Irene Baque, directora del documental ‘Carmen, sin miedo a la libertad’: “Deberiamos acabar con los 600 años de discriminacion del pueblo gitano” : Entretenimiento de España
“En 2018 lei un articulo en la revista Pikara que hablaba sobre la Asociacion de Gitanas Feministas y enseguida me llamo la atencion”, explica Baque, “en parte porque llevaba tiempo viajado por todo el mundo en busca de historias de resistencia protagonizadas por mujeres y colectivos de mujeres, y esta no estaba en un pais lejano, sino muy cerca de casa”.
Baque nacio en Barcelona, pero ha vivido 11 años en Londres. Durante seis de ellos estuvo realizando cortos documentales sobre los derechos de las mujeres para el periodico The Guardian en diversos paises del mundo como Bangladesh, El Salvador, Filipinas, India, Mozambique, Kenya, Gambia o Mexico, entre otros. “Al conocer la historia de estas mujeres, me di cuenta de que no tenia que irme tan lejos para contar historias inspiradoras”.
Fue entonces cuando se puso en contacto con Maria Jose Jimenez Guru, la presidenta de la organizacion, que tambien tiene un papel protagonista en la pieza. “Cuando Irene se puso en contacto conmigo y me planteo el proyecto, enseguida pense en Carmen Fernandez, una activista de nuestra organizacion, que reside en un lugar tan apartado del mundo como es Cartagena”, bromea Guru. “Alli tenemos muchisima actividad con mujeres muy fuertes, lideresas de su comunidad, y pense que Carmen era el tipo de persona que Irene necesitaba para que recogiera a traves de su personaje toda esa resiliencia propia de las mujeres gitanas”.
“Ademas de cristalizar toda la lucha de las mujeres gitanas, Carmen tambien representa un momento de cambio que esta ocurriendo en España”, apunta Baque. “Ella fue la primera persona en su familia en ir a la universidad y es un personaje destacado de una primera generacion de mujeres que se estan convirtiendo en referentes. Ellas no han tenido referentes, pero se van a convertir en uno para sus hijas, para sus sobrinas. Carmen es la protagonista de la historia pero, como siempre decimos, no es la historia solo de Carmen, es la historia de muchas”.
Tras encontrar a los personajes, se inicio un proceso que se extendio durante casi tres años en el que no hubo camaras: se trataba de crear un vinculo fuerte basado en la confianza mutua. “Fue un periodo de aprendizaje por parte de todas sobre la representacion, sobre la discriminacion y sobre como hacer el cine que nos interesa”, afirma Baque.
“Antes de empezar a trabajar juntas, incluso a conocernos en persona, hablamos durante muchas horas”, recuerda Guru. “En esas charlas Irene intentaba explicarnos como era su vision del proyecto y que era lo que pretendia hacer. Fue un periodo muy importante porque veniamos muy quemadas de las ultimas apariciones de las mujeres gitanas en los medios. Representaciones muy estereotipadas, muy prejuiciosas, como por ejemplo la de la pelicula Carmen y Lola, que habia ganado un monton de premios y era lo mas antigitano del mundo”.
Irene reconoce que las activistas han estado muy involucradas en el producto final. “El rodaje lo hicimos con un equipo muy reducido pero muy comprometido con el tema”, explica. “Teniamos a Artur-Pol Camprubi a la direccion de fotografia, Diego Pedragosa al sonido y Carlota Coloma de productora. Queriamos hacer un documental observacional pero tambien utilizar el lenguaje del cine, asi que proponiamos temas para hablar en determinadas situaciones, pero luego rodabamos durante una hora o dos, dejando que las protagonistas hablaran a su manera y llegaran a conclusiones ellas solas. Hubo mucho trabajo de montaje detras pero siempre trabajamos en colaboracion con ellas, para asegurarnos de que estabamos creando una pieza de la que se sintieran orgullosas, que representara de forma honesta su realidad. Asi que tambien estuvieron al final del montaje”.
Sin duda, una de las escenas claves de filme es el momento en el que las tres mujeres protagonistas, Carmen, Guru y Maria, mas otra activista feminista latinoamericana, acuden a hablar con una concejala del Ayuntamiento de Cartagena. Ahi, sin necesidad de subrayar nada, vemos como estas mujeres se estrellan contra un muro que, escucha sus propuestas, las aplaude incluso, pero no hace absolutamente nada, lo que sume a las protagonistas en el desanimo total. “Estamos empoderadas”, escuchamos decir Guru despues de la reunion, “pero no tenemos el poder”.
Una critica al feminismo blanco
Por escenas como esta, puede decirse tambien que Carmen, sin miedo a la libertad es una critica al feminismo mas blanco que no tiene en cuenta a las mujeres racializadas, una critica que esta en los fundamentos de la Asociacion de Gitanas Feministas. “La base de nuestro discurso es que existe un feminismo gitano, aunque lo nieguen, aunque acusen a nuestro pueblo de machista”, explica Guru. “Pero cuando las agendas feministas se pusieron en marcha, ya en la primera ola, nunca se tuvo en cuenta el tema del racismo. Ni en España ni en Europa. Y yo lo he dicho siempre, desde que tengo uso de razon: si una agenda feminista no es antirracista, nunca sera feminista. Luego me entere de que tambien lo decia Angela Davis. Y las agendas feministas de las payas blancas lo que hacen es un feminismo de privilegio, un feminismo para ellas”.
“Es una realidad que ocurre en este pais”, coincide Baque. “Las primeras marchas del 8M tras el movimiento del MeToo fueron lideradas por mujeres blancas privilegiadas que discriminaron a mujeres de otros colectivos. Asi que colectivos de gitanas, afrodescendientes o de mujeres trans, marcharon juntas”. Hay una escena de la pelicula en la que esta lucha conjunta queda perfectamente representada. En ella, las protagonistas estan todas sentadas en el suelo de su piso en Cartagena, rodeadas de compañeras indigenas latinas y musulmanas y hablan de lo que tienen en comun las luchas feministas racializadas.
Otro de los temas clave de la pieza es la ineficacia de las politicas para mejorar la situacion de estas mujeres o del pueblo gitano en general. No es que no haya politicas para mejorar la situacion, sino que estas o se aplican mal o no tienen ningun efecto. Ante esto, las protagonistas reclaman mas participacion. “Lo que ellas proponen es una representacion propia y que todas las ayudas que vienen de la Union Europea para la poblacion romani vayan directamente a las mujeres gitanas, sin intermediarios como los hay ahora”, explica Baque. “Deberiamos acabar con los 600 años de discriminacion del pueblo gitano. Se tendrian que aplicar cuotas para que las personas gitanas pudieran acceder a determinados puestos de trabajo. Por ejemplo, en los institutos y colegios que tienen un alto numero de estudiantes gitanos, deberia haber profesores gitanos y no hay ninguno. Es importante que los niños crezcan con referentes”.
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“Lo que nos dice la concejala en el corto es lo que nos dicen absolutamente todas las concejalas de todos los lados”, explica Guru, “las alcaldesas, las directoras generales de los ministerios. Nos dicen: ‘Muy bien, muy bien, tu sigue luchando que nosotros estamos aqui para ordenar la sociedad’ y luego la sociedad la ordenan creando barrios como la 600 de Cartagena o las 3000 de Sevilla. La causa gitana sigue estando en el cajon de sastre de los servicios sociales y delegada a grandes fundaciones de payos y payas. Esto es una locura. Es como pensar que el sistema de la sanidad publica de los payos estuviese manos de Caritas. Esa es nuestra realidad, nuestra causa entera. Toda nuestra sanidad, cultura, historia, politica, todo depende de una trabajadora social que actua a discrecionalidad. Lo que pedimos es que en cada ayuntamiento, en cada comunidad autonoma y a nivel estatal, exista una linea de trabajo contra el racismo y el antigitanismo, donde se diseñen medidas, donde se proyecten objetivos a medio y largo plazo y donde estos proyectos se evaluen y se desarrollen por mujeres racializadas, no por la paya que ostenta el sillon durante años y años y no sabe de que va la cosa. Asi nunca va a funcionar. Si no tienes un equipo intercultural de personas preparadas que sean capaces de poner en marcha proyectos que incidan directamente en el empoderamiento de la comunidad y en el empoderamiento particular de las mujeres gitanas, pues nos contestaran como nos ha contestado la concejala del corto, claro”.
Camino a los Goya y a los Gaudi
Carmen, sin miedo a la libertad, lleva ya un año siendo proyectado en festivales de cine nacionales e internacionales. Desde el de Medina del Campo, hasta el Curtas Vila du Conde, pasando por l’Alternativa, la Cerdanya Film Fest, Som Cinema a Lleida y muchos otros. “Esto nos ha permitido ser candidatos a los Goya y a los Gaudi de este año 2024”, explica Irene. A principios del año que viene, el corto estara disponible en nuestro pais en una plataforma que la directora todavia no puede desvelar.