como el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva?
Miguel Urban cree que quien debe tener la ultima palabra no es la izquierda latinoamericana ni europea, sino los propios nicaragüenses: “Es muy importante escuchar al movimiento feminista nicaragüense, que ha sido duramente represaliado. Hay que apoyar desde la izquierda a esos movimientos que aguantan dentro y a la diaspora”.
Para el representante de Anticapitalistas, “es importante tambien escuchar a la dirigencia historica del Frente Sandinista, a Dora Maria Tellez, a Monica Baltodano. Tiene que haber una salida dialogada, donde haya una transicion democratica. El elemento clave es como conseguimos que haya una presion desde la izquierda para acabar con el regimen”.
A juicio de Nieto, no va a ser facil construir una alternativa. El excooperante y miembro de Podemos echa en falta una estructura que pueda canalizar el dialogo: “A dia de hoy, eso es una asignatura pendiente. Yo lo entiendo porque ha habido una gran represion en Nicaragua”.
Pineda, por su parte, destaca que Ortega ha sabido apropiarse del espacio de la derecha y de la izquierda: “No hay una oposicion minimamente organizada. Por eso Ortega gano las elecciones y no creo que hayan sido fraudulentas. Otra cosa es que gestion hace Ortega de esa victoria”.
“No hay una oposicion minimamente organizada”
Para Jalloul, la situacion que vive hoy Nicaragua es tan dificil que no cabe ningun tipo de mediacion con Ortega: “Primero, porque el esta enrocado, es un dictador, lo que hace dificil entablar una relacion”. El mantenimiento de la presion politica internacional y el apoyo a los exiliados, a las ONG o a los periodistas criticos acabaran afectando al regimen, en opinion de la representante del PSOE.
El papel de España
El Gobierno español reacciono con celeridad tras el destierro de los 222 presos politicos, decretado por Ortega el pasado 9 de febrero, y ofrecio la nacionalidad a los apatridas. Varios paises latinoamericanos, como Chile, Argentina y Mexico, se sumaron a esa iniciativa. “Darles la nacionalidad demuestra la implicacion que tiene Pedro Sanchez con los derechos humanos. Fue un anuncio muy generoso. Despues hubo mas solicitudes de algunas de las personas a las que Ortega declaro apatridas (94 exiliados mas, entre ellos los escritores Sergio Ramirez y Gioconda Belli)”, afirma Jalloul.
Urban y Nieto creen, sin embargo, que España podria ser mucho mas activa respecto a los exiliados nicaragüenses. “Lo que se haga, bienvenido sea –apunta Urban–. Pero el Gobierno, el PSOE, en este caso, es muy dado a los golpes de efecto de primera plana. Un dia dice una cosa y al dia siguiente se olvida justamente de lo que habia hablado”.
Nieto propone mas medidas que den facilidades a los nicaragüenses que vengan a estudiar o quieran regularizar su situacion: “Se deberia tener tambien una politica de cooperacion mucho mas estrecha con paises como Costa Rica, donde se han refugiado 70.000 nicaragüenses”.
La involucion politica de Ortega fue denunciada ya en septiembre de 2018 en una carta abierta firmada por mas de 300 representantes de la politica y de los movimientos sociales españoles: “La cuestion nicaragüense no es una anecdota politica –alertaban–, es una piedra angular sobre la que demostrar nuestro compromiso con esos valores que precisamente definen al bando progresista y de izquierdas, tan elementales como la democracia, los derechos humanos, la justicia social y la defensa del planeta”. Casi cinco años despues, el reto sigue vigente.
Este reportaje forma parte de ‘Nicaragua: Sueños Robados’, un proyecto de periodismo colaborativo y coordinado por la alianza de medios Otras Miradas, con la colaboracion de Desinformemonos, de Mexico; los nicaragüenses Divergentes, Despacho 505 y Expediente Publico; Agencia Ocote, de Guatemala; y Publico, de España.