Madre, hincha y compone canticos: una curiosa historia se presenta en los Juegos Paranacionales : Deportes de Colombia
“Del cielo cayo un buñuelo, mi Caldas se lo comio y con esa buena energia, mi Caldas salio campeon”. El cantico se escucha en la tribuna del Coliseo del Cafe mientras la seleccion de Caldas de rugby en silla de ruedas enfrenta a Cundinamarca. Una rima pegadiza, que se queda dando vueltas en la cabeza de todos los que la escuchan. Es Maria Cristina Rios madre del jugador David Palacios, quien canta sin parar para apoyar al equipo de su hijo.
Con una oracion en el corazon, manos que sostienen sueños y ojos que destilan orgullo, ella se convierte en la fuente inagotable de confianza. En cada encuentro en estos Juegos Paranacionales, cada rima es un eco de aliento que trasciende las limitaciones fisicas, una poesia que se convierte en impulso, en acompañamiento, con lo que les hace saber que no estan solos, que ahi esta ella para auparlos hasta en los momentos mas criticos.
En la tribuna,
despues de hacer una oracion, saca la hoja cuadriculada de un cuaderno Yasmin y escribe. Ahi se plasman las ideas que se le van ocurriendo mientras transcurre el juego. “Esas notas se me vienen a la cabeza y las voy anotando
, trato de tener como base canciones reconocidas, por ejemplo, estamos en epoca de navidad e hice una a ritmo de Betty la Fea”, dice. En el papel se lee: “Se dice de mi, se dice de mi, se dice que mi equipo es de Caldas y es quadrugby y en los Paranacionales todos vamos a ganar”.
Maria Cristina Rios Perez empezo a seguir al equipo despues de que su hijo, David Palacios, sufrio un accidente mientas montaba bicicleta, el cual le dejo una lesion raquimedular. Despues de varias terapias, encontro en el deporte para personas con discapacidad un camino para mantener su mente ocupada. Asi conocio el rugby en silla de ruedas. “Gracias a esto, David puede realizar actividad fisica, tiene movimiento constante en el tronco, en sus brazos, ademas fortalece lazos de amistad, su autoestima y los invita siempre a superarse”, destaca.
Asi ha sido testigo de la evolucion de su hijo y, tambien, de cada lanzamiento, de cada atrapada. En sus ojos, se refleja un arco iris de colores que son mas brillantes que cualquier medalla. Su amor es la banda sonora que acompaña el compas de los logros de David Palacios, una sinfonia de apoyo que resuena en el estadio de corazon. Con cada gesto, con cada palabra, construye un puente indestructible entre la realidad y los sueños por alcanzar. Se convierte en el eco eterno de un amor que impulsa a volar, incluso cuando los pies apenas tocan el suelo.